Clase Letal 2: La fiesta funeraria

Hace algún tiempo que leí el primer volumen de esta estupenda serie ambientada en una escuela de asesinos, así que al principio me costó un poco recordar la historia pero rápido recordé quiénes eran los personajes.

El tomo anterior había terminado en medio del examen final del primer curso en el que Marcus y sus amigos deben poner a prueba todo lo que han aprendido y enfrentarse unos a otros, poniendo en peligro su propia vida. En esta primera parte, caracterizada por páginas repletas de acción, veremos cómo nacen y terminan las distintas conspiraciones y traiciones, demostrando que no puedes confiar en nadie cuando se estudia en una escuela de asesinos, ni tampoco en el propio autor y su toma de decisiones en cuanto a los personajes que sobrevivirán a esta batalla.

De modo inesperado, nos encontramos con un nuevo comienzo de curso y la presentación de otros personajes que parece van a sustituir a los que conocíamos hasta ahora (a excepción de los pocos que sobrevivieron a la criba del examen final). Así conocemos a Quan, un listillo dicharachero, Zenzele, devota cristiana que aspira a salvar a sus padres, Tosawhi, un navajo algo antisocial y amante del skate, y Helmut, un alemán anti comunista amante de la música heavy. Si bien se parecen lo que un huevo a una castaña, deciden hacer caso al destino y conformarse como un extraño grupo de marginados, al que se unirá también Saya (una de las supervivientes del primer curso y quizás la mejor de su año) al recibir el encargo de uno de sus maestros de hacerse cargo de Zenzele.

El día de Halloween deciden escaparse de la escuela e ir a una fiesta en la que, casualmente, estarán buscando a Saya su hermano y sus amigos, puesto que ella desobedeció las órdenes de su familia para convertirse en una asesina y seguir la estela de su padre, cosa con la que su hermano no estará para nada de acuerdo porque ella es mucho mejor que él. Los yakuza amigos de su hermano consiguen llevarse a Saya y sus nuevos amigos dudan de quién puede haberles dado el chivatazo de dónde iban a estar, pero parecen querer confiar los unos en los otros y la cuestión queda en el aire.

Por último, el grupo decide hacer un viaje a la playa junto a otra de las supervivientes que ahora está en segundo curso, Petra, y “casualmente” se toparán con otros dos antiguos estudiantes…a todo esto, el matón Viktor y la yakuza les pisan los talones, así que la cosa promete empezar bien sangrienta en el siguiente número. ¡Qué ganas de continuar con la serie!