Un día de diciembre

Tenía pensado leerlo este mes de Diciembre pero mis ganas de leerlo no eran normales y no pude esperar.
Es un libro precioso y muy al estilo de las pelis de los fines de semana de Antena 3 porque hay situaciones de lo más surrealistas y por las que no le he dado las 5 estrellas.
Me parece que la historia está muy bien narrada y con la que es fácil de engancharte y que haga que no quieras soltarlo. La trama está repleta de clichés y eso es lo que hace tan especial a esta novela, es imposible que no te enamores de sus personajes y os aviso que vais a llorar, más que nada porque yo lo he hecho (lloro con cualquier cosa).
En fin, tampoco os quiero contar muchas cosas porque conociéndome os puedo destripar el libro al completo y esa no es la idea. Solo puedo deciros que si os encantan los libros románticos este os va a encantar.

Tenía las expectativas muy altas con este libro y le tenía muchas ganas. La historia en sí me enganchó pero no soportaba a los personajes ni a Jack ni a Laurie y mucho menos a Sarah a partir de una cosa que ocurre.
La historia transcurre entre saltos de tiempo lo que hacía que me faltase información y el desenlace es demasiado rápido para mi gusto

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me gusto pero muy plano todo

Un día de diciembre es una lectura para Navidades, para esas fechas señaladas, ya que tiene un ambiente muy de películas de esa temporada. Es una lectura ligera y entretenida pero con unos personajes difíciles de empatizar.
A pesar de todo, es una lectura que te engancha y es de esas que no paras de leer hasta terminar el libro.

Es una novela muy bien estructurada, muy realista con el paso del tiempo, con el sufrimiento de las perdidas, la madurez y como sigue la vida. Su único aspecto negativo son los personajes secundarios y algunos principales. Pero es la mejor lectura que se puede encontrar cuando quieres desconectar un poco de todo en unos días de invierno.
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No me extraña que la editorial esté haciendo una fuerte promoción de este libro, porque es el regalo perfecto para las Navidades: pese a que transcurre a lo largo de casi diez años, la Navidad es protagonista de más de una escena, y en Londres para más inri, al más puro estilo Love Actually.

La protagonista es Laurie, una chica de veintipocos años que vive junto con Sarah en un piso compartido que será testigo de sus primeras experiencias con trabajos y novietes. Su amistad poco a poco se va forjando durante esa vida un poco de piso de estudiantes, e incluso se inventan un sándwich que es en cierta manera el símbolo de esa amistad y que aparecerá más de una vez a lo largo del libro (ver cita).

Y es ahí donde entra en juego el tercero en discordia del que será este triángulo: Jack, un hombre maravilloso que Laurie atisba desde un autobús en una tarde invernal y que meses después se materializa en su propia casa como nuevo novio de Sarah. A partir de ahí, Laurie y Jack saben que ahí hay algo, pero ninguno quiere herir a Sarah y tratan de acallar esos sentimientos y seguir con su vida, y así pasan años y años...

La verdad es que este libro no es un mal regalo para Navidad: se lee muy bien, la narración es agradable y se pasan las páginas en un suspiro. La ambientación es muy Londres en Navidad, con lo cual es una lectura que ahora apetece, y sobre todo es ideal para gente de diecimuchos o veintipocos que están dando sus primeros pasos en la vida: primeros trabajos, primeras relaciones, primeras amistades a muerte. Este libro tiene una puntuación buenísima en todas las redes sociales y puedo entender por qué.

En cuanto a mí, es una lectura que no se hace cuesta arriba, pero da mil vueltas y en un momento dado me descubría esperando pacientemente a que la trama dejara de enredarse de una vez y Laurie y Jack acabaran juntos. No hago aquí mucho spoiler, porque está claro en una novela de este tipo, y con la imagen de portada que tiene, que van a acabar juntos. Y lo malo es que en un momento determinado de la trama casi me daba igual que eso pasara o no, porque como lectora no he acabado de entender el atractivo de Jack. Sí, vale, es guapísimo y hace suspirar a todas las féminas al entrar en una sala, y sus ojos color verde miel (o algo así) quitan el sentido, pero en realidad no llegamos a conocerlo mucho más y varias cosas que hace a lo largo de la trama son bastante deleznables. Por otra parte se habla mucho de la GRAN AMISTAD que tenían Laurie y Jack, a la que recurren durante casi una década, pero en realidad esos dos personajes apenas pasan juntos un puñado de escenas. Esas escenas la autora las hace muy cinematográficas (como la del callejón con lucecitas, o en lo alto de la noria) para asegurarse de que quedan muy bien en una futura película, pero en realidad no hay mucha chicha detrás. Josie Silver te dice todo el rato que Jack y Laurie son muy amigos, pero yo como lectora no he acabado de entender por qué.

Por no hablar de que, si ves a un chico que te gusta muchísimo en la parada de un autobús, hasta el punto de que te obsesionas con él y lo buscas en los bares de todo Londres, ¿no sería lo más lógico volver a esa parada de autobús más o menos a la misma hora durante varios días para ver si lo encuentras? Pues no, a nuestra intrépida protagonista eso no se le ocurre.

En fin, para mí la historia de amor no ha estado a la altura (y se resuelve de forma demasiado precipitada, por cierto). Además, la autora cambia historias y personajes a su gusto para que le cuadren en la trama: ¿que Oscar es un hombre racional y maravilloso? Pues lo cambiamos cuando se va a Bruselas y lo volvemos un ser egoísta y frío para justificar lo que pasa después. ¿Que sería un poco raro tener a Sarah en escena cuando Jack y Laurie por fin se líen? ¿Y si la matamos? No, eso sería un poco exagerado, pero podríamos mandarla a la otra punta del planeta. Ah, eso suena mejor. Así, nuestros protas no se sentirán cohibidos en absoluto en su happily ever after.

El problema ha sido llegar a este libro que gira en torno a una supuesta gran amistad entre hombre y mujer después de haber leído el libro por excelencia sobre ese tema, El silencio del bosque, la maravillosa química entre Rob y Cassie y la forma de narrar de Tana French. Después de eso, nada de lo que una lee está a la altura...


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Le acabo de terminar y me encanto, aunque a veces es muy triste.

Un día de diciembre cuenta la historia de Laurie, una chica de veinticuatro años que sueña con ser redactora en una revista. Vive con su mejor amiga, Sarah, que quiere ser presentadora. El libro comienza cuando un día, mientras está subida al autobús y este parado, ve en la parada del autobús a un chico guapo y misterioso. Sus miradas de juntan y, entonces, el autobús arranca, haciendo que no sepa ni su nombre.
Un año después de buscar a ese chico misterioso, Sarah le presenta a su nuevo novio y con el que, según ella, se quiere casar: Jack. Y sí, ese chico es EL chico. Sin embargo, él parece no recordarla, así que Laurie no saca el tema, ni a su amiga, y actúa como si no llevara obsesionada con el novio de su mejor amiga desde hace un año.
Así que, durante un largo tiempo, el libro nos va a ir enseñando todas las veces en las que Laurie y Jack coinciden, en las que se hacen amigos, en las que sus vidas continúan... En general, como sus vidas siguen, a pesar de estar ella enamorada de él en secreto.
Los capítulos son de unas diez páginas, aunque también los hay de menos. Aunque la mayoría se hacen adictivos, y los cambios de narradores también enganchan, es cierto que con los saltos en el tiempo, porque en cuatrocientas páginas pasan casi diez años, da la impresión de que se pasa muy rápido. Por ejemplo, hay un cliché típico de novela romántica dramática que ADORO, pero en esta historia solo ha durado unas cinco páginas.
Lo que más me ha gustado ha sido Laurie, aunque me ha puesto nerviosa en muchos aspectos, su manera de seguir adelante es admirable. También me ha gustado mucho ver la evolución de Jack.
El final me ha parecido precioso. Es el perfecto final digno de la novela. al fin y al cabo, el libro es como la típica película navideña de Antena 3 al mediodía, aunque este libro no tenga mucho de Navidad, la esencia es la misma.
En resumen, Un día en diciembre es una novela romántica, con clichés, con toques dramáticos. Con capítulos adictivos y ágiles. Con un final que te deja con ganas de abrazar la almohada y no soltarla.