Encontrar es muy difícil por toda Rusia aún tres pares de esbeltas piernas |
Encontrar es muy difícil por toda Rusia aún tres pares de esbeltas piernas |
Ah, cuánta vida he derrochado en infinitas diversiones! Si la moral no degradada, aún iría a los bailes |
Estén alertas! Buenas madres, cuuden mejor a sus hijas! Tengan a punto impertinentes! De lo contrario... Dios les guarde! Lo escribo porque me he alejado ya hace tiempo del pecado |
Pasaba frente al espejo tres horas diarias por lo menos y, al dejar su aposento, bien parecía una Venís que iba, de hombre disfrazada |
La moda es el mayor tirano
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Mis diosas. Dónde están ahora? Mi voz nostálgica les llama: Qué es de ustedes? Son las mismas U otras ha las reemplazaron? Escucharé sus cantares? |
Qué bien sabía presentarse siempre distinto, fascinar a la inocencia con sus bromas, fingir la desesperación, decir cumplidos obsequios, intuir instantes de emoción, vencer a fuerza de pasión la resistencia impulsiva, buscar caricias, suplicando y exigiendo confesiones, captar qué dicen los latidos de otro corazón, logrando al fin la cita deseada...! |
Qué pronto aprendió a fingir, disimular los sentimientos, hacer creer y disuadir, pasar por triste y celoso, mostrarse dócil o altivo, afectuoso o despectivo! |
Qué pérfida hipocresía es distraer a un semivivo, ponerle en orden almohadas, administrar las medicinas y suspirar, pensando: "Cuando te llevará al fin el diablo?" |
Entonces se dedicó ávidamente a la lectura; y un nuevo mundo, diferente del que conocía, se le fue revelando poco a poco.
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Marinero en tierra