El Murmullo de Las Abejas

El murmullo de las abejas es una novela que mezcla ficción histórica con realismo mágico escrita por Sofía Segovia. Metiéndonos de lleno en Linares (Nuevo León, México), durante la Revolución mexicana, conoceremos la historia de una familia dedicada a la agricultura y todo lo que la envuelve. Como protagonista de esta historia tendremos a Simonopio, un personaje que destaca por lo especial que es y quien dejará huellas de amor, polen y miel en la vida de los Morales y del lector.


LA ESTRUCTURA PECULIAR DE ESTA NOVELA
Con casi 500 páginas y 100 capítulos, la novela da inicio con uno de los tres tipos de narradores que usará la autora para contarnos tantos detalles que ha sido inevitable meterme muy dentro de la historia. También, aunque no suelo llevarme muy bien con los libros tan largos y, encima, histórico, este caso ha sido muy diferente a otras experiencias lectoras que he tenido con libros que también combinan estas dos características. Por ende, aún a pesar de la tremenda cantidad de páginas y capítulos, la pluma de la autora, el cambio de narrador, los puntos de vista y las diferentes extensiones de los capítulos ha sido una poción para mi disfrute.


SIMONOPIO Y SUS ABEJAS
Antes de conocer a Simonopio, la autora iniciará metiéndonos en la vida de un personaje que será clave para su aparición. Sin saber nada acerca de lo que encontraría en la novela y con mucha curiosidad por Simonopio, el comenzar por la vida de un personaje secundario me llamó mucho la atención. No obstante, enseguida se comienza a sentir el realismo mágico que rodea a nana Reja, quien, ya vieja, siempre se encuentra reposando en su silla de madera con la mirada al monte. Su desaparición resulta tan curiosa como con quién la encuentran: un bebé y un panal.

Casi como un amor a primera vista, el bebé recién nacido, con labio leporino y rodeado de abejas, al cual nombrarían Simonopio, me cautivó desde que su primera aparición. A medida que avanza la novela, entre todo lo que tiene que vivir la familia Morales, lo veremos crecer y conoceremos de a poco los detalles únicos y especiales que tiene. Aunque estoy acostumbrada a seguir de cerca a los personajes principales, el hecho de que los narradores no se centran directamente en Simonopio (o sea, en todo lo que hace o piensa) me encantó. Por lo que siento que por eso pude conectar mucho con varios personajes de la novela a parte de con él.


LA FAMILIA MORALES
Lo que me lleva a mencionar a la familia Morales que, aún a pesar de las malas lenguas supersticiosas, decidieron apadrinar al protagonista y criarlo como parte de la familia. Dedicados a trabajar y proteger las tierras que han sido suyas por generaciones y a los miembros de la misma, los problemas que tendrán que enfrentar los Morales son sorprendentes. Pensar en que es una muestra pequeña de lo que se haya vivido durante la Revolución mexicana me impacta más.

No obstante, además del amor filial, los personajes que conforman a la familia Morales destacan por lo tan humanos que son, con sus miedos, inseguridades, valentías, ingenio y creencias. Francisco es un hombre de campo que busca proteger la herencia que dejará a las siguientes generaciones, pero sin descuidar a su familia y a la gente de confianza que le rodea. El esfuerzo que pone en lo que se propone es realmente inspirador. Beatriz, por su parte, me pareció una mujer increíble, a pesar de algunas buenas decisiones tardías. Los problemas que atraviesan su camino y su corazón me resultaron tan agridulces como la vida misma y me estrujaron el corazón.


UNA EXPLOSIÓN DE SENTIMIENTOS
Hay más personajes destacables por detalles como los antes mencionados, pero siento que es mejor conocerlos de primera mano que a través de terceros. Eso sí, aunque pueda parecer muy centrada en sucesos históricos y familiares, también habrá un personaje que causará tremendos conflictos. de entrada me cayó fatal y, como me esperaba, a medida que avanzaba en las páginas y el tiempo dentro de la novela transcurría, más y más comenzaba a sentir tremendo rechazo por éste.

De ahí que puedo decir que esta novela se me clavó en el corazón y me provocó mucho sensaciones y sentimientos que antes de abrir el libro jamás hubiera pensado que podría encontrarlos entre sus páginas. Fue tanto lo que me encariñe con sus personajes, hasta con los que pensé que no era tanto el cariño, que sufrí, lloré, me preocupé y disfruté los momentos buenos con ellos.


LA HISTORIA DE LINARES
En la recta final de la reseña, no quiero olvidar mencionar la increíble ambientación. No solo fue un viaje en el tiempo leer El murmullo de las abejas, sino también un viaje casi espacial. Los detalles del paisaje que nos brinda Sofía Segovia a medida que leemos y viajamos junto a los personajes me ayudó a imaginarme todo, a sentir aromas, sonidos, texturas y colores. Aunque no solo caminaremos por las caminos de Linares, también podremos conocer otra ciudad de Nuevo León.


UN FINAL QUE NO IMAGINABA
Ahora, el final es impactante. Incluso ya cerca de los últimos capítulos la curiosidad que tenía por cómo terminaría la historia era enorme. No sabía qué más esperar después de todo lo que me provocó la novela y estaba deseando que no hubiera aún peores cosas repentinas. Tras leer las últimas páginas, al inicio sentí como si me hubieran arrancado de la historia. Me dejó shockeada la última página y, tras releerla, quedé con un sentimiento casi agridulce pero encantador. No obstante, aunque el final puede parecer raro, con todo lo que viví entre sus páginas no me disgustó para nada.


CONCLUSIÓN
El murmullo de las abejas es una novela que me encantó de principio a fin y que no dudo en recomendar. Tiene personajes muy bien desarrollados, con sentimientos que te llegan de una u otra manera, ya sean buenos, malos, alegres o tristes. La historia de la familia Morales y de Simonopio ha sido algo increíble y siento que la he leído en el momento correcto, pues me ha dejado detalles inspiradores con todo lo que viven. La ambientación, la trama, subtramas, los giros y conflictos me provocaron un montón de cosas que, a pesar de lo agridulce que resulta ser, la releería una y otra vez para volver a disfrutar de momentos, aromas y sensaciones.
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La deliciosa escritura mexicana, la que siempre sabe bien, sabe a tabaco, a luna plateada en una noche muy oscura, sabe a tierra suelta, suspendida siempre en el aire de batallas y de un progreso siempre en pausa, con olor también a naranja dulces y hortalizas frescas, es así nuestra literatura mexicana, o cuando menos, es así como yo la entiendo.

Así también las letras de Sofía Segovia saben mucho a México, en específico, al siguiente libro le brota miel, en 2015 Sofía Segovia estrena su segunda novela El murmullo de las abejas, inspirada principalmente en algunas de las historias, cuentos y anécdotas robadas y reconstruidas de vivencias en su viejo Linares, historias que ella narra en un bello realismo mágico que se respira en los textos que componen su novela y de los que según ella dice, se da licencia, así es que su mundo, el mundo de las abejas, es uno más (sin que por esto demerite su contenido, ni el de los otros más) de los cuentos e historias que construyen nuestra literatura mexicana.

Enmarcada en un México revolucionario se cuenta la historia de la familia Morales, desde aquella ocasión en que, porque la vida no es comprada, el hambre aprieta, y el cariño proviene del lugar menos pensado, los varones Morales son protegidos por una mujer que había aparecido en el momento más difícil para todos los que envuelve el inicio de la novela.

Me sorprende principalmente que no soy un consumidor de lágrima fácil, sobre todo en la lectura, sin embargo, la ternura plasmada por Sofía Segovia en la obertura de esta historia no puede ser ignorada. Lo hace desde sus primeras líneas y lo corrobora con la llegada de Simonopio a la vida de Francisco Morales y su esposa Beatriz, quienes lo adoptan después de haber sido encontrado a la orilla del camino por la nana Reja, una mujer anciana casi inmóvil que cierto día y para sorpresa de todos desaparece al auxilio del pequeño Simonopio, abandonado a su suerte y abrazado por un panal de abejas que lo cuidan y lo cuidarán toda su vida, como lo hará también su nana Reja.

Simonopio es quizá el personaje principal de El murmullo de las Abejas, aunque me niego a aceptarlo así de fácil, pues alrededor de él circulan personajes tan importantes que abrazarán la vida de Simonopio y por supuesto, el Coyote, quien reniega de su existencia desde el primer segundo en que descubrió lo que hace sobrenatural al niño Simonopio.

Historias casculladas, caminatas delineadas por el recuerdo, el paseo de la muerte que se lee tan actual, tan acorde a nuestros días, los miedos de un hombre de familia por proteger lo suyo y una mujer que sin miedo los protege, el odio procedente del temor, y miel en cada página.

Habrá sin duda sus sinsabores, los que hoy suenan a desigualdad pero que Sofía Segovia sabe retratar, los habrá también cuando dentro de las múltiples voces en la narrativa salta aquella que trata de romper una cuarta pared que me deja confundido, aunque sin duda, es mayor el sabor a miel con leche caliente en cada página.

Lo hace así Sofía Segovia, a quien apenas reconozco y a quien estoy seguro volveré a acudir para descubrir lo que hacemos los mexicanos, pues no me queda la menor duda que de su pluma surgen grandes historias que nos identifican.
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Este libro lo amé, desde que lo empecé no pude soltarlo hasta que lo terminé. Es un libro que habla sobre la importancia de la familia y de la amistad, de que la vida tiene que seguir a pesar de todo. Los personajes son entrañable te encariñas con ellos, en especial con Simonopio. Aunque sufrí mucho con algo que le sucedió a un personaje y todo lo que implicó para la familia. No pensé que me pudiera hacer llorar tanto. Una historia qué te transporta a México, con sus problemas y con lo bello del lugar y sus costumbres. Un libro que se quedará en mi memoria por mucho tiempo.

Un par de semanas hace ya que terminé este libro, y por cuestiones de tiempo (ya que no me he dado un ratito para escribir plácidamente en el blogg) no había terminado la reseña, pero eme aquí.

Debo admitir que tenía altas expectativas sobre él desde que lo vi en la web, y no me ha decepcionado en absoluto, es una historia tan tierna como conmovedora sobre aquello que a veces en el día a día de nuestras vidas nos cuesta entender.

La historia comienza con nuestra querida nana reja una típica mujer mexicana de pueblo del siglo XX que tras perder a su bebé por inclemencias de la vida y falta de recursos, encuentra en Francisco Morales recién nacido, el consuelo de criar a un bebé ajeno que tras la pérdida de su madre logra hacer de nodriza y sustituta para él, tal parece que tan grande fue su dolor con la pérdida de su primer criatura que la vida se le va en ello, cuidar, amamantar y proteger a cuanto bebé llegara a sus brazos para darle el sustento del cual las verdaderas madres carecían. Pero es Francisco, el primer bebé que la ayudó a encontrar de nuevo esperanza en la vida quien al crecer y hacerse de una familia adopta a la ya algo longeva nana reja para que viva plácidamente en su hogar como patriarca de la familia.
Lo imprevisto sucede cuando años después de haber dedicado su vida al cuidado de prácticamente todos los niños nacidos en el pueblo de Linares y haberse retirado al quedar secos sus pechos de cualquier sustento que pudieran dar, Nana reja desaparece de su habitual lugar de descanso (una mecedora en la que pasa la mayor parte de sus días, su lugar de vigía) mozos enviados por Beatriz Morales, esposa de Francisco emprenden la búsqueda de nana reja para encontrarla ya sea viva o muerta, sin embargo tal fue la sorpresa que se llevaron al encontrar a la nodriza con un bebé cubierto de abejas en brazos junto con un panal de abejas, es aquí donde la familia Morales recibe con los brazos abiertos a un nuevo integrante: Simonopio.

No hay en todo México un niño similar a él, ya desde su encuentro salta a la vista de que se trata de una criatura especial (para algunos otros diabólica, pero al fin y al cabo diferente) rodeado de sus inseparables amigas las abejas.
Si la familia Morales hubiera comprendido la magnitud de su hallazgo no lo habrían creído en absoluto, Simonopio fue una bendición para ellos, la personita que logró llenar de amor y paz sus corazones a lo largo de sus vidas. ¿Y por qué fue tan especial? mayormente porque Simonopio lo entendía absolutamente todo, escuchaba y percibía cosas que ningún ser humano podría comprender nunca, su especial contacto con los animales fue muy notorio, tenía una conexión con estos y la naturaleza pero lo que los Morales no lograron comprender más que con el paso del tiempo fue su particular manera de comprender el futuro, no es como si se tratara de una tv cualquiera en la que sintonizas alguna programación y obtienes una visión completa de lo que quieres, no, el chico lo presentía, algunas cosas eran más claras que otras puesto que el futuro no está tallado en piedra.
Sin embargo en una época en la que la Revolución acecha la integridad de sus seres queridos esto es de gran ayuda, una historia encantadora llena de dichas, tristezas y relatos que nos recuerdan lo agridulce que puede ser la vida.

La narrativa en principio me resultó un poco confusa (nunca me había topado con alguna de este estilo), cada personaje es protagonista de su propia parte en la historia, con el paso de las paginas resulta enriquecedor para comprenderlos un poco mejor y conocer sus motivaciones y sentimientos. Si te gustó Como agua para chocolate, estoy segura que te encantará este libro.

Un libro que nos invita a disfrutar las pequeñas cosas de la vida y prestar atención a lo que de verdad es importante en nuestras vidas, Simonopio resulta un claro ejemplo de amor, vida y familia. Espero que de verdad lo disfruten tanto como yo, hace tiempo que no me topaba con un libro tan hermoso como este, me ha dejado un gran sabor de boca.

Esta es una historia muy familiar, te hace sentir como en casa, ya que está plagada de costumbres y familia.
Nos habla sobre cómo fue Linares alguna vez, de la mano de Simonopio y sus abejas iremos descubriendo el pueblo, la familia, el amor, la amistad, el rencor y miles de cosas más.
Un libro para aquellas personas que les gusta la nostalgia y algo para recordar.
Enlace: https://youtu.be/OAGyYiMSdJQ

La historia ubicada en Linares Nuevo León nos cuenta sobre la familia Morales sobre todo de Simonopio un pequeño con una pequeña deformidad en el labio, encontrado por Nana Reja cubierto por cientos de abejas que asemejaban un manto, el pequeño sin duda cuenta con ciertas habilidades especiales y pronto se integra a la familia quienes les dan todo su amor y lealtad de manera incondicional.

Ambientada a inicios de la Revolución Mexicana en 1910 no tiene esencia de novela histórica en cambio opta la escritora por el realismo mágico, con ciertas similitudes a la realidad pues ademas enfrentan una pandemia, la gripe española y por si fuera poco el país enfrenta una Reforma Agraria, se explora todas estas situaciones que afectan a la familia ademas de lo que implica cuidar a este niño tan único.

En mi opinión es una novela bastante interesante y aunque en algunas partes parece ponerse algo lento la mayor parte del texto te cautiva en gran manera, te hace reflexionar, remueve muchos sentimientos, amas a los personajes y sufres con ellos, es realmente conmovedor y una vez que lo comienzas ya no puedes detenerte.
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Un libro lento y aburrido. La historia se me hizo súper pesada, la narrativa era muy confusa y nunca me permitió conectar con la historia. La autora divagaba mucho para llegar al punto, y aunque se nota que la autora estaba documentada al momento de escribir la historia, esta pareciera que solo está de relleno y no conecta mucho con la trama principal. Pasamos muchos capítulos hablando sobre la gripe española, llegado a un punto de sentía interminable y ya ni siquiera disfrutaba del tema. Los personajes me quedaron a deber, muchos están planos, y nuestro protagonista, ni siquiera logra resaltar o tener una gran evolución.

Soy poco fan de la ficción histórica, pero suelo encontrarme con joyas, pero esta no es una de ella y diría que ha sido una gran decepción.

A mi parecer es uno de los mejores libros que he leído en este año. Nos cuenta la vida de la familia Morales Cortez, un día la nana de la familia desaparece y al ser encontrada lleva con ella dos bultos en sus brazos, un bebé que cuenta con un defecto de nacimiento (Simonopio) y también un panal de abejas.
Durante el desarrollo del libro nos cuentan que Simonopio tiene esa especial habilidad de escuchar, pero no puede hablar, lo cual hace que esté mas en contacto con sus demás sentidos y tenga una manera diferente de ver el m mundo que lo rodea, a tal grado de poder predecir ciertas cuestiones y así poder evitarlas, además que las abejas, sus fieles compañeras de toda la vida le enseñan lecciones de vida que en un futuro puede llegar a utilizar.
Este libro nos va contado las perspectivas de diferentes personas y como el ambiente que los rodea los puede llegar a afectar, desde un brote de influenza española, la revolución mexicana o la reforma agraria, descrita de una manera que te sumerge mucho en la situación.
Francisco Morales (padrino de Simonopio) defiende con todo lo que puede sus tierras, que desde hace mucho tiempo le pertenecen a su familia, a tal grado que sale de su zona de confort y explora nuevas oportunidades de trabajo.
Es un excelente libro que te hará llorar, reír, imaginar, experimentar ciertas cuestiones que pasamos por desapercibidas y no hay parte del libro que sea tediosa o aburrida.

Acabo de finalizar este libro y me ha parecido una gran novela que mezcla ficción e historia.
Gran personaje el de Simonopio junto a toda la familia, que lo adoran como a su propio hijo.
Una historia llena de ternura, amor,de personajes muy familiares y tambien personas dañinas para este mundo.
Un gran libro.

Simonopio es un bebé cuando lo encuentra la nana Reja acompañado por un panal de abejas. Ambos serán adoptados por la familia Morales, sin saber que serán ellos quienes los adopten y los cuiden a lo largo de los años. Simonopio tiene una característica en los labios que le impide articular palabras inteligibles por la mayoría de las personas. Eso y su aspecto, provocan el rechazo de quienes lo ven pero será necesario conocerlo para comprenderlo.

La narración está dividida entre el mismo Simonopio, Francisco chico y un narrador externo: cada uno de ellos nos presentará hechos que irán formando el destino de la familia. También se juega con los tiempos al incluir pequeños atisbos de la vida en el futuro y de algunos eventos del pasado familiar.

La presencia de Simonopio le da a la trama el toque de realismo mágico justo para recordarme aquellas tardes que pasé leyendo "Cien años de soledad" y "La casa de los espíritus": no se necesita más justificación que la propia historia para darle credibilidad a su capacidad para comunicarse con las abejas y para recibir su ayuda cuando es necesario.

Me sorprendió que la mamá, Beatriz, saliera un poco del molde de esposa y madre para pensar en sí misma y tomar decisiones difíciles. Lo mismo pasa con la nana Reja, quien a simple vista es solamente terca pero siempre tendrá motivos para sus acciones. Sin embargo, el resto de los personajes femeninos son presentados con pocos rasgos.
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