La batalla del laberinto

Rebuscaras en la oscuridad del laberinto sin fin… El muerto, el traidor y el desaparecido se alzan. Te elevaras o caerás de la mano del rey de los fantasmas. El ultimo refugio de la criatura de Atenea destruye un heroe con su ultimo aliento.

Estaba vivo. Queria recuperar a su hermana de entre los muertos. Y yo tenia la sensacion de saber con que alma pretendia intercambiar la de su hermana. El alms de alguien que habia burlado a la muerte. Una venganza. Vendria a por mi.

No hay nada mejor que rematar una mañana perfecta que un largo trayecto en taxi con una chica furiosa

Tu precioso campamento en llamas. Tus amigos convertidos en esclavos del señor del Tiempo. 

Conozco las virtudes de la perseverancia. Hay que alzarse por encima de las disputas y el caos, y seguir cayendo. Has de tener siempre tus objetivos.

-Quizá por eso se desvanecen los monstruos -respondí-. Tal vez no se trate de los que crean los mortales. A lo mejor lo que pasa es que dejan de creer en sí mismos.

Los héroes casi nunca están a la altura de nuestras esperanzas.

—Pero los dioses no pueden morir
—Pueden desvanecerse. Cuando todo lo que representaban ya no existe. Cuando dejan de tener poder y sus lugares sagrados desaparecen. La vida salvaje, es tan reducida y tan precaria que ningún dios es capaz de salvarla. Mi reino se ha esfumado.

Quizá por eso se desvanecen los monstruos —respondí—. Tal vez no se trate de lo que crean los mortales. A lo mejor lo que pasa es que dejan de creer en sí mismos.

Algunas cosas, decidí, es mejor dejarlas envueltas en el misterio