—¿Por qué nos pasa esto, mamá? Nosotros no hemos hecho nada malo. —Es la guerra, cariño. Es un maldito juego en el que todos pierden. |
—¿Por qué nos pasa esto, mamá? Nosotros no hemos hecho nada malo. —Es la guerra, cariño. Es un maldito juego en el que todos pierden. |
- Amigo Dante, eso es lo que tiene el juego de la guerra, que a veces se gana y a veces se pierde. - No se equivoque, señor. El problema es que nosotros nos jugamos. Nosotros somos los juguetes. |
—Estos eran mis juguetes. Le ofreció una de las figuritas para que pudiera admirarla de cerca. Eran de una calidad extraordinaria. —Ahora somos nosotros los juguetes —pensó en voz alta—. Sus soldaditos de plomo. Dóciles, manejables, obedientes, importantes pero sustituibles. Sus juguetes de la guerra. |
En ese mismo momento se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado solicitando el cambio de destino, al comprender que todos los que estaban allí, víctimas y verdugos, eran prisioneros de una misma alambrada, dos caras de una misma moneda gris y silenciosa.
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El relato de Simon estaba lleno de terror, torturas y hambre. De mezquindad, de avaricia, de venganza y de esclavitud. En aquel lugar, la debilidad se pagaba con la muerte. Y el trabajo extenuante con agua sucia y trozos de pan podridos que provocaban peleas, patéticos espectáculos para los ojos sádicos de oficiales y soldados que disfrutaban con tanta brutalidad.
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—Salvando a un hombre salvas al mundo. —Para salvar a muchos has tenido que sacrificar a uno. Eres una buena persona. Dios sabrá recompensarte. |
—Amigo Dante, eso es lo que tiene el juego de la guerra, que a veces se gana y a veces se pierde. —No se equivoque, señor. El problema es que nosotros no jugamos. Nosotros somos los juguetes. |
... pero el hombre que no quiere luchar es un hombre vencido. Y la muerte es un rival poderoso.
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Es curioso cómo puede cambiarse la historia a base de olvidos, cómo alguien puede desaparecer para siempre si no tiene quien lo recuerde.
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—Podemos tratar todas las heridas superficiales —le dijo a Ilse cuando terminó con el último —, pero no sé cómo van a sobrevivir a las terribles secuelas que les quedarán en el alma.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?