Hacia las estrellas

Elma York todavía arrastra las consecuencias que ha dejado en su vida la Segunda Guerra Mundial. Como una de las mujeres piloto que han participado en la victoria de su país, ahora vive felizmente junto a Nathaniel, el marido más maravilloso del mundo. Sin embargo, Elma no sabe que su vida volverá a convertirse en un campo de minas que tendrá que superar si quiere salvar a lo que más ama. de la noche a la mañana, un meteorito de gran calibre ha entrado en la atmósfera terrestre y ha impactado, sin poder evitarlo, en plena costa este de Estados Unidos, extinguiendo por completo lo que se conocecía como Washington DC. Podría ser que, debido a la zona en la que ha caído, el meteorito no suponga ningún peligro más para el resto de la humanidad, pero los gases y vapores que está produciendo debido a sus altas temperaturas están produciendo la aceleración de efectos climáticos muy relacionados con el efecto invernadero. de no hacerse nada, la Tierra podría dejar de ser habitable. A través de cuentas y probabilidades, Elma se da cuenta de la terrible verdad: la única solución que se podría dar para que la humanidad no desapareciera con la Tierra sería colonizar otros planetas del sistema solar. ¿Primer paso? La luna. Consquistar el enorme satélite supondría una gran ventaja de cara a futuros proyectos, pero Elma quiere ayudar de una manera más directa. Quiere ser astronauta. Y, como ella, el resto de sus amigas. No obstante, parece que las mujeres no tienen el suficiente protagonismo para participar en algo así y, por ello, pronto idearán la manera de hacer que ellas mismas sean consideradas fundamentales para conseguir el éxito de la misión. Aunque por el camino se deban sacrificar muchas cosas. Aunque por el camino tengan que elegir entre la vida y la muerte.

Nunca antes había tenido el placer de conocer o leer algo de la autora Mary Robinette Kowal. Ganadora de premios literarios tan consagrados e importantes como son el Hugo, el Nébula y el Locus, incluso desconocía su nombre antes de toparme con este libro. Hacia las estrellas es la primera parte de una trilogía conocida en España como Lady Astronauta, una historia que, aunque se cataloga dentro de la ciencia ficción, yo no la pondría por completo ahí dentro, teniendo un pie pisando hacia una dirección muy diferente. Habiendo logrado nuemrosas críticas positivas, esta historia me llamó mucho la atención en cuanto leí su sinopsis, aunque he de reconocer que, al principio, tenía en mente una historia completamente diferente a la que realmente me he encontrado entre sus páginas. ¿Ha sido algo negativo? En absoluto, ya que Hacia las estrellas puede que no sea ese libro soñado, pero es una historia que me ha conquistado completamente y sorprendido mucho por la esencia que desprende.

Narrado en todo momento en primera persona a través de los ojos de Elma York, la protagonista de este libro, Hacia las estrellas es una historia que parte desde una realidad alternativa, poco después de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, donde un gran meteorito ha impactado contra la costa este de Estados Unidos, provocando que los gases y sus vapores agilicen la llegada de las consecuencias del efecto invernadero, sentenciando a la Tierra y a la humanidad hasta su extinción, dejando como única solución la de viajar al espacio y hacer todo lo posible por colonizar otros planetas del sistema solar. Dividido en dos partes, los primeros capítulos del libro no se van a ir con muchos rodeos y, nada más empezar, vamos a ser testigos de la caída del meteoríto y de toda la odisea que Elma, junto a su marido Nathaniel, tienen que sufrir para no morir y llegar hacia la base militar más cercana que tienen. Intentando sobrevivir como pueden, esta primera mitad del libro no va a variar demasiado de enseñar o narrar más o menos los mismos sucesos, viendo como se intenta descubrir qué ha pasado, analizando e investigando las pocas pruebas que se tienen, siendo testigos de la destrucción masiva que se ha producido en un punto de nuestro planeta. A través de conversaciones que impregnarán la lectura de palabras técnicas sobre ingeniería, matemáticas y física, lo más interesante que vamos a tener aquí es el descrubrir de qué manera va afectar esto a la vida terrestre, acompañando a Elma y a Natahniel a través de un camino crudo de aciertos y errores que van a concluir, inevitablemente, en la carrera a contrareloj que servirá de base para narrar la historia a partir de un salto que se produce de cinco años en el futuro.

En estos momentos la verdad es que estaba muy interesada en la lectura, atenta a las páginas del libro y medio enganchada, queriendo saber las respuestas a las grandes preguntas que surgen desde que comenzamos, aunque he de decir que me perdía un poco entre tantos tecnicismos, algo muy recurrente a lo largo de todo el libro. Por ese entonces, como ya he mencionado arriba, tenía en mente una idea de cómo iba a ser la lectura a partir de ese momento: una aventura por todo lo alto a través del espacio para intentar crear esa colonia que la humanidad necesita en otro planeta para poder sobrevivir, al menos, durante más generaciones. Sin embargo, poco a poco me fui dando cuenta de que la historia de Hacia las estrellas va enfocada a algo muy diferente. Y ese transforndo es lo que realmente me ha enamorado de esta lectura.

A pesar de que la trama que se va a desarrollar a lo largo de todo el libro parte desde la misma base, el primer intento de llegar a la luna para salvar a la humanidad a cualquier precio y con los recursos que se tienen a mano, la historia tiene también un enfoque social con el que se intenta denunciar las injusticias que las mujeres tenían en aquellos años dentro de un ámbito como es la ciencia, algo que, desgraciadamente, seguimos medio arrastrando hoy en día. Imaginaos una situación como esta en plenos años cincuenta, con esa tecnología obsoleta que no daba para mucho más. ¿Verdad que todo pintaba ya muy mal y difícil para todo el mundo solo con eso? Pues para las mujeres de esta historia, que no son más que un reflejo de nuestra realidad y sociedad, era prácticamente imposible acceder a todo ello. Si ya había miedo y desesperanza, para ellas también había sueños rotos y muchos más obstáculos que sobrepasar. Pero también había lucha y valentía y caminar por un mundo tan machista no hacía más que armar a las mujeres con su inteligencia y perspicacia para poder hacerse un hueco dentro de una misión como esta. Siempre con una carga de crítica social, la historia va a ir entremezclando estas dos partes, la lucha de las mujeres por hacerse ver y oir, temas sumamente interesantes que hacían que me metiera aún más si cabe en la lectura, disfrutando de cada palabra y escena que protagonizaban, y la lucha de la humanidad por sobrevivir, que le daba a todo un enfoque más peligroso y rápido, yendo de un lado para otro para que la lectura estuviera siempre en pleno movimiento, dejado de vez en cuando alguna que otra situación más tranquila y más mundana para recuperar el desarrollo de los personajes, regresando de nuevo a la realidad cuando surgía algún imprevisto escondido en pequeños giros argumentales que, personalmente, me pillaban siempre desprevenida y me dejaban con la boca abierta de preocupación, volviendo a la carga para resolver todo lo que se había producido. Hacia las estrellas ha sido un libro que ha sabido mantenerme en vilo y en ningún momento he sentido una lectura pesada o aburrida, siempre ofreciendo algo a lo que agarrarse y pasando las páginas con facilidad, disfrutando de cada una de ellas.

Como ya he comentado, una de las cosas que más me han gustado, y que hay que destacar, es la representación que tiene la mujer en este libro. Hacia las estrellas se empeña en dejar atrás los roles de género para romper con ellos y hacer ver que las mujeres podemos ser astronautas, médicas, inteligentes, avispadas, y no un florero que debe callarse, estarse quieta y en casa. La sororidad que hay en el libro me ha encantado, ser testigo de la unión de diferentes mujeres con distitntas vidas y situaciones, con más o menos privilegios, apoyándose las unas a las otras, viendo su esfuerzo y su lucha constante, y pasar junto a Elma por momentos muy duros e injustos que suponen una barrera más para nosotras. Me he reído con muchas de las ocurrencias que tenían, sus comentarios sarcásticos para chinchar a algunas personas que están a su alrededor, escuchar sus confidencias, participar dentro de su confianza y sus juegos, quedándome con la boca abierta de la emoción con las cosas que conseguían y sintiéndome muy orgullosa de estas mujeres que siguen adelante con la cabeza bien alta aunque la mayoría de los hombres que están cerca de ellas están empeñados en menospreciar su figura, cerebro y camino, hombres que las siguen viendo como un rostro bonito y poco más. En relación a esto, recalcar otra de las cosas que me han gustado también, de manera más personal, como es la evolución que se aprecia de esta perspectiva de las muejres desde los titulares y noticias que acompañan cada inicio de capítulo, teniendo frases como "la mujer de...", como si no fueran nada más, a acabar con "la doctora en física...". Como dirían, un pequeño paso para la mujer y un gran paso para la humanidad.

Junto a esto, comentar que la figura de Elma York ha sido maravillosa. Aunque a veces me topaba con acciones que ella hacía que no me gustaban demasiado, ya que veía como que no conseguía posicionarse en lo alto cuando a lo mejor la critcaban o lanzaban comentarios muy hirientes hacia su persona, el resto me ha resultado un soplo de aire fresco que necesitaba mucho. Es una mujer tan increíble, tan viva y con tantos matices... He adorado su manera de luchar contra viento y marea para llegar a ser lo que más desea, que es ser astronauta; me ha encantado su manera de guiar a las demás por el camino correcto, de hacerse notar, de hacerse escuchar. Me ha encantado su manera de hacer que las cosas cambien a su favor y me ha encantado que no sea perfecta. Que tenga problemas, ansiedad, miedos e inseguridades. La relación que tiene con su marido es, también, perfecta. El respeto que se tienen, cómo se apoyan y se cuidan, como se miman y demuestran su cariño a través de pequeños gestos o frases cortas. Hasta me gustaban esos momentos íntimos que tenían, riéndome en más de una ocasión con las metáforas que usaban para referirse a ciertas cosas. Una relación sana y bonita, creada desde el respeto mutuo y la creencia de que pueden hacer grandes cosas, tanto juntos como por separado. Creedme, todo el mundo necesita un Nathaniel. Y, para finalizar, con ella me he sumergido en un mundo completamente desconocido para mí. No solo al recorrer esas memorias que Elma tiene siendo antigua piloto de la Segunda Guerra Mundial, enseñándome una parte de ese horror que también daba esperanza y libertad, sino siendo ella misma una calculadora, ese grupo de mujeres y hombres que, dentro de los aspectos espaciales, calculan todas las posibilidades, las variables o las ecuaciones para redirigir o arreglar posibles problemas que se pueden dar en plenos vuelos o antes de lanzar el cohete hacia el espacio. Me ha aprecido algo muy curioso e interesante ya que jamás había sido testigo de una tarea como esta.

En definitiva, Hacia las estrellas puede que no sea ese libro de ciencia ficción que promete una gran aventura por el espacio y entre planetas, pero es el libro de ciencia ficción que necesitamos leer de vez en cuando. Lleno de historias de mujeres reales y con una amenaza que podría acabar para siempre con la vida tal y como la conocíamos en los años cincuenta, la valentía y determinación de Elma York es, sin dudarlo, esa inspiración que muchas niñas, y también mujeres, necesitan hoy en día para seguir soñando y ser conscientes de que, a pesar de las adversidades, pueden ser lo que ellas quieran.

¡Hola thousands! Hoy vengo a hablaros de Hacia las estrellas, el primer libro de la saga La astronauta, que he disfrutado muchísimo — Oz publica el segundo pronto que lo necesito muuuucho —. No me enrollo más porque tengo la impresión de que esta reseña va a quedar larga.

Este libro lo he leído gracias al programa Masa crítica de Babelio, es cierto que el libro me tardó un poco más de lo esperado en llegar, pero ellos mismos se pusieron en contacto conmigo y lo solucionaron super rápido.

Alex del blog Into the books y yo decidimos leerlo a la vez, haciendo una lectura conjunta las dos solitas. Para organizarnos decidimos leer 7 capítulos cada día, aunque el último día nos salieron menos. Yo reconozco que me ha costado mucho ser buena y solo leer lo que tocaba cada día. Estoy 100% segura que, si lo hubiese leído sola, lo hubiese hecho del tirón, no me hubiese durado ni 24 horas.

Creo que el argumento de la historia está perfectamente explicado en la sinopsis, aun así este libro no ha sido lo que esperaba. ¿Qué esperaba? Pues no lo sé muy bien, pero creo que algo más galáctico, al ser ciencia ficción siempre pienso en los marcianitos —aunque sé que no es de lo único que habla este género, mi mente lo tiene bastante encasillado ahí. Lo sé, no tengo perdón —. La historia es una ucronía, reconozco que es un término que jamás había escuchado/leído antes y tuve que buscarlo, según la RAE es una reconstrucción lógica, aplicada a la historia, dando por supuestos acontecimientos que no han sucedido pero que podrían haberlo hecho. También por la sinopsis esperaba que todo fuese mucho más postapocalíptico, pero no ha sido así.

La trama principal es el viaje que emprende Elma tras la caída del meteorito y como lucha por su sueño, ser astronauta. Lo más impresionante para mi es como la autora ha logrado transmitir las tramas secundarias hablando de temas que por desgracia algunos siguen estando a la orden del día como el racismo. Creo que hasta escrito de tal forma que invita mucho a la reflexión y ver como la protagonista lo vive desde su posición privilegiada dentro de lo que cabe. En el libro se habla de manera indirecta sobre el feminismo — eso sí, no esperéis un speech del feminismo actual, ha que tener en cuenta la época en la que transcurre el libro —, la religión judía, el racismo y la segregación racial.

Dentro de la verosimilitud con la que cuenta el libro hay nombrados varios términos científicos que, aunque no es necesario saber que son para entender el libro me ha hecho mucha ilusión que apareciesen en el libro. Por ejemplo, el efecto Doppler, no saber lo que es no impide que entiendas el libro, pero el pequeño guiño a la ciencia me ha hecho disfrutar más del libro. Alex opina que esto me ha hecho fangirlear más con el libro y creo que está en lo cierto, además, según ella, que no conocía algunos términos, no impide para nada la comprensión de la historia y no te saca de la lectura. Algo que desde su punto de vista y el mío es positivo. al finalizar el libro, con la nota histórica y la bibliografía la autora deja clarísimo que ha hecho un gran investigación para escribir la historia.

El libro ocurre en la década de los 50, y está ambientado en Estados Unidos. También habla de la Segunda Guerra Mundial y del papel que tuvieron las mujeres en ella, haciendo múltiples referencias a las WASP.

La protagonista indiscutible es Elma York, una joven super inteligente que entro a los 14 años a la universidad. Es judía y su forma de pensar es adelantada para su tiempo. Durante la Segunda Guerra Mundial fue piloto del Servicio Aéreo Femenino y lo tuvo relativamente más fácil por ser hija de un general. Me ha gustado muchísimo como está construida, por desgracia, al resto de personajes no les llegamos a conocer tanto, aunque espero que podamos hacerlo en próximos libros. Eso sí, os adelanto que odiaréis a Parker.

Es la primera vez que leo algo de esta autora y la verdad, es que me ha gustado mucho su forma de narrar y describir. Sin lugar a duda voy a seguir leyendo la saga cuando la publiquen y todo lo que caiga en mis manos de esta mujer-

Respecto a la edición, comenzar diciendo que estoy enamorada de la portada y sus colores — eso sí, ojalá la “pegatina” amarilla con los premios que tiene el libro fuese una pegatina, no he hablado con esto de Alex, pero seguro que opina lo mismo que yo —. Está dividido en dos partes, la primera transcurre en 1952 y la segunda del 56 al 58, en total están conformadas por 39 capítulos, los agradecimientos, una nota histórica y la bibliografía al final del libro. al comienzo de los capítulo has una breve noticia que nos sitúa cronológicamente en el tiempo y nos pone un poco más en contexto, esto me ha encantado. Si le tengo que poner una pega es que lo largo del libro hay alguna errata, pero he disfrutado tanto de la historia que esta queja ni siquiera llega a estar en un segundo plano.

Resumiendo, el libro me ha flipado. No era para nada lo que yo esperaba y lo he disfrutado muchísimo. 1000% recomendado ¡Estoy deseando leer la segunda parte!

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En el año 1952, un meteorito se estrella contra la Tierra, en la Costa Este de Estados Unidos. al caer en el mar, las consecuencias climáticas con catastróficas. En unos años la Tierra alcanzará temperaturas no compatibles con la habitabilidad de la raza humana. La solución está en explorar el espacio en busca de un planeta donde emprender una nueva vida.

Elma York es matemática y piloto del Servicio Aéreo Femenino y será una de las mujeres calculadoras que trabajarán en la ayuda de la conquista de la Luna. Ella luchará por que la mujer tenga igualdad de derechos que los hombres en ser astronautas, en una sociedad donde la mujer sólo podría ejercer otros roles.

Premios Nébula, Locus y Hugo
"Hacia las estrellas" es la primera entrega de la serie "La astronauta", la cual, hasta ahora es una trilogía. La autora, Mary Robinette Kowal ha sido ganadora de los premios Nébula, Locus, Hugo y el Astounding. Además es presidenta de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos desde el año 2019.

Nos encontramos en el año 1952 cuando un meteorito impacta contra la Tierra. En un principio, aparentemente las consecuencias sólo afectan a la Costa Este de Estados Unidos, que ha quedado arrasada, pero al caer en el mar, el desastre es mucho peor, ya que a medio plazo, el clima del Planeta Tierra quedará inhabitable. Igual ocurrió antes de la extinción de los dinosaurios. La solución para que la raza humana siga existiendo es emigrar al espacio y colonizar un planeta que sea habitable.

"Hacia las estrellas" es una ucronía. Es decir, Mary Robinette Kowal nos cuenta una historia situada en el pasado, algo que en la vida real no ocurrió, alterando así el futuro tal y como lo conocemos en la realidad. Este concepto es muy interesante, ya que la autora crea una línea temporal ficticia a partir de un periodo histórico real. Nos situamos en Estados Unidos, en los años cincuenta del siglo XX, donde aún no existían los adelantos tecnológicos que conocemos hoy en día, por ejemplo, internet. La forma de pensar de la sociedad de aquella época era distinta a la de ahora, la mujer no tenía tanta libertad, las profesiones importantes estaban destinadas a ser desempeñadas por hombres. Y lo más destacable, el hombre aún no había pisado la Luna.

A pesar de todo esto, nuestra protagonista, Elma York, es piloto del Servicio Aéreo Femenino. Además es calculadora. Este es el oficio destinado a las mujeres que hacen los cálculos de vuelo. Lo que hoy en día son los ingenieros aeroespaciales. En su día, el no llamarlas por su nombre ya evidenciaba el grado de machismo de la época. Y recalco, las calculadoras eran mujeres, no hombres.

Ya en las primeras páginas, la autora nos coloca en plena acción, en la caída del meteorito. Es impactante leer las heridas que puede causar en la Tierra. Y aunque Elma y su marido, también piloto, se encuentran lejos del lugar del impacto, impresiona leer cómo lo viven.

A partir de este acontecimiento, la colonización del espacio se acelera. Y Elma York va a tener mucho protagonismo en ello.

Elma luchará por la igualdad de la mujer ante el hecho de que todos los astronautas sean hombres. La mujer era destinada a ser una simple calculadora. Era como si ser calculadora (ahora se llaman ingenieras) estuviera en un escalafón inferior, esto es algo contradictorio, ya que para serlo, debían de ser extremadamente inteligentes… el machismo desde el principio de los tiempos.

"Hacia las estrellas" es una novela de ciencia ficción reivindicativa. al ser una ucronía y estar basada en los años cincuenta del siglo pasado, como ya he dicho, el ser mujer era discriminatorio, pero si además la mujer era negra, o asiática, ya no había cabida para ella en profesiones destinadas a los hombres, como es el ser astronauta.

Para hacer la historia más real, la autora se ha visto apoyada por profesionales como son pilotos, astronautas reales, especialistas en medicina aeroespacial e ingenieros. Así que dentro de que es ficción, está muy bien construida.

El lenguaje usado es fácil de entender, no por ser ciencia ficción usa una jerga inteligible para alguien que no haya leído nunca este tipo de novelas, al contrario. El ritmo de la novela es muy ágil, no recreándose en exceso en descripciones innecesarias.

Tal y como indica la autora en las notas finales, la historia que tenía en la cabeza daba para más de un libro. Y es cierto, ya que el final de "Hacia las estrellas" requiere sin falta una continuación. La buena noticia es que ya están escritas y publicadas las dos siguientes: "El destino celeste" y "La luna implacable", protagonizadas ambas por Elma York.

En resumen, "Hacia las estrellas" es una novela de ciencia ficción distinta, ya que es una ucronía, en la que en un mundo liderado por hombres, la mujer es la principal protagonista. Una novela donde se reivindica los derechos de la mujer en el plano laboral del ámbito aeroespacial estadounidense de 1952.


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Lo confieso, este libro despertó mi curiosidad al saber que había ganado el premio Nebula,Locus y Hugo. Eso, y la premisa, me pareció imperdible: después de que impactase un meteorito en la tierra y devastara la costa este de Estados Unidos en la década de 1950, la humanidad se da cuenta de que no tiene otra alternativa, su supervivencia está en la colonización del sistema solar.

Esta premisa tiene una historia un poco alternativa, recreando las carreras espaciales de la historia real en un prisma pre-apocalíptico, de esfuerzo global (eliminando, por supuesto, las rivalidades ideológicas de la guerra fría).

El impacto hizo más que arrasar la costa este de Estados Unidos. Ha provocado un desequilibrio en los patrones climáticos que traerá un calentamiento global irreversible a corto plazo. Aunque esto no es comprensible para la mayoría de la población, que no se siente amenazada por el aumento de la temperatura (¿os suena de algo?), el futuro de la humanidad pasa por dejar el planeta. Y para eso, los desarrollos en tecnologías de exploración espacial deben acelerarse.

Por fascinante que sea este escenario, es solo eso, un telón de fondo. La verdadera historia de esta novela no es la marcha de la humanidad hacia la órbita. Son las luchas de una mujer brillante, en busca de la igualdad. Todo lo que ella quiere es ser astronauta. Cumple con todas las condiciones. Ex piloto de las fuerzas auxiliares que llevaban aeronaves al frente del combate en la Segunda Guerra Mundial, es una calculadora brillante. El trabajo de las calculadoras consistía en realizar complejos cálculos necesarios para avanzar en la tecnología espacial, en los días en que las máquinas que hoy llamamos computadoras estaban dando sus primeros pasos. Un trabajo riguroso y meticuloso, que siempre se dio a las mujeres.

Incluso después de una catástrofe casi terminal, en un contexto de supervivencia a través de la cooperación global, esta América en la década de 1950 es tan hostil a todos los que no son hombres blancos como lo fue la era real. Esta es la verdadera historia de la novela, una mirada a la lucha emancipadora de las minorías, siempre luchando por la igualdad ante una sociedad controlada por hombres que intentan detenerlas a cada paso.

Mary Robinette Kowal fue capaz de ofrecer una narrativa poderosa, impactante y conmovedora. Un libro que habla sobre la lucha, la superación de obstáculos, pero, más que eso, una mujer soñadora que hace todo lo posible para alcanzar sus objetivos. Vale la pena leer y conocer a una autora extremadamente inteligente y competente

¿Qué pasaría si tras la caída de un meteorito la vida en la Tierra dejase de ser viable a largo plazo? ¿Qué ocurriría si acelerar el programa espacial y buscar un hogar entre las estrellas fuese la única solución? ¿Qué estarías dispuesto a realizar para formar parte del grupo de astronautas que serán los primeros exploradores fuera del planeta? ¿Y si cumples con todos los requisitos, pero por tu género o raza te eliminan automáticamente de la selección? Hoy quiero hablarles de Hacia las estrellas, de Mary Robinette Kowal, novela ganadora de los premios Hugo, Nébula y Locus y que podemos disfrutar ahora en español gracias a la cuidada traducción de Aitana Vega Casiano.

“Éramos refugiados. Nuestra casa, nuestros trabajos, nuestro banco, nuestros amigos, el meteorito lo había destruido todo”.

Ambientada en 1952, esta es la historia de Elma York, una doctora en física y matemática que durante la Segunda Guerra Mundial fue piloto del Servicio Aéreo Femenino. En esta ucronía o historia alternativa, la caída de un meteorito en un área cercana a Washington D. C., además de borrar con su impacto a la casi totalidad del gobierno estadounidense y a millones de seres humanos, inicia un lento pero irreversible proceso de transformación del clima que llevará la vida en la Tierra a niveles de extinción, como ocurrió antes de la desaparición de los dinosaurios.

Así que, tras el impacto, aunque no todo el mundo es consciente de las consecuencias que a largo plazo tendrá para el clima, la creación de una Coalición Espacial Internacional para llevar a la humanidad a buscar un hogar fuera del planeta se convierte en una prioridad. Así que observaremos de cerca como todo lo que fue la carrera espacial se ve acelerada porque ya no solo los diferentes gobiernos quieren llevar a los seres humanos al espacio como si de una competición se tratase, sino porque es quizás la única manera de garantizar su supervivencia como especie.

“Si la excusa era que establecer una colonia no era seguro para las mujeres, tendríamos que demostrar que éramos tan capaces como los hombres”.

Elma es una calculadora que trabaja en la Coalición Espacial Internacional realizando de manera manual los cálculos que llevarán a la humanidad a la Luna. Pero desea empezar a entrenarse como una astronauta. Y ya que tiene experiencia como piloto, debería tener la posibilidad de pasar las pruebas, pero hay un problema: es mujer. Y todos consideran que ser astronauta es una ocupación muy peligrosa para las «damas». Así que, junto a otras pilotos que se encuentran en una situación similar a la suya, tendrá que poner en marcha una estrategia que permita que las mujeres formen parte activa del programa espacial y puedan ser astronautas. al fin y al cabo, para establecer colonias en el espacio exterior se necesitará también a la otra mitad de la humanidad.

Dividido en dos partes, acompañaremos a Elma en su lucha, primero para que las mujeres puedan ser astronautas, y después para que sean tomadas en serio. No será un camino fácil, porque no olvidemos que lo que se retrata es una sociedad en plena década de los cincuenta, donde no solo el sexismo y el racismo campaban a sus anchas (y que en muchas maneras dolorosas nos recuerdan a nuestra sociedad actual). Así mismo, nuestra protagonista tendrá que hacer frente a un antagonista que pondrá todas las piedras que pueda en su camino.

“Esas niñas me creían capaz de hacer cualquier cosa. Creían que las mujeres podían ir a la Luna y que, por tanto, ellas también podrían. Por eso tenía que seguir”.

Esta novela nace como una precuela del relato ganador del Hugo “La señora astronauta de Marte” que en español se puede disfrutar en la antología A la deriva en el mar de las Lluvias y otros relatos (Mi reseña). Si ya Mary Robinette Kowal me había conquistado con ese cuento de una mujer mayor que ansía volver a las estrellas, descubrir aquí a fondo su historia fue un verdadero placer. Aunque la novela empiece con la caída de un meteorito, no esperen grandes dosis de acción. El libro no las tiene, pero creo que tampoco las necesita. Va directo a mis mejores lecturas del año.

El espacio, un sueño, sororidad, la importancia de los referentes, de luchar contra el sistema y las injusticias… Hacia las estrellas, de Mary Robinette Kowal, es una novela maravillosa de principio a fin. Elma York es un personaje al que es imposible no tomarle cariño y a la que podemos ver con sus virtudes y defectos. Además, el tipo de matrimonio que nos presenta Kowal entre Elma y Nathaniel me hace pensar en los pocos referentes de parejas sanas y cariñosas que existen en la ficción. Yo me he emocionado leyendo sobre esta mujer que anhela ser astronauta y creo que a ustedes les pasará lo mismo si le dan una oportunidad. Estoy deseando ya que se publique la segunda parte, ¡necesito más!
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