La luna implacable

Año 1963. Una década después de que el gran meteorito impactara contra la Tierra, son muchos los desastres naturales los que la azotan. La intención de la Coalición Aeroespacial Internacional es evacuar a la mayor parte de la población, pero son muchos los habitantes que se niegan a abandonar la Tierra.

Nicole Wargin es una de las primeras mujeres astronautas que está en misión en la nueva colonia lunar. Allí intentará poner fin a la conspiración que se ha fraguado por parte de los terraprimeristas, empeñados en su propósito de sabotear la misión y así evitar que la población de la Tierra tenga la posibilidad de emigrar a la Luna.
"La luna implacable" es la tercera parte de la saga llamada La astronauta escrita por Mary Robinette Kowal. Con ella, la autora ha ganado los premios Nébula, Locus y Hugo, situándose su primera entrega "Hacia las estrellas" como uno de los diez mejores libros de ciencia ficción según revistas prestigiosas estadounidenses como el Publishers Weekly.

Aunque "La luna implacable" es ya una tercera entrega, podría leerse sin haber leído las dos primeras, ya que en la misma sinopsis de la contraportada, la editorial cuenta lo más importante a saber, y es que un gran meteorito impactó contra la Tierra años antes. Esto ocurre en la primera entrega: "Hacia las estrellas" y a partir de ahí, lógicamente, suceden muchas otras cosas. Pero yo aconsejo a quien quiera sumergirse en esta saga que comience por el principio, así va a saborear mejor toda la historia y no se perderá detalles que, de empezar por esta tercera entrega, le pasarían por alto seguramente.

Mientras en las dos primera entregas la protagonista principal fue la astronauta Elma York, en esta tercera parte es Nicole Wargin, compañera y también de las primeras mujeres astronautas.

Al igual que en las dos primeras partes, nos encontramos ante una ucronía, es decir, la autora Mary Robinette Kowal ha situado la acción en el pasado, pero en un pasado ficticio, en el que un gran meteorito impactó contra la Tierra, provocando varias catástrofes. Este suceso provocó que los habitantes tuvieran que buscar un destino fuera del planeta, ya que a largo plazo, la Tierra sería inhabitable. Este tipo de literatura es muy jugosa, ya que estamos acostumbrados a leer en ciencia ficción, distopías futuristas y no como es este caso, que nos situamos en unos años sesenta bastante diferentes a como los conocemos.

La ucronía abarca solamente al meteorito y sus posteriores consecuencias. La sociedad que nos plantea la autora no se diferencia de la de la realidad de la época. Existía el machismo tan común en los años sesenta, la mujer quedaba relegada a las labores femeninas, como la casa y los hijos, tampoco existían los ordenadores, ni teléfonos móviles. La autora ha sabido manejar muy bien este pasado alternativo, siendo en todo momento muy creíble.

En "La luna implacable" también tendremos en los papeles protagonistas a las mujeres, aunque ya es menor su lucha por conseguir un lugar que siempre ha sido de los hombres. Aquí ya lo han conseguido, y que las mujeres sean astronautas ya no es nada fuera de lo común. Aunque sigue existiendo esa sociedad dominada por el hombre, en la que la mujer es parte secundaria en todo, e incluso se ve normal que, al lado del marido, la mujer sea sólo un bonito adorno.

En "La luna implacable" la acción se sitúa principalmente en la nueva colonia lunar, esto no quiere decir que lo que esté pasando en la Tierra no sea importante. al principio de cada capítulo y a modo de noticia de diario, nos iremos enterando de todo lo que está ocurriendo en la Tierra, tanto políticamente como en torno a las catástrofes naturales que están sucediéndose. Este es un buen recurso para mantenernos informados, dejando que nos centremos en la acción principal que está en la Luna.

Un punto más a favor de la novela es la facilidad que va a tener un lector no habituado a leer ciencia ficción, ya que la autora ha conseguido contar la historia sin demasiados tecnicismos, cosa que se agradece. No todas las historias del género logran esto y pueden llegar a aburrir con datos "espaciales" que no tienen el mayor interés en su lectura.

Y allá en la Luna, con Nicole como protagonista, se van a dar escenas de bastante acción y tensión. Esto es a causa de la conspiración que se urde por parte de aquellas personas que ya por sus creencias religiosas o políticas, están empeñadas en que la vida debe seguir en la Tierra y no emigrar a otros planetas. Todo esto trae consigo capítulos en los que los nervios del lector van a estar a flor de piel. Nicole va a estar en el centro de toda la acción que, junto a sus problemas personales, como de salud, la van a poner al límite.

Me ha gustado reencontrarme con personajes ya conocidos de las otras entregas, pero he echado de menos a Elma, la indiscutible protagonista de las anteriores, que quien haya leído la segunda parte, "El destino celeste", sabrá por dónde está y por qué no sería creíble que apareciera en esta tercera parte. En general, todos los personajes me parecen muy reales, ya que la autora ha tenido la habilidad de además de contarnos sus peripecias como profesionales del espacio, también los vemos en sus relaciones personales como maridos, mujeres e incluso padres y madres. Esto les da a los personajes la oportunidad de profundizar en sus historias y en sus sentimientos.

Y por último decir que por ahora nos encontramos ante una trilogía, pero la autora ya está trabajando con una nueva entrega, que sería la cuarta. Ojalá existan muchas más en un futuro, ya que al universo creado por Mary Robinette Kowal se le puede sacar mucho jugo y da para muchas aventuras aún.

En resumen, "La luna implacable" es una buena ucronía de ciencia ficción, en la que hay acción y aventuras, y a la vez historias personales con unos personajes difíciles de olvidar. La recomiendo tanto a los amantes de la ciencia ficción, como a los que no están acostumbrados a leer este tipo de historias, ya que además de todo esto, lleva implícita una crítica social en una época muy distinta a la nuestra.
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Conflicto en base
Año 1963, hace once años la Tierra sobrevivió al impacto de un meteorito, aunque las consecuencias humanas y políticas fueron nefastas. En ese momento, la ONU decretó que la colonización del espacio era necesaria, ya que la habitabilidad del planeta había quedado completamente comprometida. En la actualidad, la misión para colonizar Marte está de camino y ya hay una colonia establecida en la Luna. Sin embargo, en la Tierra la tensión política aumenta, ya que la facción que considera que habría que invertir los recursos en la recuperación de la Tierra está atentando contra las instituciones que representan la huída hacia el espacio.
Dentro de este panorama político y humanitario, esta novela de ciencia ficción, por cierto muy depurada y escrita con mucha maestría, nos lleva a ver el desarrollo de este conflicto a través de los sucesos que irán ocurriendo en la principal colonia establecida en la Luna. de este modo, encontraremos en la obra dos temas perfectamente entrelazados en esta trama principal. Por una parte, el tejido político de la Tierra, sus movimientos, sus influencias y sus manipulaciones; y, por otra, el desarrollo de los viajes espaciales, las problemáticas que estos suponen, la situación y cómo está afectando el desarrollo político.
Gracias a este conflicto, a esta gran trama de ciencia ficción que supone toda la cuestión de la colonización de la Luna, tenemos que añadirle cierta trama de investigación, ya que la tensión, como hemos dicho, llegará a la colonia lunar. En ella, nos adentraremos en la investigación de los sabotajes que están sufriendo las misiones de la CAI (Coalición Aeroespacial Internacional) principal valedora del plan de evacuación de la Tierra.
Más allá de la Luna
De este modo, con una mezcla tan a lo Blade Runner, por ejemplo, la autora consigue que la tensión narrativa se mantenga en un constante alto con picos de verdadero sobresalto. Con un comienzo más o menos tranquilo en cuanto a nuestra protagonista, Nicole, pero muy activo en cuanto al ambiente, veremos como poco a poco la trama evoluciona a una tensión al alza, no solo por los sucesos sino también por las conclusiones a las que nuestros personajes van llegando.
Y, aunque la trama es muy interesante y te deja muy buen sabor de boca, quizá lo que más me ha gustado ha sido que a esos dos temas de la trama principal, se añada también la cuestión de la mujer, que parece mucho más avanzada que en nuestros sesenta reales.
Nicole es una de las primeras astronautas en viajar al espacio, sin embargo, ahora ha quedado relegada por la prensa, fuera de la CAI, a ser la mujer florero del gobernador de Kansas City. Además, aunque como instructora de vuelo tendrá su peso y su veteranía, no le permitirán avanzar en su carrera simple y llanamente por ser mujer. Así, la autora nos enseña cómo, aún en el éxito relativo, existe el techo de cristal, cómo la percepción de la edad de la mujer puede afectar a su carrera o cómo se nos atribuye más grado que ansiedad que a los hombres…
Y todos estos temas quedan perfectamente desarrollados, no solo por la percepción femenina, sino también por la masculina. Nos ofrece así un contraste con una realidad que parece que en nuestro mundo no existe: los hombres también padecen y se preocupan. Así, encontramos en la obra el Club de los maridos de las astronautas, que nos ofrece esa visión más sentida y más dolida, de las decisiones complejas que han de tomar, de quienes se quedan esperando. Papel que, por otro lado, siempre ha sido atribuido al rol de la mujer.
Astronautas y maridos
Y es que, aunque parezca mentira, el hecho de darnos las dos versiones de la misma moneda, una pareja, hace que la narración sea muy completa. Se nos ofrece, así, unos personajes muy humanos, que son animales políticos, sí; profesionales de su sector, también; pero, desde luego seres que sienten. Los personajes se desarrollan de esta manera completamente en sus bondades y maldades e invitan al lector a cuestionarse qué es lo que sucede y por qué hacen lo que hacen.
Además de esto, es muy interesante como la autora consigue darnos esa ambientación de lo espacial (el viaje, el aterrizaje, la estancia en gravedad 0, etc.) de manera desarrollada, pero sin que resulte cansado para el lector. Su prosa ayuda a que imaginemos la escena y estemos allí, pero nonos satura con miles de detalles, y creo que, en parte también, esto sucede por cómo son sus personajes.
Una saga, un mundo
Es verdad que cuando vi que era el tercero me asusté un poco, porque es cierto que no he leído los anteriores, sin embargo, una vez que me he metido en la novela no he podido parar. Como os he dicho antes, se puede leer de manera independiente, y creo que en este caso hasta le viene mejor. Gracias a no estar eclipsada por la protagonista principal de la saga, Elma York, nuestra protagonista, Nicole Wargin, consigue sacar todo su potencial y la trama ahonda en cuestiones más allá de la historia principal.
Además, los personajes me han parecido muy redondos, cada uno con su nota particular; y los temas tratados no solo interesantes, sino bien expuestos y desarrollados. Creo que dentro de la ciencia ficción actual es una de la novelas que es accesible, pero que no por ello pierde calidad ni de género ni de obra. Espero de verdad que os animéis con ella y viajéis un poco a las estrellas.

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¿Qué pasaría si el futuro de la humanidad dependiera de establecernos en las estrellas? ¿Qué ocurriría si la caída de un meteorito hiciese que, a largo plazo, la vida en la Tierra fuese inviable? ¿Y si el programa espacial fuera la solución pero algún sector decidiese que era más importante buscar opciones solo en el planeta y quisiese acabar con los viajes espaciales a toda costa? Hoy quiero recomendarles La luna implacable, de Mary Robinette Kowal, el tercer libro de la increíble y premiada serie La Astronauta.

«Al principio éramos una veintena, mientras que ahora había cientos de personas que vivían y trabajaban en el espacio».

Ambientada en 1963, esta novela que se podría considerar casi independiente porque cambia de protagonista, se desarrolla de manera paralela a la historia que se nos cuenta en El destino celeste. El libro inicia justo en el momento en el que la primera misión a Marte allí narrada se encuentra a mitad de camino de su destino en el planeta rojo. El lugar donde se quiere mantener una colonia que permita que la humanidad pueda establecerse cuando la vida en la Tierra sea imposible. El meteorito que cayó en 1952 está causando estragos que a largo plazo harán que las temperaturas sean tan altas que ningún tipo de vida será posible en el tercer planeta.

Aunque el programa espacial y el establecimiento de colonias en la Luna y en Marte son la solución que los científicos han propuesto, una parte de la población, que se hace llamar La Tierra Primero, piensa que el dinero invertido en esos proyectos se debería usar en la Tierra. Por ello buscarán acabar con el programa, aplicando métodos que son cada vez más agresivos.

«Algún día, la CAI permitiría que una mujer pilotase uno de los grandes cohetes, pero, por el momento, la lista de turnos nos mantenía ancladas en los roles de copiloto o calculadora de vuelo. al parecer, las tetas me impedían manejar los propulsores. Adoraba mi trabajo, pero no había posibilidad de ascender».

Nuestra protagonista será Nicole Wargin, una de las seis primeras mujeres astronautas. Una piloto de cincuenta años que había estado durante la Segunda Guerra Mundial en el Servicio Femenino de las Fuerzas Aéreas. Una de las personas que pasa parte de su tiempo en la colonia establecida en la Luna, pero que cuando está en la Tierra es vista solo como la radiante esposa del gobernador Wargin, un político que apoya el programa espacial y que está deseando ser el próximo presidente de los Estados Unidos. Nicole es una de las amigas de nuestra querida Elma York, la mujer astronauta, la habíamos conocido brevemente en los libros anteriores y aquí tiene la oportunidad de brillar.

Cuando uno de los cohetes enviados a Luna sufre una avería fatal, aunque sin pérdidas humanas que lamentar, la misión en la que Nicole debería regresar a la Colonia Artemisa es adelantada. Y su papel dentro de la misma cambiará también de manera radical. Nuestra protagonista no irá como copiloto o como una astronauta más, sino para ser la secretaria del administrador de la Luna. al menos eso es lo que todos creerán. La verdadera misión de Nicole es descubrir quién es el infiltrado o infiltrados que Tierra Primero logró ingresar en la base y que buscan acabar con la vida de todos los que se encuentran en el satélite.

«¿Cuántos lugares consideras un hogar?».

Lo que parecen simples fallos y accidentes aislados son mucho más. Hay toda una conspiración que busca acabar con la credibilidad del programa espacial y si para conseguirlo deben matar a los astronautas y a todas las personas que participan en él, parece que, para los terraprimeristas, ese es un precio aceptable. Dividido en tres partes, de nuevo la traducción de Aitana Vega es excelente.

Conspiraciones, sabotajes, espías, el espacio, discriminación, racismo, pérdida… La luna implacable, de Mary Robinette Kowal, es una novela asombrosa desde la primera hasta la última página. Una historia adictiva que nos presenta la lucha de una astronauta para ser reconocida por su propia valía en un mundo que la discrimina por ser mujer, y que además debe lidiar con un trastorno de la alimentación tan estigmatizado como la anorexia. Repleto de humor y tensión, la búsqueda del culpable es tan emocionante como imaginar la vida diaria en una colonia lunar, con sus múltiples desafíos y peligros. Además, tras leer el epílogo solo tenía ganas de aplaudir. Si están buscando una historia de ciencia ficción alucinante y llena de crítica social tienen que leer la novela.

¿Han leído La Luna implacable? ¿Les llama la atención?
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"La Luna implacable" es el tercer libro de la trilogía de 𝕃𝔸 𝔸𝕊𝕋ℝ𝕆ℕ𝔸𝕌𝕋𝔸 de Mary Robinette Kowal, una ucronía que nos cuenta un pasado alternativo. En los años 50 un gran meteorito impacta contra la costa este de Estados Unidos. Las consecuencias climáticas son catastróficas y la Tierra podría dejar de ser habitable así que la única solución para que la humanidad sobreviva es colonizar otros planetas. ¿Primer paso? La Luna.

Mientras que el primer libro "Hacia las estrellas" se centra en hacer posible la llegada a la Luna, el segundo "El destino celeste" nos lleva en un viaje espacial hasta Marte. Este tercer libro es una historia independiente que se desarrolla durante los acontecimientos del segundo; y además tenemos cambio de protagonista. Esta vez dejamos de lado a Elma York, la mujer astronauta, y será Nicole Wargin, una de sus compañeras quien nos cuente su historia. Y Nicole es también una gran protagonista, una mujer carismática y con muchos recursos, que además de intentar que reconozcan su valía en un mundo de hombres, tendrá que lidiar con un trastorno alimenticio.

Este tercer libro está ambientado en la Luna 🌕 Como ya vimos en los anteriores libros, no todo el mundo está de acuerdo con que se destinen tantos recursos en colonizar otros planetas y viajar por las estrellas en vez de intentar salvar la Tierra. Así que Nicole tendrá que enfrentarse en la Luna a una conspiración e intentar poner fin a los sabotajes que quieren acabar con la colonia lunar.

La autora te sumerge de lleno en un thriller de espías con conspiraciones, sabotajes y muchos desafíos, y todo ello en la Luna, donde todo es más peligroso, así que la tensión y el suspense está asegurado.

Es un libro que me ha encantado, bueno la verdad es que toda la trilogía es maravillosa 🥰 Son libros súper entretenidos y fáciles de leer, ya que no abruman demasiado con datos técnicos.

✨Además, los tres libros han ganado los premios Hugo, Nébula y Locus ✨

¡Wow! Este tercer libro de la saga «La Astronauta» me ha encantado. Si bien es cierto que Elma deja de ser protagonista en este libro, Nicole hace un papel absolutamente maravilloso. Es una protagonista de 10. No sabría si decir que supera a Elma…

Los temas que trata a lo largo del libro no dejan indiferente a nadie: terrorismo, anorexia, enfermedades contagiosas, la búsqueda de la verdad, la política, las apariencias… A lo largo de las casi 600 páginas del libro, la autora nos engancha y no nos deja que soltemos el libro gracias a las mil cosas que cuenta.

He de reconocer que el tema de la anorexia en un principio me agobiaba, pero creo que ha sabido llevarlo por el mejor terreno, haciendo comprender a los lectores el tipo de enfermedad que es.

Al igual me ha sucedido con el terrorismo. ¡Qué complicado es hablar de eso! Pero Mary Robinette Kowal ha sabido entrar en este mundo de forma que la información fuera accesible a todos: condenando la violencia.

En cuanto a Nicole… ¿hola? ¡Qué gran protagonista! ¿Lo he dicho ya, ¿verdad? Pero es que creo que tiene carisma, es fuerte, sabe lo que quiere, lucha… Es una mujer con recursos. Y piensas: «o estoy de su parte o mal acabaría». Pero sabe llevar la historia, ayudar a que los lectores se muevan por la Luna con ella, en la nave, en cada sitio que pisa.

Algo que me ha sorprendido de este libro es que deja a un lado tantas cosas de astronautas y se centra en una investigación de terrorismo contra la vida en la Luna.

Así que después de este final… ¿para cuándo el siguiente libro? Yo ya estoy que me muero por leerlo.
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