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Manual para días rojos de Paula Ramos
Porque os contaré también un secreto y es que, a veces, las mejores decisiones se toman con miedo.
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Calificación promedio: 5 (sobre 233 calificaciones)
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Manual para días rojos de Paula Ramos
Porque os contaré también un secreto y es que, a veces, las mejores decisiones se toman con miedo.
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Manual para días rojos de Paula Ramos
De verdad, karma, destino o como quieras que te llame. Basta ya, ¡mi vida no es una novela de Nicholas Sparks!
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Firmado, Abril de Paula Ramos
—¿Ella notó su dura masculinidad contra su estómago? —preguntó Noah por encima de mi hombro sobresaltándome. —Oh Dios, ¿qué mierda haces? —Cerré el libro que estaba leyendo sabiendo que mi cara era un tomate, y fulminé con la mirada a un divertido Noah que se carcajeaba a mi costa. —¿Qué estás leyendo, Abril? ¿Porno? —Cierra la bocaza, idiota. —Miré a nuestro alrededor asegurándome de que nadie nos hubiera escuchado. Ya era bastante humillante que me hubiera pillado Noah. |
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Pinkies girls de Paula Ramos
—Me he caído... ya no sé ni cuántas veces —contestó ella notando que sus mejillas se sonrojaban. —Y te has levantado cada una de ellas, hasta llegar al final. Eso es lo que cuenta, Simone. Ahora ve a curarte esas heridas. La próxima vez saldrá mejor. |
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Manual para días rojos de Paula Ramos
"𝙉𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙜𝙖𝙨 𝙢𝙞𝙚𝙙𝙤 𝙖 𝙚𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖𝙧𝙩𝙚, 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙚𝙨 𝙢𝙪𝙮 𝙘𝙤𝙧𝙩𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙞𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙢𝙞𝙚𝙙𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚."
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Firmado, Abril de Paula Ramos
—Noah no puedes estar siempre cuidando de mí —sentencié. —No lo hago por eso —soltó Noah. Ambos nos quedamos mirándonos en silencio, y justo cuando iba a preguntarle a qué se refería… |
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Firmado, Abril de Paula Ramos
Hacía tiempo mi madre me dijo que con el tiempo aprendería a reconocer a las personas que merecía tener en mi vida, que no sería algo fácil y que en muchas ocasiones sería doloroso.
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Instrucciones para días rosas de Paula Ramos
... cuando encuentras a la persona adecuada, puedes tenerlo todo.
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Firmado, Abril de Paula Ramos
No me gustaba dejar a la gente sola con sus problemas. Sabía que todo el mundo tarde o temprano necesitaba un medio por el que soltar su mierda. Y yo iba a ser ese medio para mi hermana, quisiera o no. Ella me había enseñado eso. Siempre había estado para mí, me había buscado cada vez que yo huía con mis tontos problemas. Ahora me tocaba a mí, aunque su problema era más serio que cualquier cosa absurda que me había atormentado alguna vez.
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