En la vida real, a diferencia de la ficción, nada es lo que parece.
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En la vida real, a diferencia de la ficción, nada es lo que parece.
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Sé que me esperarás y sé que te reconoceré entre la gente, como te reconocería aunque hubiesen pasado mil años. Lo sé desde hace tiempo.
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Cuando el cuerpo está herido, la mente no tarda en desviarse del camino. Es ley de vida.
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Por último, reparó en sus ojos, el único rasgo de su apariencia que se le antojaba fuera de lo común. Grandes y claros, (...) parecían dibujados para esconder secretos tras una mirada intensa y vagamente triste.
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Todos los niños tienen en su corazón un lugar reservado para la mujer que los trajo al mundo. Es como un punto de luz que nunca se apaga. Una estrella en el firmamento.
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-Lo cierto es que estaba leyendo y me he quedado completamente dormida. -Eso significa que debe usted cambiar de libro. |
Desde aquella noche he sabido que algún día, no importaba cuándo, llegaría nuestro momento. Que en un lugar lejano, las luces de septiembre se encenderían para nosotros y que, esta vez, ya no habría más sombras en nuestro camino.
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El futuro apenas deparaba para ambos más que la perspectiva de una simple amistad. Una profunda amistad. Un puente invisible se alzó entre los dos mundos que se sabían separados por océanos de recuerdos.
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Era una sensación ambigua y a medio camino entre lo sublime y lo ridículo. Una sensación peligrosamente embriagadora. Una sensación más poderosa que el pudor, que el reparo o el remordimiento. Hasta había olvidado lo reconfortante que era sentir que alguien se interesase por ella.
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Querida Irene, Las luces de septiembre me enseñaron a recordar tus pasos desvaneciéndose en la marea. Sabía ya entonces que la huella del invierno no tardaría en borrar el espejismo del último verano que pasamos juntos en Bahía Azul. Te sorprendería comprobar lo poco que ha cambiado todo desde entonces. La torre del faro sigue alzándose como un centinela entre las brumas, y la carretera que bordea La Playa del Inglés es apenas ya un pálido sendero que serpentea entre la arena hacia ninguna parte.
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¿Quién es autor del libro?