Cuchillo de palo

Qué sentido tiene invertir energía en resolver un problema si no va a influir en nuestros actos. Las preocupaciones innecesarias desvían la atención de los necios.

A esas alturas, colgado por los pies de la viga maestra, maniatado y
amordazado, tenía la certeza de que iba a morir. Las únicas incógnitas que le faltaban por despejar eran cuándo y, sobre todo, cómo.

En ocasiones, huir solo sirve para morir un poco más tarde y mucho más cansando.

—¿Cómo era ese maldito refrán? ¿Ese que un día me explicaste el significado? Enarqué las cejas.
—Como no me des más pistas…
—Ese que hacía alusión a los hijos y los padres, o algo así.
—De tal palo tal astilla.
—No, ese no. Otro.
—De casta le viene al galgo.
—Otro.
—Ni puta idea.
—Decía algo de una cuchara de madera.
Aquello me provocó una carcajada que se envalentonó entre aquellas paredes.

Mientras deshacía el camino, Vlade Ilic se preguntaba si es el mal el que busca a las personas o son las personas las que encuentran la maldad.