Los juguetes de la guerra de Carolina Pobla
—Estos eran mis juguetes. Le ofreció una de las figuritas para que pudiera admirarla de cerca. Eran de una calidad extraordinaria. —Ahora somos nosotros los juguetes —pensó en voz alta—. Sus soldaditos de plomo. Dóciles, manejables, obedientes, importantes pero sustituibles. Sus juguetes de la guerra. |