Los juguetes de la guerra

Últimamente están llegando a mis manos muchas lecturas históricas y todas las encuentro interesantes. Cada una desde su perspectiva y de la que vengo a hablaros hoy es una de esas historias que vale la pena enfrascarse en su lectura porque es una verdadera delicia. Se trata del libro «Los juguetes de la guerra» de la autora Carolina Pobla.
En «Los juguetes de la guerra» nos encontramos una historia contada por Violeta a sus hijos y para ello nos trasladamos a 1942. Allí la madre de Violeta, Ilse intenta sobrevivir a la muerte de su marido, aviador de la Luftwaffe. Son momentos difíciles e Ilse se encuentra sola con 6 hijos a los que cuidar así que decide regresar a su pueblo natal para apartar a sus hijos de la guerra, pero cuando llega allí la situación no es mucho mejor. Su antigua casa se ha convertido en un hospital militar y se ve obligada a trasladarse a una pequeña cabaña con su familia. Ilse intentará que la vida transcurra con normalidad para sus hijos y gracias a sus conocimientos como comadrona podrá trabajar en el hospital y así ayudar a los más necesitados.
Esta novela está basada en unos hechos reales que la propia autora conoce de primera mano ya que se trata de la historia de su abuela, una historia que le contaba su madre y, por tanto, aunque es una novela de ficción hay recovecos de experiencias familiares y personales. Su abuela debió de ser una mujer fuerte y luchadora al igual que lo es Ilse, una mujer y madre que vivirá la peor cara de la guerra y que intentará por encima de todo darles un futuro digno a sus hijos.
«Los juguetes de la guerra» es una novela histórica que nos sitúa en la Segunda Guerra Mundial y nos cuenta cómo se vivió en una pequeña zona de Alemania este conflicto, como sus habitantes intentaban continuar con sus vidas mientras les fuera posible y todo lo que sufrieron estas personas que no estaban en primera línea de combate pero que las consecuencias que les trajo la guerra fueran enormes. Me ha gustado que la autora nos relate estas vivencias de manera directa, con un lenguaje sencillo nos va adentrando en la vida de sus personajes de forma extraordinaria y somos capaces de trasladarnos a ese rincón y ser uno más de ellos.
Uno de los puntos fuertes de la novela son sus personajes, me cuesta quedarme con uno de ellos ya que todos son interesantes, aportan algo a la trama y están muy bien creados, aunque creo que Ilse es sin duda el personaje más potente de esta historia. Una mujer que se tuvo que enfrentar en solitario a las vicisitudes que la vida le planteaba, que fue capaz de darlo todo por los demás pero que también vivió una historia de amor maravillosa. Ese amor que le permite encontrar algo de luz y esperanza entre tanto miedo y caos.
Carolina Pobla nos cuenta en «Los juguetes de la guerra» una parte de la historia poco explotada en los libros y es como se intentaba eliminar de los pensamientos de los alemanes todo lo que tuviera que ver con el nazismo, como les mostraban las atrocidades que se habían hecho para que aprendieran. Hay algunos tramos de la novela que me han impactado por su dureza.
Por tanto, «Los juguetes de la guerra» es una de esas novelas que a pesar de que la trama en sí sea dura y se cuenten vivencias difíciles de borrar para los que las vivieron en primera persona es una novela bonita, con la que disfrutas leyendo y que te deja con una sonrisa en la boca y queriendo saber más de la vida de estos personajes que te acompañarán tiempo después de la lectura del libro. Una novela que sin ninguna duda os recomiendo leer.

Carolina Pobla ha estado vinculada al mundo de la danza durante más de treinta años, sin embargo, el insólito pasado de su familia le ha llevado a escribir dos novelas basadas en las memorias de sus abuelos.

Tras "Geranios en el balcón", novela que se convirtió en un éxito, Carolina vuelve para contar al mundo la historia de superación y valentía de su abuela materna. Una mujer viuda que con seis hijos y una casa expropiada por los nazis tuvo que hacer frente a uno de los acontecimientos más importantes de la historia; la Segunda Guerra Mundial.

Con una narrativa sublime y fluida en la que prima las maravillosas descripciones de personajes, ambientes y acontecimientos, la autora va desenvolviendo una trama fundamentada en secretos y pequeñas historias que mantiene durante toda la novela la atención del lector, transmitiendo así un amplísimo espectro emocional.

Construidos con gran acierto, los personajes tanto principales como secundario se muestran muy humanos, llenos de aciertos y también de errores, circunstancias con los que el lector empatiza inequívocamente.

De una forma sutil y camuflada en la trama principal, la autora se hace de una nota sobresaliente al presentar de manera muy completa y en párrafos breves las historias de los principales actores secundarios, adentrándose en sus pasados y en las motivaciones o sucesos que los han llevado a la situación actual. Algo que favorece la visión global de los habitantes del pueblo convirtiéndolo en un lugar cercano y que te hace formar parte de él.

La protagonista, Ilse se presenta como una mujer valiente, fuerte, decidida, luchadora, solidaria, que hará hasta lo imposible por salvaguardar la vida de sus hijos. de todos los personajes es el que más destaco, pues su coraje y resolución es admirable, y su humanidad la convierte en una persona especial para el lector.

La evolución de los personajes es asombrosa. Los niños, que con el paso de los años van creciendo, se convierte en jóvenes y adolescentes con carácter, decididos. El lector irá descubriendo su crecimiento de primera mano y sufrirá y se emocionará con sus decisiones y vivencias.

Las diversas historias de esta novela se encuentran bien definidas y justificadas plenamente en la trama principal, no sobran ni faltan palabras y no hay cabos sueltos ya que cada uno de los hechos encuentran una resolución.

En esta novela se refleja muy bien la dificultad que tuvieron los pueblos alemanes durante los seis años de guerra y los posteriores, siendo sometidos en primer lugar por su propio ejército y, posteriormente, por el contrario. Así mismo, expone de primera mano el estilo de vida de una zona rural, las amenazas, el miedo, la incertidumbre, las relaciones, los sometimientos o los rigurosos escalafones que formaron parte de la cotidianeidad diaria de tantísimos civiles.

Durante su lectura me sentía atrapada por completo. Tanto la trama como los personajes consiguieron enamorarme de tal forma que al terminar la novela sentí un vacío interno. Hacía tiempo que no me emocionaba y disfrutaba tanto con una novela histórica.

Por la forma en la que está escrito y la inclusión que hace del pueblo y sus personajes como parte de la trama me ha recordado a la novela de Irène Némirovsky "Suite Francesa", una de las mejores obras históricas que he leído. Y que recomiendo enormemente si no se ha leído y después de este libro sientes que necesitas más.

En definitiva, "Los juguetes de la guerra" es un libro tierno, con una prosa exquisita y una narración muy visual que traspasa las páginas y te embauca haciéndose presente y no convertirse en una historia más dentro de la desbordada temática de la Segunda Guerra Mundial. Una historia de amor verdadero donde la supervivencia, la familia y el amor al prójimo cobra el mayor sentido.

Los juguetes de la guerra es la segunda novela de Carolina Pobla. Había oído hablar muy bien de sus novelas y tenía ganas de leer alguna de las dos.
Es una novela que me ha gustado mucho. Resulta muy interesante conocer el punto de vista de los alemanes que no eran nazis, como vivieron la II Guerra Mundial en Alemania siendo muchos de ellos víctimas primero de los suyos y de los aliados después. Además se trata de una novela basada en la historia de la familia de la autora, en concreto en las historias y recuerdos infantiles narrados por su madre. Ilse, la protagonista, está inspirada en su abuela, que al igual que la protagonista de la novela, era una mujer fuerte y menuda, procedente de una familia con mucho dinero que sufrió un matrimonio desafortunado con un oficial de la Luftwaffe. Tuvo seis hijos, y durante el conflicto adoptó algunos más. La familia pasó la guerra en una cabaña en la montaña, pues al ser viuda de militar con hijos, pudo acogerse a una evacuación preferente. La novela está dedicada a su madre, que también era la quinta de los hermanos como Violetta o Letta que será quien contará la historia a dos de sus hijas. Los demás personajes son producto de la imaginación de la autora. La ambientación si es real y nos muestra la situación vivida por una parte de la población en esos días de guerra y postguerra.

La novela empieza en la Barcelona actual, cuando a Violetta le comunican la muerte de su hermano Víctor de un infarto. Violetta había nacido en Múnich en 1937. Es entonces cuando desvela algo que había mantenido hasta ese momento oculto: Víctor no era hermano suyo. A partir de ese momento les contará a dos de sus hijas parte de su infancia y lo vivido por su familia durante la guerra.
Viajaremos hasta la Alemania de 1942. Ilse, viuda de un aviador de la Luftwaffe, regresa al pueblo de Baviera en el que pasó los veranos de su infancia. Llega allí con sus seis hijos, para protegerles de los bombardeos de la ciudad, pensando que allí será todo más fácil. Pero al llegar se encuentra con que la mansión de su familia ha sido convertida en hospital militar, donde se recuperan los oficiales del ejército alemán. Se verá obligada a vivir con sus hijos en una cabaña en el monte, sin las comodidades de las que están acostumbrados. Contará desde el primer momento con la gran ayuda de Ramona y el viejo Johann, su marido, ambos trabajaban como guardeses en la mansión familiar. Mientras, los niños van creciendo y adaptándose a su nueva situación madurando rápidamente. Ilse es una madre luchadora y trabajadora que se desvivirá para que sus hijos padezcan lo menos posible la guerra. Gracias a sus conocimientos como comadrona podrá ayudar en el hospital y en todo lo que pueda, y así es como conocerá al doctor Dante Newmann, el responsable médico del hospital militar.

Puede decirse que se trata de una novela coral, ya que aunque la protagonista principal es Ilse, todos sus hijos tienen mucho protagonismo. Serán también muy importantes personajes como Ramona, el viejo Johann, el doctor Dante, el maestro don Paul y Frank, amigo y compañero de Daniel. Ramona tiene mucha fuerza y decisión y su apoyo será fundamental para Ilse, son los dos personajes que más me han gustado.

De los hermanos la mayor es Margot de 17 años, le siguen Daniel de 15, Nils de 11, Betina de 9, Letta de 5, y el pequeño Tom de 3 años. Y luego está Víctor, de 10 años, que en realidad se llamaba Samuel y al que un buen día encontraron andando solo, desorientado y en un estado lamentable. Decidieron que lo mejor sería que se quedara con ellos y ocultar su procedencia.

En Los juguetes de la guerra conoceremos el día a día de una pequeña población rural alemana durante la II Guerra Mundial, con sus penalidades, privaciones, y restricciones bajo la vigilancia de los comisarios de zona, sometidos a los suyos. Después llegarán los aliados, vencedores y sufrirán las represiones y las consecuencias de haber tenido que tomar partido, algunas veces sin tener otra alternativa. Una visión distinta del pueblo alemán en la guerra, de aquellos que no estaban de acuerdo con la ideología nazi y que me ha parecido muy interesante. Veremos el miedo y la desconfianza entre los vecinos, el colaboracionismo de algunos con el ejército nazi, (destacando el papel de la mujer del alcalde), el hambre y también la solidaridad de casi todos, el horror y el sentimiento de culpa al conocer lo sucedido en los campos de concentración. Víctimas de los dos bandos. Lo ocurrido en los campos de concentración lo sabremos gracias al soldado Simon, hijo de Ramona y Johann, que nos contará su experiencia.

Los juguetes de la guerra es una estupenda novela histórica, dura y conmovedora a la vez y narrada de una manera admirable, en la que encontraremos otra visión de la II Guerra Mundial.

Enlace: https://lasmilyunahistoriasd..

Carolina Pobla viene a sumarse a la lista de autores nuevos que estoy conociendo este año, que no son pocos, y ya os digo que ha venido para quedarse porque me ha gustado muchísimo la historia que nos cuenta en "Los juguetes de la guerra" y también cómo nos la cuenta. Es una novela que os recomiendo desde ya y mucho más si os gusta leer sobre la época de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque es una novela de ficción, la autora reconoce que parte de las cosas que nos cuenta están basadas en experiencias personales, anécdotas de su infancia y sobre todo en muchas de las historias que le contaba su madre. Con esa información y su imaginación, Carolina nos regala una preciosa novela que arranca en Barcelona en la actualidad con un prólogo de apenas seis páginas donde conoceremos a Violetta, que acaba de perder a su hermano Víctor. La inesperada muerte de Víctor anima a Violetta a confesarle a sus hijas que cuando vio por primera vez a su "hermano" ella ya tenía siete años. Como la noticia las deja boquiabiertas, decide contarles todo aquello que nunca compartió con ellas.

Entramos así en la parte más extensa de la novela, dividida en 39 capítulos que transcurrirán a lo largo de 4 años (1942-1946). Ilse Mahler se ha quedado viuda. Su marido era un piloto de la Luftwaffe y además una bomba prácticamente ha destruido su hogar en Munich, así que no lo duda ni un segundo, hace las maletas y junto a sus seis hijos se van al palacete que ha heredado de sus padres en Baviera, sin embargo cuando llegan a su destino les comunican que su casa ha sido confiscada y convertida en un hospital militar, así que partirán rumbo a una desvencijada cabaña para salir del apuro y empezar a tomar decisiones.

Afortunadamente Ilse contará con la ayuda de Ramona y su marido Johann (qué personajes tan entrañables, de verdad) que la conocen desde que era una niña ya que eran los guardeses del palacete en ausencia de los Mahler y la ayudarán en todo lo que puedan.

Con quien más difícil lo tendrá Ilse será con su hija mayor, que enseguida se da cuenta de que no han ido para quedarse solamente durante unas semanas, como pensaba al principio, pero si algo tenía claro Ilse, era que debía alejar a sus hijos de Munich, de la posibilidad de un nuevo bombardeo y sobre todo de la terrible influencia y educación nazi que estaban recibiendo. Sabe que no va a ser fácil, que estaban acostumbrados a unas comodidades muy por encima de lo que ahora les puede ofrecer, pero no es un mujer que se rinda fácilmente y está segura de que podrá sacar a su familia adelante. La llegada del invierno marcará la primera de las difíciles pruebas a superar.

Poco a poco todos se irán adaptando a las nuevas circunstancias, además sus conocimientos, al menos teóricos, como comadrona le servirán de mucho en esta nueva etapa de su vida. Evidentemente a lo largo de cuatro año les pasan muchas cosas que no voy a desvelar y que me han emocionado en algún momento de la lectura y es que a pesar de que en ocasiones todo se pueda ver muy negro, al final se acaban abriendo fisuras en la oscuridad para dejar entrar un poco de luz y esperanza.

Me ha encantado esta familia, su capacidad de adaptación ¡qué remedio quedaba! Esa unidad familiar tan fuerte y por supuesto todos los personajes que van orbitando alrededor de los Mahler, Frank, Victor, Dante... incluso la "alcaldesa", que siendo un personaje detestable, creo que refleja muy bien a un tipo de personas que durante la guerra se aprovecharon de su posición para malmeter, traicionar y delatar si era preciso a cualquier vecino o "amigo", pero sobre todo me ha gustado Ilse, su fortaleza, su capacidad de lucha, su historia personal no es para nada agradable y sin embargo aguantó todo lo que hizo falta y más por sus hijos, así que me ha encantado esa bonita historia que surge en medio del caos.

También me ha gustado mucho algo que creo que todavía no me había encontrado en ninguna novela sobre esta época y es la "desnazificación" que se produjo cuando las tropas americanas abrieron los ojos a una población que no se podía creer lo que les contaban, que todos esos rumores sobre lo que ocurría en los campos de concentración fueran ciertos, obligándoles a verlo a través de unas terribles fotografías que se quedarían grabadas a fuego en las retinas de todos ellos y lo que es peor haciéndoles ver que con su "pasividad" también eran responsables de lo ocurrido.

"Los juguetes de la guerra" ha sido una preciosa novela de fluida lectura que me ha encantado, que refleja las consecuencias de una guerra, aunque no desde el frente propiamente dicho, sino a través de los habitantes de un pequeño pueblo de Baviera. El miedo, el hambre, la escasez, el colaboracionismo con los nazis queda bien reflejado en esta historia y otra cosa, ni los malos eran tan malos (a veces) ni los buenos tan buenos (a veces, también).

Enlace: https://bitacorademislectura..

Para cerrar nuestro ciclo sobre la segunda Guerra mundial, necesitábamos un historia desde el punto de vista de la sociedad alemana que vivió ese periodo de la historia. .

Ni todos fueron colaboradores, ni todos fueron conscientes del enorme desastre que se avecinaba sobre el país. Cuando Hitler llega al poder en 1933. El hambre y la necesidad de tener un líder y una nación orgullosa de sus orígenes, fueron el caldo de cultivo para el régimen totalitario nacionalsocialista de Hitler y su cúpula del terror.
Mientras ideaban y llevaban a cabo un genocidio y conquistaban Europa, en su propio país imponían leyes y creencias como su "limpieza de sangre", empezando a sembrar discrepancias políticas, practicando la ley del terror, haciendo desaparecer a sus propios compatriotas , asesinando y robando en nombre de Hitler. .

Ahí es donde entra nuestra historia. Comienza en 1942, Ilse y sus hijos se van de Munich a un pequeño pueblo de Baviera, el miedo de Ilse que cree dejar atrás, ha llegado también al pueblo de su infancia. Allí tendrá que vivir todo tipo de experiencias, que bien podrían resumir la historia de buena parte de la sociedad alemana, miedo, pobreza, represión militar, colaboracionismo .... Allí también vivirá una parte que se nombra poco en los libros, la desnazificacion, Un proceso que llevaron a cabo los aliados en Alemania el cual consistía en hacer que la población viera los horrores de las campos de concentración haciéndoles responsables del genocidio, pegaban fotos, les obligaron a ver vídeos sobre el holocausto...otra parte de la postguerra .
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Como dijo una superviente de Auschwitz, Edith Friedman, en la guerra no hay ganadores, todos pierden hijos, bienes, todo, hasta la humanidad.
Si todo esto la aderezamos con un poco de amor, de historia y (porque no) Un toque de feminismo, nos queda una gran novela!