Las mujeres insistimos en que queremos sentirnos valoradas por nuestro cerebro, pero quien diga que no le gusta sentirse deseado, miente. En cualquier caso, siempre hay dudas de si un baboso se acerca a ti por tu escote, u otro se acerca a ti porque le atrae tu personalidad y se confirma con el resto... Pero lo que has dicho... simplemente, la perfección, por eso no me extraña que me gustes, todo cuadra — sonrió encantada.
|