Es tan lamentable sentir que nuestra juventud inútil fue, que a cada paso la engañábamos y que ella también llegó a engañarnos, que nuestros sueños más lozanos se disiparon |
Es tan lamentable sentir que nuestra juventud inútil fue, que a cada paso la engañábamos y que ella también llegó a engañarnos, que nuestros sueños más lozanos se disiparon |
¿Quién es aquel hombre que permanece taciturno entre esa gente distinguida? Se muestra extraño a los presentes. Los mira cual si se tratara de una turba de fantasmas. ¿Qué se expresa en su rostro? ¿Revela spleen o ufanía? |
¡Adiós, mi libertad! ¿A dónde me voy y para qué? ¿Qué busco? ¿Qué me reserva el destino? |
Y ella empieza poco a poco a comprender mejor al hombre por el que sigue suspirando: un tipo triste y extravagante, más peligroso. ¿Es un ángel o un engendro del infierno? |
¡Ay, es así! Un frío olvidó es lo que nos espera a todos bajo la tumba. |
Venían, al caer la noche, aquí dos jóvenes y, unidas en un abrazo, sollozaba junto a la tumba, iluminadas por el nocturno astro. Y hoy ... Reposa el triste monumento en el olvido. Se ha perdido entre la hierba el sendero que a él conduce |
Otros deseos, otras penas van despertando en mi alma. Ya no me hago ilusiones de los deseos; siento, empero, nostalgia por mis viejas penas |
Sabía hacer que dos amigos se pelearan entre sí y en la barrera se enfrentaran, o hacer que se reconciliaran para almorzar después con ellos y al otro día difamarlos contando chistes y mentiras |
Eugenio siempre ha detestado las lágrimas de las mujeres y los desmayos que de sobra había visto en su vida |
Horribles monstruos; uno tiene morro de can y cornamenta; ostenta otro una testa de gallo; aquí, un esqueleto ufano, tieso y arrogante; allí, un gnomo con su rabo; allá, al lado de una bruja, un semigato, semigrulla |
Marinero en tierra