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Tres novelas teresianas (1967) relatan 3 etapas de la vida de Santa Teresa de Ávila, son 3 relatos paródicos y contados en el estilo barroco del Siglo de Oro sobre la vida de la santa, por cierto muy bien escritos y documentados. En el primer relato La Puerta Grande Teresa tiene 16 años, es huérfana de madre y su padre tiene dificultades para educarla. Además la niña es de salud frágil, le han diagnosticado tisis y sufre de desmayos El padre la pondrá en un convento de las agustinas hasta que la niña se case. A Teresa la persigue la noción de pecado, que ella ha concretizado con una puerta grande que puebla sus sueños : más allá de la puerta, el pecado la acecha. En este episodio se cruzará con un Don Quijote más loco que nunca y siempre acompañado de Sancho Panza, con quienes tendrá una amena conversación. Juntos asistirán a una pieza de teatro ambientada en Sodoma. El segundo relato es La princesa bisoja : Teresa ya es la superiora del convento de las carmelitas reformadas, es una santa mujer y su fama ha difundido. Llega al convento la princesa de Éboli que acaba de enviudar y para acallar las malas lenguas, ha decidido retirarse en un convento. El edificio y varios otros, le pertenecen por lo que Teresa debe acogerla. El relato es muy jocoso porque la princesa es bizca y no para de contar sus proezas sexuales a la pobre monja anonadada y tiene la insolencia de acoger en el convento a Don Juan Tenorio. En La misa de Fray Hernando, Teresa, de unos 50 años goza del mecenazgo del Duque de Alba, feroz perseguidor de los hugonotes y compinche de la Inquisición. Teresa está muy alterada por la participación directa del rey Felipe II en el asesinato del Barón de Montigny. Releer la Historia mezclada con la literatura con un enorme guiño saleroso. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. + Leer más |
Ramón J. Sender (1901-1982) fue consciente, y así lo escribió en su libro Memorias bisiestas (1981), de la imposibilidad de agotar la realidad en que vivimos, a pesar de todos los intentos por convertirla en tema de permanente análisis y reflexión; no obstante, desplegó una obra ingente y variada a lo largo de más de sesenta años de incesante escritura.
Entre los más de cien libros publicados por Sender, han quedado varios que han de ser apreciados como verdaderas obras maestras. La literatura española del siglo xx difícilmente podría entenderse sin creaciones como «Réquiem por un campesino español», «Imán», «Siete domingos rojos», «Míster Witt en el Cantón», «El lugar de un hombre», «Crónica del alba», «El rey y la reina», «Monte Odina», entre otros.
La exposición Ramón J. Sender. Memoria bisiesta homenajea el cuarenta aniversario de la muerte del polifacético autor oscense, a la vez que pone de relieve la vigencia de su obra: buena parte de los grandes asuntos que abordó —la necesidad de definir el mal, la cambiante condición del ser humano, las siempre enigmáticas relaciones entre el individuo y el mundo, la depravación que supone la guerra— mantienen plena y renovada actualidad.
La muestra nos conduce a través de un viaje cronológico y temático que recorre la obra y vida del autor con nueve paradas: «Primeras inquietudes (1901-1922)», «Marruecos y España (1923) », «En Madrid (1924-1929)», «Tiempo de militancia (1930-1935)», «Contraataque (1936-1939)», «Exilio (1939-1982)», «Sender hoy», «Correspondencia» y «Sender pintor».
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