Me encuentro en un raro estado de ánimo. Estoy sola...completamente sola...en el mundo...la calamidad y el infortunio se han cruzado en mi vida y me afectan, sé que estoy a punto de morir y me siento feliz...alegre. Siento mi pulso, late deprisa; pongo mi mano delgada en mi mejilla, arde; noto dentro de mí una leve y viva energía que emite ya sus últimos destellos. Nunca veré las nieves de otro invierno, creo que nunca más volveré a sentir el calor vivificante del sol de un nuevo verano; y con esta convicción empiezo a escribir mi trágica historia. |