Este libro ya me llamó la atención cuando se publicó en 2018, pero no ha sido hasta ahora que lo he leído aprovechando que me encajaba en una de las categorías del PopSugar, reto que, dicho sea de paso, tengo bastante claro que no voy a cumplir.
Quincy Carpenter goza del dudoso honor de ser una de "Las Últimas Chicas", es decir, chicas que han sobrevivido a una matanza. Hace ya diez años desde que consiguió huir del asesino que mató a todos sus amigos cuando tiene noticias inesperadas de las otras dos supervivientes: Lisa aparece muerta en extrañas circunstancias y Sam se presenta en su puerta de improviso.
A veces me cuestiono mi manía de leer las sinopsis, sobre todo cuando engancho una de estas épocas en las que la idea que se forma en mi cabeza tiene poco o nada que ver con lo que acabo encontrando dentro del libro. No es un secreto que el cine de terror me encanta, pero las películas slasher no son mis favoritas y al leer la sinopsis pensé que sería justo lo que iba a encontrar: una historia de terror en la que un asesino se dedica a perseguir y eliminar a
las Supervivientes. Vamos, que yo esperaba que en este libro muriera hasta el apuntador, pero no ha sido eso lo que he encontrado...
Puede parecer que estamos ante uno de esos casos en los que el libro no ha terminado de convencerme porque no ha cumplido con mis expectativas, pero no. En realidad, la historia planteada por
Riley Sager me parece una genialidad y ese giro final a mí me cogió totalmente desprevenida (aunque pensándolo fríamente seguramente es bastante predecible); es el camino escogido por el autor lo que no ha terminado por convencerme.
Las Supervivientes cuenta con dos tramas temporales; por un lado tenemos el presente tras la muerte de Lisa y con Sam plantada en la puerta de Quincy y por el otro, Quincy va recordando poco a poco lo que ocurrió aquella noche con él, aquel del que ni siquiera quiere pronunciar el nombre.
Hay que tener en cuenta que el testimonio de Quincy es poco fiable, pues sabemos desde buen principio que no recuerda lo que ocurrió esa noche y es gracias a Sam que irá recordando. Esta es la parte que a mí me pareció muy incongruente, esa presión que Sam no deja de ejercer, presionando a Quincy para llevarla al límite de varias formas; el tener claro que es un personaje que esconde algo, pero no tener ni idea de qué puede ser, lo único que tenemos claro es que Sam quiere algo de Quincy, solo que no sabemos qué.
Esta fue la parte del relato que se me hizo más cuesta arriba. El no saber, el no intuir, es contradictorio porque en cualquier otro libro me habría encantado ir tan perdida, pero en este no me gustó nada. La desconfianza que me provocaba el personaje de Sam no me animaba a continuar.
Y sin embargo llegamos a la recta final y las piezas del puzle empiezan a encajar poco a poco, demostrando que el viaje en realidad ha merecido la pena, porque Quincy logra desbloquear esa noche finalmente y lo que ocurrió puede que no tenga mucho que ver con la versión oficial.
Las Supervivientes es un thriller con un muy buen planteamiento y aún mejor final, pero en el que no ha terminado de gustarme como el autor desarrolla la historia, haciendo que una buena parte del libro me resultara demasiado lenta, ya que al no entender lo que estaba ocurriendo no me animaba a seguir leyendo. Aún y así, la considero una lectura que ha merecido la pena y sé que voy a repetir con el autor.
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