El primer libro de la bilogía me gustó mucho pero mientras lo iba leyendo, al encontrarme con el chico malo y la chica buena, llegué a pensar que todo sería demasiado tóxico. El final del primero ya me hizo intuir que no y este segundo libro ha corroborado esa sensación final que tuve. Y es que en este segundo vemos como Ava y Hugo van evolucionando, se van convirtiendo en adultos y aunque sí que es cierto que me parece que se ha jugado demasiado con las “casualidades” y que dan muchas vueltas, me ha gustado que todo fuera en un ambiente bastante sano. Es una historia que se lee sola, empiezas y ya no puedes parar y que en muchos momentos me ha sacado más de una sonrisa y también alguna lágrima. Sin duda recomiendo esta bilogía. |