La suma de todos los besos

¡Hola a todos!

Antes de comenzar decir que esto es mi opinión personal, lo que el libro me ha parecido y me ha hecho sentir a mí, otra persona puede tener sensaciones y una opinión muy distinta a la mía, por lo que ante la duda os recomiendo leerlo y formar vuestra propia opinión.


Desde el mes de septiembre la editorial Titania ha vuelto a apostar por la autora Julia Quinn con la publicación de la reedición, con nuevas portadas superpreciosas, de la serie El cuarteto Smythe-Smith. A las chicas Smythe-Smith las hemos ido conociendo en otros libros de la autora, yo en concreto en la saga Bridgerton, donde en varios de sus libros se las menciona o se acude a sus celebres veladas musicales.

¿Queréis saber que fue primero, si la gallina o el huevo?

Pues debo deciros que los libros de la saga Bridgerton se empezaron a publicar en el año 2000, once años antes de que la autora comenzará a publicar esta saga de El cuarteto Smythe-Smith. La familia Smythe-Smith es inmensa y tienen apariciones o se les menciona en varios de los libros de la autora como son: Un baile a medianoche (segunda entrega de la serie Blydon), Secretos en Londres, (segunda entrega de la serie Belvestoke), El vizconde que me amó, (segunda entrega de la serie Bridgerton), Te doy mi corazón, (tercera entrega de la serie Bridgerton), Seduciendo a Mr. Bridgerton, (cuarta entrega de la serie Bridgerton), Por un beso, (séptima entrega de la serie Bridgerton), a la autora le gusta que las familias y personajes de sus libros hagan apariciones en otros y es común que encuentres por sorpresa a algún personaje ya conocido en el libro que estás leyendo.

Debo decir que he empezado la serie con este libro, todavía no he leído los dos primeros, aunque no creo que me pierda demasiado pues aunque tienen relación y cierta continuidad, los libros son libros autoconclusivos que se pueden leer de manera totalmente independiente.

Como siempre que un libro pertenece a una serie os advierto que puede contener SPOILER de los libros anteriores, así que dejo a vuestro criterio si leerlo o no.





Nos encontramos una historia donde los protagonistas empiezan odiándose (ella al menos lo detesta) y acaban (obviamente) enamorados. Los protagonistas de esta tercera entrega son Hugh Prentice y Sarah Pleinsworth.

«Sarah no podía imaginar cómo era posible que alguien tolerara su compañía durante más de cinco minutos. Sí, era agradable a la vista, y sí, era excepcionalmente inteligente (según le habían contado), pero por Dios, la irritaba hasta límites insospechados.»

La historia comienza con una mala noche de borrachera y una partida de cartas. Después de una noche de mucho alcohol, Hugh Prentice pierde a las cartas por primera vez en su vida, eso es algo que no le había sucedido nunca, gracias a su habilidad para las matemáticas y para memorizar las cartas, no ha perdido jamás una partida, eso le desconcierta y sumado al abotargamiento de su mente provocado por el alcohol, le llevará a acusar a su amigo Daniel Smythe-Smith de hacer trampas y retarlo a duelo. El resultado del duelo será que ambos participantes acabarán heridos. Esa razón de lo más estúpida afectará a la vida de muchas personas entre ellas, obviamente, Hugh y Daniel, pero también a sus respectivas familias que se verán afectadas por las consecuencias del duelo entre ambos. Hugh acabará herido de gravedad y Daniel (herido leve) tendrá que huir a Francia, ya que el padre de Hugh se ha tomado el duelo de su hijo de una manera muy personal y busca a Daniel para tomar venganza, a pesar de la insistencia de Hugh de que lo deje en paz.

Pasados unos años Hugh se habrá recuperado de sus graves heridas y ha conseguido que su padre deje por fin su búsqueda de venganza. Daniel ha podido regresar a casa y Hugh ha retomado su amistad con su amigo, por lo que Hugh estará invitado a la boda de Honoria, la hermana de Daniel y a la de este mismo. Para evitar que se quede solo o se sienta desplazado, Honoria le pedirá a su prima Sarah que le haga compañía.

Sarah está convencida de que Hugh es el culpable de que ella siga soltera por lo que sin apenas conocerlo lo detesta profundamente y así se lo hará saber en su primer encuentro con él. Pero no quiere contrariar a su prima Honoria, que le he pedido como favor personal que acompañe a Hugh durante las festividades de su boda con Marcus, por lo que (a regañadientes) se verán obligados a pasar tiempo juntos. Unos días más tarde en las celebraciones de la boda de Daniel y Anne, volverán a reencontrarse y eso hará puedan empezar a conocerse y esa primera mala impresión se irá convirtiendo en una bonita amistad.

«Se habían hecho amigos, y si de vez en cuando Sarah se descubría a sí misma mirando la boca de lord Hugh, pensando que todo el mundo tenía que tener un primer beso, y que sería muy agradable si el suyo fuera con él… Bueno, esas cosas se las callaba.»

Sarah tiene cierta tendencia al drama, detesta a Hugh por lo que ha hecho a su familia e indirectamente a ella. Para ella es el único responsable de que su presentación se retrasara por culpa del duelo, y por que a estas alturas aún siga soltera y obligada a ser miembro del cuarteto familiar, por lo que no está muy inclinada a ser amable con él. Forma parte del cuarteto Smythe-Smith que está formado por las muchachas solteras de la familia, Sarah es consciente del pésimo grupo musical que forman y lo mal que lo hacen, así que odia formar parte de él, por lo que está deseando casarse para escapar de dicha obligación, pero aunque se debe a la tradición familiar, intenta evitar participar en el cuarteto siempre que puede.

Me ha conmovido Hugh, todo lo que ha pasado por un simple error que ha hecho daño a tantos... su infancia ha sido muy difícil ya que su padre me ha parecido muy mala persona, una persona sin valores ni moral capaz de cualquier cosa por salirse con la suya y hacer cumplir sus deseos. El duelo ha dejado secuelas físicas en él, que en ocasiones le hacen la vida un poco más difícil y sentirse un poco menos hombre.

«Nunca más volvería a bailar.
Nunca más volvería a cabalgar, a subirse a un árbol o a atravesar una habitación a grandes zancadas para tomar en brazos a una dama. Había miles de cosas que no haría de nuevo, y se podría pensar que sería un hombre quien se lo recordara, un hombre físicamente capaz que podía cazar, boxear y hacer todas las malditas cosas que se suponía que hacían los hombres. Pero no, había sido ella, lady Sarah Pleinsworth, con sus hermosos ojos, sus pies ágiles y todas esas condenadas sonrisas que les había dedicado a sus compañeros de baile esa mañana.
A él no le gustaba. de verdad que no, pero por Dios que habría vendido parte de su alma para bailar con ella en ese momento.»

«Hugh nunca sería capaz de hacer eso. Debía olvidarse de montar a caballo, de bailar, de cazar y de todas las cosas que tanto echaba de menos desde que una bala le había destrozado el muslo. Nada de eso parecía importar ya.
Jamás cogería a una mujer en brazos.
Nunca se había sentido menos hombre.»

Es un hombre muy inteligente, con un don para los números, con una mente analítica. Me ha gustado mucho como se forja la relación entre ambos, pasando desde el desprecio inicial, a una buena amistad conforme van conociéndose y pasando tiempo juntos, hasta llegar a un amor profundo entre ambos.

«¿Era posible enamorarse de alguien en tan poco tiempo? Honoria había conocido a Marcus durante toda su vida antes de enamorarse de él. Daniel había asegurado que, con la señorita Wynter, había sido amor a primera vista. de alguna manera, eso casi parecía más lógico que lo que le ocurría a ella.»

Volvemos a reencontrarnos con personajes archiconocidos, sobre todo si has leído a los Bridgerton, como pueden ser lady Danbury. Como siempre que ella aparece nos deja buenos momentos llenos de conversaciones ingeniosas con diálogos y comentarios afilados. También con las hermanas y primas de Sarah, cada una con un carácter completamente distinto que saca de sus casillas a veces a Sarah, pero que nos darán momentos superdivertidos.

El estilo de la autora sigue siendo el mismo, sencillo con una pluma ágil y fluida, con muchos diálogos ingeniosos y tiras y aflojas entre los protagonistas que hacen muy amena la lectura, yo comienzo uno de sus libros y cuando me quiero dar cuenta llevo ya leída la mitad.

En la próxima entrega le toca el turno a Iris Smythe-Smith en Los secretos de sir Richard Kenworthy en el que veremos como encuentra su final feliz la violonchelista del cuarteto.
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