Las cicatrices pueden sanar y podemos olvidarnos de ellas con el tiempo, pero son permanentes. Ni siquiera Jesús perdió sus cicatrices.
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Las cicatrices pueden sanar y podemos olvidarnos de ellas con el tiempo, pero son permanentes. Ni siquiera Jesús perdió sus cicatrices.
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Necesitamos ver con nuestro corazón y no con nuestros ojos.
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A veces la bondad o cuenta todo lo que sabe. A veces, la bondad espera el momento adecuado y hace lo mejor que puede con lo que tiene.
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Todos los creyentes son unos hipócritas porque ninguno de nosotros vive a la altura de nuestras creencias.
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¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?