En verdad hay cosas que el mismo Dios no entiende, aunque las haya creado.
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En verdad hay cosas que el mismo Dios no entiende, aunque las haya creado.
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Tiene sobre la cabeza, que resplandece con mil rayos, más que el sol y la luna juntos, un cartel escrito en romanas letras que lo proclaman Rey de los Judíos, y, ciñéndola, una dolorosa corona de espinas, como la llevan, y no lo saben, quizá porque no sangran fuera del cuerpo, aquellos hombres a quienes no se permite ser reyes de su propia persona.
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Ah, preferís ir en barca, pues mejor, sí señores, os llevaré hasta la orilla, para que todos puedan, al fin, ver a Dios y al Diablo en sus figuras propias, y que vean lo bien que se entienden y lo parecidos que son.
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Quiero decir que los demonios que moraban en el poseso están ahora libres, porque los demonios no mueren amigos míos , ni siquiera Dios los puede matar.
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No hay en mi alma un pensamiento que no conozcas, es justo que sepas qué pensamientos tuvo mi madre sobre mí, así me ahorraras el trabajo de contártelo luego, respondió Jesús.
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Lo que no me ha gustado mucho es la historia con María de Magdala, una puta, pero en fin, estás en la edad, aprovéchate, una cosa no impide la otra, hay un pecar y un tiempo para tener miedo, tiempo para vivir y tiempo para morir.
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Ya ves, si encontrásemos al Diablo y él se dejase abrir, tal vez nos lleváramos la sorpresa de ver saltar a Dios de allí dentro.
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La lengua de los hombres también es doble, tanto sirve para la verdad como para la mentira.
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Fue ayer, y es lo mismo que si dijéramos, fue hace mil años, el tiempo no es una cuerda que se puede medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y se aproxime.
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Uno no puede elegir los sueños que tiene, son los sueños los que eligen a las personas.
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Son considerados los padres de la filosofía occidental: