La casa de las magnolias

Hoy traigo la sinopsis de uno de los libros que más me ha gustado de los que he leído por el momento este año.

Una vez más se trata de una novela que intercala la historia de las protagonistas entre el pasado y el presente, en este caso, es la historia de Aurora en 1924 e Isabel, su hija, en 1992.

Cuando muere Aurora, Isabel siente un vacío que debe llenar investigando todos los secretos que su madre se llevó con ella a la tumba acerca de su pasado.

Este es uno de los libros que me enamoró simplemente por su portada y posteriormente su sinopsis también me enganchó, después empecé a ver este libro continuamente por las redes y finalmente sentí la necesidad de leerlo.

Por suerte, he podido leerlo y no me ha decepcionado en absoluto, al contrario, me ha enganchado como hacía mucho no me enganchaba una historia, no podía parar de leer. He conseguido meterme de lleno en la historia y como digo, hacía mucho tiempo que no lo conseguía con ningún libro.

La historia en si es muy amena, es fresca y se lee de forma muy sencilla, tanto en la narración de la historia del pasado como del presente.

Algo que me ha sorprendido de este libro es que la historia no es tan previsible como suelen ser las novelas de este estilo. La autora ha sabido mantener la intriga desde la primera página y hasta prácticamente las últimas no ha parado de dar giros la historia. Cuando ya pensaba que podía conocer la forma de pensar de un personaje o como pudo ocurrir cierto momento en la vida de Aurora, todo da un giro y nada es tan claro.

En resumen, es un libro intenso, lleno de emociones, amor y secretos, que consigue enamorar al lector (al menos a mi me ha enamorado) y le mantiene pegado a sus páginas a lo largo de toda la historia. Yo me he quedado con una sensación agridulce con ciertos acontecimientos del final y con ganas de saber más de los protagonistas. Los que lo hayáis leído seguro que sabéis a qué me refiero y los que aún no lo habéis leído tendréis que hacerlos para saberlo 😋
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Esta historia nos traslada a Cantabria donde la vida de Isabel acaba de dar un vuelvo por la muerte de su madre, Aurora.
Aurora era una persona muy reservada con su pasado y Isabel siempre tuvo curiosidad respecto a sus abuelos y la vida anterior de su madre. Recogiendo los efecto personales de su madre, Isabel encuentra una carta dende descubre que su padre no es quién ella creía y a partir de ahí empezará a investigar sobre el paradero de éste y a intentar conocer todo lo que su madre nunca le contó.
Por otro lado viajaremos a 1992 donde Aurora es una niña que vive junto a sus padres sirviendo en una buena familia. Aurora tiene la misma edad Cristina la hija de los dueños y entre ellas se crea una relación preciosa que la envidia entre otras cosas romperá y marcará el curso de la vida de la vida de ambas.
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Respecto a mi opinión diré que no puedo creer que sea la primera novela de la autora. Me ha sorprendido y gustado muchísimo tanto la trama, los persones y la maravillosa forma en la que está narrado.
Empezar diciendo que está contado a dos tiempos y por varias voces. Está muy bien llevada la manera en la que viajaremos por el tiempo e iremos conociendo el pasado y el presente a la vez que va resolviendo los misterios del pasado.
La historia de amor que esconde me ha parecido preciosa a la par que dura. Si tengo que elegir me quedo con la historia en pasado aunque el final me ha gustado mucho, sin duda seguiré de cerca a la autora ya que hacia mucho que no leía historias familiares y me ha enganchado desde el principio.

¡Hola a todos! Hoy os traigo la reseña de la primera novela de la autora Nuria Quintana, La casa de las magnolias. Siempre es un placer descubrir nuevas plumas, y en esta ocasión agradezco a Babelio y a la editorial el envío del ejemplar.


La historia nos sitúa en dos tiempos, uno que comienza en 1924 y otro en 1992. En 1924 conoceremos la historia de Aurora, una joven que trabaja sirviendo en una casa de estilo indiano en Santander. Conoceremos de primera mano como vivió aquellos años hasta que estalló la guerra y tuvo a su hija en 1936. Por otro lado, en 1992, Isabel, la hija de Aurora, tras el reciente fallecimiento de su madre, comienza a investigar sobre su pasado y sobre muchas incógnitas por resolver acerca de quién era realmente su verdadero padre. Una novela familiar con saltos temporales en la que conoceremos la vida Aurora en profundidad tanto del pasado como del presente.

Al comenzar esta novela creí que sería del estilo de las sagas familiares que tanto me gustan como de Anne Jacobs o Lucinda Riley, pero para mí personalmente, no ha sido el caso. Reconozco que su lectura se me ha hecho un poco cuesta arriba, a pesar de que Nuria Quintana escribe bastante bien.

Primeramente, he echado en falta que los capítulos indicasen quién estaba narrando, ya que hay saltos temporales entre el pasado y el presente y cambios de narradores a lo largo de toda la novela. No ha sido hasta avanzados unos capítulos cuando fui entendiendo a dónde me llevaba la historia.

Los personajes principales serán Isabel, la hija de Aurora, que nos contará en primera persona los pasos que está dando para conocer más acerca del pasado de su madre y del suyo propio. Por otro lado, será Aurora la protagonista que tendremos en el pasado para conocer el porqué de muchas decisiones y situaciones que se dieron en aquella época.


Contaremos también con varios personajes secundarios que serán muy importantes en la trama e incluso tendrán capítulos narrados por ellos mismos, Cristina es la hija de los dueños de la casa de las magnolias, para la que trabajó Aurora y sus padres. Cristina ha sido un personaje complicado y difícil de entender, pero al final consigues empatizar con ella dada su soledad. Luis, tendrá protagonismo tanto en el pasado como en el presente, y resolverá algunas incógnitas a Isabel en la búsqueda de respuestas. Por último, Léonard, tendrá más protagonismo al finalizar la trama, pero también conoceremos parte de su historia en los años pasados.

Con todos ellos he sentido que no los he conocido a ninguno realmente, a pesar de que la novela gira en torno a Aurora y su hija Isabel, siento que se centra demasiado en buscar una respuesta a algo que Isabel necesita saber, pero no he llegado a conocer en profundidad a ninguno de sus personajes.

La pluma de la autora me ha sorprendido para bien para ser una primera novela, pero no me ha calado hondo ni me ha llegado a transmitir lo que creo que debería. Particularmente, he sentido que la autora realiza excesivas descripciones de todo, del entorno, de la estancia, de los movimientos del protagonista, muchísimos detalles minuciosos que creo que al final no aportan nada a la trama realmente, porque han sido tan explícitos que ni siquiera me ha servido para imaginarme el lugar o las sensaciones que sentía el personaje. Me han faltado más diálogos y mucho más dinamismo en el desarrollo de la trama. Por otro lado, creo que en el presente (1992) se dan demasiadas circunstancias y casualidades que se me han hecho poco creíbles. Tampoco he entendido por qué Isabel después de tantos años, escoge el momento del fallecimiento de su madre para indagar sobre su pasado.

La novela está narrada en primera persona en su totalidad. Esta forma de narrar suele gustarme, pero en esta ocasión creo que hubiese sido necesario una tercera persona, dado que existen tantas descripciones y la novela avanza tan lenta, que una narración en primera persona se me ha hecho todavía más cuesta arriba. Por otro lado, como parte positiva, con esta forma de narrar vamos a conocer lo que piensan y sienten los protagonistas de primera mano.

En cuanto a la extensión, la novela consta de 440 páginas, estructuradas en 28 capítulos alternados en presente y pasado. No es una novela excesivamente extensa, pero a mí se me ha hecho bastante larga por las descripciones, creo que perfectamente le podrían haber sobrado la mitad de páginas. La edición es en tapa dura muy cuidada, y el tamaño de la fuente en el que está impreso me ha parecido excesivamente grande. La novela es autoconclusiva y tiene un final cerrado que termina con un último capítulo con un detalle muy bonito en forma de carta que seguro gustará al lector.


En conclusión, La casa de las magnolias, es una novela de narrativa en un contexto histórico narrada a dos tiempos. En ella vamos a conocer la historia de Aurora e Isabel, conoceremos secretos familiares y acompañaremos a Isabel en la búsqueda de la verdad sobre su pasado y presente. Una novela que disfrutarán los amantes de las novelas largas y familiares.
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Ambientada en Cantabria, la historia comienza con la muerte de la protagonista, Aurora, madre de Isabel. Como última voluntad, Aurora pide ser enterrada junto a sus padres, lo cual podría parecer algo trivial si no fuera por el hecho de que esta nunca le ha contado nada acerca de sus propios abuelos a Isabel. Es más, la única vez que Isabel se atrevió a preguntar por ellos, su madre actuó de manera bastante extraña, como si hubiera ocurrido algo grave que no quisiera recordar (cuando en realidad ella poco pudo haber hecho para evitarlo). A partir de los descubrimientos de Isabel y de los acontecimientos descritos por la propia Aurora (porque la novela se narra a dos tiempos) iremos conociendo todo lo ocurrido:

La infancia de Aurora transcurre entre las paredes de una casa en la que tanto su madre como su padre sirven a una familia. Esta familia está formada por la madre, una hija de la edad de Aurora llamada Cristina y un padre que viaja mucho a Cuba por negocios. del resto del escaso servicio con que cuenta esta familia se destaca el papel de Gloria, la cocinera, con quien tanto la protagonista como sus padres mantienen buena relación. Entre Aurora y Cristina se forja una amistad inevitable, ya que pocos niños más hay con los que relacionarse. El problema es que el personaje de Cristina crece con carencias afectivas por parte de sus padres, haciendo que se vuelva una persona muy posesiva, lo cual afectará a los hechos futuros.

Cuando Aurora ronda los 16 años la persona encargada de proveer de leña a la vivienda enferma y debe ser sustituida, apareciendo en escena Léonard, un joven a quien Aurora ya había visto en un par de ocasiones que había acudido al río (casi al final del libro se desvela que Léonard también se había fijado en ella y por eso solicita el puesto de trabajo). Entre ambos surje un flechazo: Aurora cada vez que puede busca excusas para ir al cobertizo a por leña y verlo, mientras que este se interesa por hablar con ella y conocerla.

Aurora oculta estos acontecimientos a Cristina y esta, al ver que su amiga pasa más tiempo con un chico que con ella, decide ponerla celosa inventándose que Léonard también la corteja a ella y acosando un poco al pobre chaval. Posiblemente si Aurora hubiera sido sincera las cosas no se hubieran empozoñado tanto, pero la reacción de esta y el orgullo de la otra empiezan a desencadenar sucesos relevantes para la trama. La relación de Aurora y Léonard se va consolidando. Un día, los padres de Aurora tienen que acudir al pueblo a comprar provisiones y esta decide quedarse en la casa para poder quedar luego con su amado. La fatalidad quiso que justo ese día se desatara una tormenta y que, en el camino de vuelta, el carruaje de los padres de Aurora volcase cobrándose la vida de ambos, dejando a Aurora huérfana.

De boca de la propia Cristina sabemos que esta sí se tomó las molestias de comprarle un par de detalles para intentar alegrarla, pero al descubrir a Léonard el día que va a consolarla en su habitación, a esta le vuelve a dar el ataque de celos, tira todo a la basura y no comenta nada. Aurora se siente dolida por la falta de tacto de su amiga cuando el problema fue la falta de comunicación. El caso es que a raiz de varios hechos Cristina se vuelve mucho más déspota y absorvente con Aurora, tratando así de boicotear su relación sentimental con Léonard, llegando al punto de que Léonard le sugiere a Aurora abandonar la casa. Si bien tras mucho darle vueltas Aurora finalmente accede, al comunicárselo a la dueña de la casa (con Cristina delante) esta no hace por buscar sustituta. Es más, Cristina le deja claro a Aurora que la va a retener allí, en plan "si no soy feliz yo, tampoco lo vas a ser tu".

Por otra parte, con la muerte de los padres de Aurora, esta asume el trabajo de su madre, pero se debe buscar alguien que cubra las tareas del padre, por lo que contratan a Luis. Que este está enamorado de Aurora pese a que al principio la muchacha poca ayuda le presta es algo que se deja intuir a mitad del libro viendo cómo se van desarrollando los hechos. El caso es que Luis se vuelve el intermediario de las cartas entre Aurora y Léonard, llegando a leer las últimas en las que planean la fuga en vistas a que, pidiéndoles la renuncia del trabajo por las buenas, ni Cristina ni su madre están dispuestas a dejarla marchar. Como no quiere perder a Aurora de su lado piensa que es mejor chivarse a Cristina 🙅.

De nuevo, la fatalidad quiso que la noche de la huida hiciera tormenta. Aurora logra llegar puntual al carruaje que la espera, pero se encuentra que Léonard no viene en él. En ese momento se siente traicionada, pero decide armarse de valor buscándose la vida fuera de las paredes de esa casa. Cabe mencionar aquí un detalle: Aurora en ese momento ya está embarazada. Pero, ojo, que aquí se normaliza una cosa que no se debiera: justo por Nochebuena, dado que los señores de la casa estaban fuera comiendo con otros familiares, Aurora pudo comer con su novio en la posada de sus suegros. Se menciona que justo ese día es la primera vez que toma vino y al irse a dormir le suelta a Léonard que duerma con ella. No se menciona directamente que mantuvieran relaciones, pero si en enero es la fuga y ya está encinta solo hay que sumar dos y dos. Por tanto, no pintemos a Léonard de bueno si justo el día que la muchacha se emborracha mantienen relaciones y se queda embarazada, cuidado.

De manera paralela Cristina, al enterarse de la traición gracias al chivatazo de Luis, coge una escopeta queriendo ir a hacerle daño a Léonard. Aunque finalmente no se cruza con él, Léonard sí la culpa de lo que ocurrió esa noche. Como decíamos, se desató una gran tormenta y en lugar de esperar a la hora acordada decide ir en busca de Aurora. Sin poder ver un carajo en esas condiciones, el chaval se pierde por el bosque que hay entre la posada y la casa de esta. Se topa con Cristina armada y al dar un rodeo para que no la descubra pasa por un tramo, con la mala suerte que se le cayó una rama encima que lo dejó inconsciente durante meses y con una pierna amputada de por vida.

De Cristina prácticamente ya no se menciona nada más, salvo que con los años fue ingresada en un psiquiátrico en Cuba cuando, por el estallido de la guerra, toda la familia emigra. Luis vivió pensando que por su culpa Léonard había muerto, piensa que el servicio en la guerra le servirá de purificación, pero al regresar sigue culpándose. Va a buscar a Aurora para confesarse, pero al ver que esta ha logrado rehacer su vida con la pequeña Isabel decide que es mejor no darle más disgustos. Como autopenitencia se propone por tanto ser "el amigo fiel de la familia". Aurora crió a su hija como madre soltera, mintiendo a esta sobre su verdadero padre y sin contarle nunca nada de su pasado. Léonard, encima, fue en busca de Aurora cuando salió del coma y la guerra terminó, pero dio la casualidad que la vio junto a la pequeña y a Luis y se imaginó que finalmente esta había rehecho su vida.

Si bien al final Isabel ata todos los cabos y logra disfrutar de su auténtico padre, a la par que la trágica historia entre sus padres la inspira a retomar su propia relación sentimental con un ex al que abandonó porque le sobrepasó la convivencia con este, para mi la historia tiene un final agridulce porque lo que saco en conclusión de toda la historia es que qué diferente hubiera sido todo con más comunicación entre los personajes que en ella intervienen.
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Es cierto que empecé este libro sin muchas expectativas, pero siempre con la esperanza de que me acabara sorprendiendo ya que me encantan las historias sobre secretos familiares que se descubren años después.
Pero no ha sido nada para mí.

La historia se narra en dos tiempos distintos, durante la década de 1920 cuando Aurora era una niña y ya en 1992, cuando muere y es su hija, Isabel la que descubre una carta que pondrá patas arriba su vida.

El principal problema es que no me ha enganchado en ningún momento. A pesar de que es un libro con una letra enorme, por lo que se lee muy rápido, no me interesaba lo que iba leyendo, lo que hizo que muchas veces leyera un poco en diagonal o me saltara párrafos (y aún así no me perdía nada importante). Y es que la trama me ha parecido muy predecible, muy vista, ya sea en otros libros similiares o películas de media tarde del fin de semana.
No tiene nada de original, desde la primera página me imaginaba lo que iba a pasar y no me equivocaba.
Por otro lado, todo sucede muy rápido, empezamos con Aurora siendo niña para pasar rápidamente a su adolescencia, sin ver casi ese cambio entre ella y la que era su mejor amiga, Cristina. Por no hablar del romance, que surje casi de sopetón y sin darte cuenta.

Otro tema es que la búsqueda de la protagonista sobre el secreto de su madre sucede muy rápido, no tiene ningún problema, todo lo encuentra fácilmente y casi sin esfuerzo. Tanto que al final hay un monólogo de varias páginas donde le cuentan todo lo que le sucedió a su madre aquellos años; vamos que podía haber leído las últimas 30 páginas y ya hubiese sido suficiente.

Por otro lado, la ambientación es nula. Sabemos que se desarrolla a principios del siglo pasado porque lo pone, no porque haya muchos detalles sobre la situación social o política de aquellos años. La casa a la que da nombre el título del libro está ahí, pero tampoco tiene gran importancia (como podría parecer al verla en el título)
Y a los personajes los conocemos un poco por encima, no ahonda demasiado en sus sentimientos ni en las relaciones entre ellos.

En definitiva, La casa de las magnolias podría haber dado mucho más de sí, podría haber jugado mejor con la época, la relación de Aurora y Cristina, el romance, la casa... todo, pero se ha quedado en una historia muy básica en la que falta más profundidad y desarrollo.

Una novela a lo Kate Morton. Eso es lo que decían de esta joven escritora en todos los lugares en los que se anunciaba su debut literario. Y deciros que no se han equivocado. Su pluma es sutil, sencilla, cargada de simbolismo...maravillosa. Recrea los lugares con tal precisión que en mi mente podía ver la casa de las magnolias tan claramente que tuve que buscarla en internet por si existía y nada más ver la foto lo supe la tenía ante mí. Hay muchas casas de indianos en el norte de España pero solo una era La casa de las magnolias. Y no solo por su descripción sino por la delicadeza de los detalles transformados en palabras y los sentimientos que provoca al verla.
La ambientación es sencillamente perfecta. Nuria ha plasmado exactamente el papel de la mujer a principios y mitad del siglo XX. Un papel que les hacía permanecer en casa fuera cual fuese su estrato social haciendo que muchas de ellas viviesen en las sombras. Y es esa oscuridad la que también nos ha traido la escritora con sus palabras. Un juego de luces y sombras durante toda la novela. La luz que irradiaba la casa frente a la oscuridad que le daba el estar apartada de todo, la luz de Aurora y su familia frente a los dueños de la casa, los Velarde, la luz de Leonard en contraposición a Luis...
En cuanto a la estructura os diré que está narrada a varias voces entre pasado y presente. Somos nosotros, los lectores los que conocemos los hechos antes incluso que la propia Isabel gracias a una de las voces narradoras, Aurora. Pero eso no le resta interés a la obra, al contrario, nos genera más intriga por descubrir de qué modo podrá llegar a enterarse de todo Isabel.
Una historia de crecimiento, de celos, de aprendizaje, de soledad, de secretos pero también de tesón, de lucha, de protección. Todo eso y más es lo que nos ha regalado Nuria Quintana en su primera novela.
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Gracias a Babelio he podido leer "La casa de las magnolias", que me ha sorprendido muchísimo.
Cuando leí la sinopsis tenía grandes expectativas en la historia, pero cuando leí que era la primera novela de su jovencísima autora las rebajé un poquito. Algo que ya os adelanto que no tendría que haber hecho porque menuda pasada.
A través de dos líneas temporales conocemos mejor la historia de Aurora. La primera es en la década de los 30 y conocemos en primera persona quién era Aurora y a otros personajes relacionados con la Casa de las Magnolias. En la segunda línea, en 1992, su hija investiga tras la muerte de la protagonista para entender y conocer mejor a. su madre.
El libro tiene todos los ingredientes para ser una novela de época maravillosa: romance, drama, traiciones, suspense y una protagonista a la que desde el primer capítulo vas a tener cariño.
Como ya comentaba antes, es la primera novela de su autora, pero no lo parece en absoluto. Nuria Quintana tiene una prosa muy delicada y una capacidad descriptiva que te transporta al lugar de los hechos.
Y hablando del lugar de los hechos, una de las cosas que más me ha gustado de la novela es la ambientación. Toda la historia transcurre en Cantabria en unos pueblos encantadores que estoy segura que todo el que ha visitado coincide en su belleza.
Los personajes están muy bien construidos y la autora consigue que sintamos lo mismo que su protagonista en cada momento. Hubo ocasiones ten que sentía tanta rabia que me ponía de mal humor y tenía que recordarme a mí misma que no era más que una historia de ficción.
Sin duda Nuria Quintana va a dar mucho de qué hablar y estoy segura de que leeremos muchos más títulos de ella. Yo ya me quedo pendiente de ella y de sus próximas novelas.

En la actualidad 1992. Conoceremos a Isabel, rota tras la pérdida de su madre con quién tenía un vínculo especial.
Entre sus pertenencias en un desván, encuentra una antigua carta olvidada y descubrirá un secreto sobre su identidad que la sumergirá de lleno al pasado en la búsqueda de respuestas.

1924-1935. Una joven Aurora vive y trabaja junto a sus padres en una mansión y crea un gran vínculo de amistad con Cristina, hija única de los señores de la casa.
Crecen juntas, son inseparables compartiendo tardes de juegos, hasta que van madurando y tras una traición nada volverá a ser igual.

La autora ha tejido una envolvente trama con una sublime ambientación que te hace sentir inmersa en ésos parajes con unos personajes tan bien construídos que llegas a conocerlos en profundidad.

La trama es pausada y te va acariciando el alma con unos personajes inolvidables que luchan por encontrar su lugar.

Un retrato preciso de la época dónde se nos muestra la importancia de los lazos familiares, el calor y el hogar que te ofrecen con un cálido abrazo frente a lo vacía que pueden llegar a tener el alma una familia acomodada.

Me he emocionado en varias ocasiones con los sentimientos a flor de piel ya que encontrareis grandes lecciones de vida, intriga familiar, secretos por desvelar y un gran amor que perdura en el tiempo.

Un 4,5 de 5 si no fuera por el gran problema de edición, si fuera por la historia sería un 5/5


Bueno, empezemos hablando de la edición del libro, aunque los márgenes están bien al igual q la tipografía, desde mi punto de vista el tamaña de letra es exageradamente grande, no hacía falta una letra tran grande, por otra parte el error de impresión q tienen algunas páginas haciendo q estás se ven menos claras, ha sido un detalle el cual le ha restado mucho al libro.

Bueno, centrandonos en la historia, he de decir q empieza un poco lento, y bastante desubicado en la historia, la autora consigue con su escritura q te sumerjas rapido en la historia y sabes todo lo q esta pasando, aunq al principio no entiendes mucho , o por lo menos yo, la diferencia de tiempo, cuando porfin la entiendes todo cuadra, ya sabes quién es quién, y las pequeñas migitas q va dejando la autora están bastante curradas como el hecho de pensar q los abuelos de Isabel tendrán q ser unas personas horribles, pero a medida q vas avanzando te das cuenta q los padres de Aurora son unas personas maravillosas y el porque aurora no le había hablado de ellos a su hija

Más o menos a la mitad del libro ya le tienes cariño más que cogido a nuestros dos protagonistas, sabes porq situaciones están, vez pasando crecer a Aurora y vez como frente a Isabel la muerte de sus padres, le coges también bastante cariño a personajes como Leonard , el padre de Aurora o Gloria (mi personaje favorito) y no tanto a personajes como Cristina, a la cual cada vez va siendo más "víbora" con su supuesta amiga para sonsacarle cosas a las cuales ella no prefería contar por su diferencia social o por ser tan caprichosa y querer ser siempre el centro de atención q no deja q su amiga este con Leonard para así no compartirla, un gran cambio de personaje, ya q eran bastante amigas de pequeñas

Cuando terminas el libro, y vez como se unen todas las historias, lo caprichoso q es el destino cuando quiere y lo feliz q hubieran sido si lo lograron de nuevo te rompe por dentro, doy gracias a la autora por darle un final merecido a esta historia ya la de isabel. Me perece brillante el hecho de q cada detallito insignificante en algunos capítulos haga q al final todo cuadre como un rompecabezas. Enamorado, brillante historia

Esta es una historia contada en dos tiempos. El más actual nos va adelantando lo que va a pasar a rasgos generales en el del pasado; aunque eso no es ningún tipo de impedimento para leer con ganas, ya que deja cosas en el tintero para que las descubramos sobre la marcha.

Los personajes están perfectamente definidos, casi desde el principio captas sus personalidades bien marcadas, sintiendo simpatía de forma inmediata con algunos de ellos mientras que a otros les coges tirria sin poder evitarlo.

Y la ambientación. He dejado lo mejor para el final. Esa casa señorial de 1924 que ha sido reformada en 1992 conservando su encanto al igual que su jardín. Me he enamorado y ni siquiera la he visto.

Si os gustan este tipo de libros en los que pensamos cuando se nos nombra a Lucinda Riley o Kate Morton, disfrutaréis leyéndolo y si no las conocéis pero queréis saber de qué hablo, visitad "La casa de las magnolias" que seguro que os enamora.