Siempre seremos eternos

𝐶𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑎𝑣𝑖𝑙𝑙𝑜𝑠𝑎 𝑏𝑖𝑙𝑜𝑔𝑖́𝑎, 𝑎 𝑚𝑖́ 𝑙𝑎 𝑎𝑢𝑡𝑜𝑟𝑎 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑖𝑛 𝑑𝑢𝑑𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑚𝑖 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟𝑖𝑡𝑎. 𝐸𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑐ℎ𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑜, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑒 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑜 𝑢𝑛 𝑣𝑎𝑐𝑖́𝑜 𝑒𝑚𝑜𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑟𝑖́𝑎 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑎 𝑠𝑒 ℎ𝑎 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜 𝑚𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑑𝑖𝑟𝑚𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠. 𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑟𝑙𝑒𝑠 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑠𝑝𝑜𝑖𝑙𝑒𝑟, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑙𝑒𝑠 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠. 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟𝑒́ 𝑎 𝑙𝑒𝑒𝑟 𝑒𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜.

Creo que este romance es de esos que se alargan tanto en el tiempo y tu sufres con ellos, por su mala suerte, porque el destino los junta pero no parece ser nunca el momento oportuno para que ellos sean felices. Adoro el personaje de Ava porque es una chica que vemos desde los 17 años y como va madurando, sus sentimientos y todo lo que hace por los demás.

Pero ay Hugo, si es que, otro Crush de esos que te quita el sentido. El chico malo, que lidera la banda de los Kaura. Pero en realidad simplemente ha tenido mala familia y mala suerte. Lucha por un futuro mejor y los suyos y vemos como s lo largo de muchos años va consiguiendo sus sueños, menos lo que más desea, a Ava.

Es un enemist to lovers al principio pero, luego es un friends y luego un lovers... Lo tiene todo. Los secundarios no lo son, son principales. La hermana de Ava, Grace, aporta el toque de humor, es genial y muy inteligente. Su madre, tan valiente y buena y Caleb, su mejor amigo y que tiene miedo a que no le acepten como es. La banda de los Kaura y muchos personajes que van apareciendo que aportan tanto...

Vamos alternando entre Ava y Hugo, entre presente y pasado y vemos como a lo largo de muchos años el destino los ha unido, y como han crecido y han cambiado pero su amor sigue eterno. Me he emocionado, he sufrido en muchos momentos y me he enfadado por cosas injustas. Me he metido tanto en esta historia que no podía parar de leer y yo también pedía deseos a las estrellas fugaces, comía palomitas viendo pelis antiguas o besaba en la fuente por un amor eterno. Una bilogía preciosa para leer este verano

Esta reseña NO contiene spoilers importantes del libro anterior.

Tras el doloroso final de «Cuando fuimos fugaces», este libro va a intercalar el presente con el pasado, formando una combinación preciosa y nostálgica que nos llevará a Mojácar, Londres, Dublín, entre otras ciudades. Vamos a vivir los años posteriores al corazón roto de ese chico perdido de los Kaura y la chica pelirroja y soñadora que fueron Hugo y Ava. Seremos testigos de cómo el destino se empeña una y otra y otra vez en juntarlos, y de cómo será todo ese tiempo en el que se encuentran a ellos mismos.

Es un libro esperanzador y desesperante a la vez, bonito, doloroso y nostálgico a partes iguales. Ha sido maravilloso vivirlo todo desde dentro, junto a ellos, viendo a una Ava más valiente y fuerte, y a un Hugo más maduro y libre. Dos personas hechas para estar juntas, pero que la vida y las circunstancias hacen difícil el cometido del destino.

La pluma de Paula, como siempre digo, es preciosa, cálida y perfecta para leer en un abrir y cerrar de ojos. Te mete dentro de la historia, te hace sentir parte de este reparto de personajes tan especiales y, por si fuera poco, hace que todos se metan bajo tu piel.

En resumen, “Siempre seremos eternos” es el cierre perfecto para esta bilogía; un libro de miedos, esperanzas y almas gemelas. Intercalando el presente con el pasado, formando una mezcla preciosa y nostálgica, y demostrándonos que el amor verdadero nunca se olvida, os animo a descubrir cómo concluirán Hugo y Ava esta historia.

Segunda parte de la bilogía Fugaces.
Nos volvemos a encontrar con Ava y Hugo y los acompañaremos en ese reencuentro.
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Con saltos en el tiempo, vamos descubriendo que ha sido de su vida durante estos años y cómo han vivido y luchado cada uno por su lado, aunque parece que el destino tiene otros planes para ellos.
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Es bonito ver cómo han crecido y evolucionado los personajes.
Pero, en este caso, se me ha quedado un poco corta.
Después de leer la primera parte, que fue brutal, emocionante y llena de primeras veces, quizá tenía demasiado alto el listón y me he quedado con ganas de más. No sé realmente de qué pero me ha faltado algo.
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Quizá por ser adultos en esta parte y ser más lúcidos o razonables o, en definitiva, adultos, me ha faltado el que se dejaran llevar, las locuras. Demasiado responsables, jeje.
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He disfrutado mucho de su lectura y me ha gustado mucho como ha desarrollado la autora los personajes.
Y me gusta mucho, mucho, que la historia no acabe de golpe y porrazo con el final en sí.

El primer libro de la bilogía me gustó mucho pero mientras lo iba leyendo, al encontrarme con el chico malo y la chica buena, llegué a pensar que todo sería demasiado tóxico. El final del primero ya me hizo intuir que no y este segundo libro ha corroborado esa sensación final que tuve.
Y es que en este segundo vemos como Ava y Hugo van evolucionando, se van convirtiendo en adultos y aunque sí que es cierto que me parece que se ha jugado demasiado con las “casualidades” y que dan muchas vueltas, me ha gustado que todo fuera en un ambiente bastante sano.
Es una historia que se lee sola, empiezas y ya no puedes parar y que en muchos momentos me ha sacado más de una sonrisa y también alguna lágrima.
Sin duda recomiendo esta bilogía.