Los Ojos Del Perro Siberiano

Es uno de los libros que más me gustó, es una lectura muy fresca de leer y bastante entretenida. Deseo ya leer la segunda parte!

El protagonista pertenece a una familia de clase media alta que vive en el barrio de San Isidro en Buenos Aires y cuya vida transcurre en un ambiente cuidado: sus compañeros de escuela pertenecen a familias que han sido amigas desde varias generaciones atrás, conoció a su mejor amigo desde que eran prácticamente bebés y con él ha pasado todos los momentos importantes de su existencia.



Por eso cuando Ezequiel, su hermano 13 años mayor que él, se va de la casa y deja de ser nombrado, el protagonista sabe que algo no va bien. Los primeros años de la ausencia de su hermano no fueron relevantes porque él apenas tenía 5 años pero en cuanto llega a la pubertad su interés se incrementa y empezará una relación fraternal que ya no tenía contemplada y que será más breve de lo que esperaba: "es terrible darse cuenta de que uno tiene algo cuando lo está perdiendo".



El personaje de Ezequiel es misterioso y por eso provoca la curiosidad tanto del protagonista como de los lectores: nos van dando a cuentagotas su información y hay muchos datos que seguiremos sin saber, pero eso no impide que sea mi personajes favorito: empieza a ver la vida desde otro ángulo cuando lo diagnostican con una enfermedad mortal (por lo menos en aquella época) y eso lo transforma: pasa de ser el hijo de familia modelo a ser una persona aparte, con deseos y defectos como todos.



En cuanto a los padres, de la mamá sabemos más por sus aficiones a cocinar y mantener su jardín con hierbas aromáticas pues su opinión siempre está supeditada a la de su esposo. El papá es un hombre que tiene muy claras sus ideas sobre todo: cómo debe ser un padre, un hijo, una vida exitosa. Y cuando Ezequiel sale de ese molde, llegará casi a desconocerlo.



Mención aparte merece la abuela, quien vive en el campo pero está presente en la vida de sus dos nietos, a veces incluso sirve de enlace entre ellos. No se deja intimidar por las opiniones del padre y sigue las propias, dándole al protagonista un modelo a seguir.



También quisiera mencionar a Mariano, quien había sido el mejor amigo del protagonista hasta que le cuenta sobre la enfermedad de su hermano y reacciona como la mayoría de las personas: con rechazo, no solamente hacia el enfermo, sino también hacia su amigo, si bien le mantiene la "lealtad" al no contar en la escuela el verdadero motivo de haberse distanciado, después de haber crecido juntos.



Una novela sobre la familia, el amor fraternal y el descubrir la propia identidad, muy recomendable para todo tipo de lectores.

Este libro es de mi hermana, desde hace tiempo tenía pensado leerlo pero nunca se daba la ocasión, además, no sé por qué, pero pensaba que era un libro complejo, de esos que tenes que leerlos tranquila, pero me llevé una agradable sorpresa.
La historia está contada en primera persona por el hermano menor de Ezequiel. En ella nos relata los recuerdos sobre su hermano y sobre cómo era el ambiente en aquella época cuando decidió irse de casa.
El narrador de esta historia es el tercer hijo de un matrimonio con pensamiento "clásico" por decirlo de alguna manera. El padre impone su autoridad y lo que diga es ley y la madre tiene como pasatiempo la jardinería.
Nos relata lo que recuerda de pequeño, cuando Ezequiel decidió irse a vivir solo y tener más tranquilidad en su vida, ¿La razón? El sida.
Sus padres se avergonzaban de que uno de sus hijos tuviera esa enfermedad, incluso, llegando a tal punto de que, cuando llegó un momento en que ya no se podía disimularla, ellos dijeron que su hijo tenía Leucemia.
El título del libro es por un perro que adoptó Ezequiel cuando se fue a vivir solo. Dijo que había sido el último en nacer y que a estos suelen sacrificarlos porque son los menos fuertes y menos puros.
Otra de las razones era porque los ojos de este perro son de color marrón, y su mirada se siente diferente a cómo lo mira el resto de las personas, sin decepción, sin preocupación, sin curiosidad, sin rechazo ni enojo.
Nuestro protagonista tiene una forma de ser muy tranquila y sumisa, él mismo lo reconoce en varias oportunidades al confesar que nunca se animó y desafiar ni reprocharle nada a su padre el trato que tuvo con el pobre Ezequiel.
Me leí este libro en dos días pero solo porque tenía muchas cosas por hacer, porque si no me lo leía en unas pocas horas.
Tiene pocas páginas y la letra es muy grande, aparte de que tiene capítulos cortos. Es muy fluido y de fácil comprensión.
Sentí muchas cosas al leerlo. Me recordó aquella época en la primaria cuando hablaban de esta enfermedad y todos reaccionaban como estos personajes.
El rechazo y el miedo que le tienen a esta enfermedad y a la gente que la padecen y en como los marginan.
Si tenes ganas de leer algo cortito y entretenido este es tu libro.

🐶Opinión: Un libro agridulce, pero en el buen sentido. No me ha pasado jamás con un libro que a pesar de los temas que desarrolla, y no es spoiler porque hablamos sobre una enfermedad muy catastrófica, me haya dejado un sabor entre los triste y lo bien. Quizás el tocar de cerca una enfermedad crítica en mi entorno personal me lleva a sentirme como nuestro protagonista, quien debe a través de esta situación aprender cosas nuevas desde niñez a juventud y seguir viviendo con ello. Es difícil, es terrible, es injusto y es increíblemente doloroso ya que uno no puede hacer nada por la otra persona; quizás por eso lo entiendo y a la perfección.
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Nuestro narrador nos cuenta la historia de su hermano mayor, Ezequiel, antes de partir a su vuelo con destino a Estados Unidos ya que se va a estudiar. Desde los cinco años hasta sus dieciocho nos explica cómo afectó en su vida, su familia, su entorno la situación de salud de su hermano y como a pesar de ello aprendió valiosas cosas, pero no es simplemente una novela donde todo es color de rosa porque el protagonista aprende valiosas lecciones, sino porque nos muestra la esencia natural de él también cuando relata sus errores, sus enojos, sus enfados, como cualquier chico de esa edad. Me gusta la naturalidad con que fluyen los capitulos, como en solo pocas páginas puedes llegar a comprender al narrador a través de los años y como también conoces a Ezequiel y su familia, sus reacciones, decisiones y descenlaces.
Creo que no hay peor fantasma en la vida de una familia que una enfermedad. Algunos dirán la muerte, otros los abandonos, déjenme decirles que como experiencia personal he pasado por todos y ninguno es tan molesto y pesado como lo es una enfermedad grave, sea cual sea, no necesitamos un nombre pero si saber que es una especie de grieta difícil de reparar. Quizás por eso lo acepto. Quizás por eso no me es difícil comprender las palabras que se desarrollaron en éstas páginas. Aún así, entre tanta oscuridad y desgaste, tenemos siempre la salida, puede ser dolorosa, pero nos da un pase a seguir viviendo, poniendo lo mejor de uno mismo, viviendo al maximo, experimentando cosas y aprendiendo que el dolor también es algo con lo que caminar. Sentir miedo, dolor, incertidumbre ante la perdida de un ser querido no es malo, es sinónimo de que amamos a esa persona, pero eso no nos debe definir, si podemos vivir con ello pero jamás permitir que se transforme en una carga de vida. La vida es hermosa, con sus altibajos, una perfecta montaña rusa de sensaciones que nos pueden gustar o no, pero vale la pena vivirla al máximo. Sino como diría Ezequiel " —Mira, lo único cierto que sabemos todos de la vida es que nos vamos a morir. Y lo único incierto es el momento. Digamos que al enterarme de lo incierto avanza sobre lo cierto, me propuse no morirme hasta no poder tocar la Suite No.1 en Sol Mayor de Bach. —y se rió."
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Entretenida y conmovedora historia de dos hermanos que por discusiones se separam pero por otras circunstancias se volverán a ver y se conocieran mejor.

Una historia corta pero con un mensaje muy profundo. Toca un tema bastante tabú en muchas sociedades, o por lo menos en la mía y forma parte de nuestra realidad. No importa el cómo, ni el dónde, no por eso debemos etiquetar y hasta perder antes de tiempo a un ser querido. En este caso un niño de 10 años fue más maduro y coherente que sus propios padres y no se resignó a perder a su hermano antes de que dejara este plano y disfrutó y aprendió de él lo más que pudo. Es bueno leer sobre estos temas y aunque den temor y uno no quiera que esas cosas pasaran pues están ahí y hay que afrontarlas y más aún ayudar y apoyar a quien lo padece.

Un libro hermoso, que te llega al corazón con poquito. Trata sobre la familia, la enfermedad, el amor, y el tabú en esos temas tan poco tratados. Imposible salir del mismo sin llorar o sin que se te de vuelta el corazón. Completamente precioso.