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Ramiro Sancho ocupa el primer puesto. Inspector de homicidios de Valladolid, pelirrojo rapado al uno y barba también pelirroja, gran refranero, su coletilla: "hay que joderse"

Manuel Bianquetti, inspector de policía en Cádiz, grande como un jugador de basket con sus dos metros de estatura y robusto como un toro, poco dado a las relaciones afectivas, conduce un Kadet y se le da bien poner apodos a los "malos". Para él, actuar correctamente no siempre significa estar en el lado bueno de la ley

Franck Sharko es comisario en la Dirección Central de la Policía Judicial de París. Alto y en buena forma, es un imán para los asesinos en serie. Nunca deja en casa su Glock aunque siempre acaba empleando primero sus puños.

Dante Torre no es policía, ni investigador ni detective, es un hombre que de pequeño estuvo secuestrado durante once años, es un genio, su capacidad de deducción es inigual, eso sí, es una persona con muchas paranoias, entre ellas los espacios cerrados. Colabora con la detective Colomba Caselli. Juntos hacen un equipo de lo mejor.

Cormoran Strike es un veterano de guerra que se convierte en detective privado. Alto, fuerte, gruñón y muy inteligente, aunque en el fondo sea todo un bonachón logra encerrar a más de un asesino a la vieja usanza

Camille Verhoeven es comandante de la Brigada Criminal de la Policía de París. Sufre hipertrofia fetal por lo que solo mide 1,45 m. Malherido por la vida pero tremendamente inteligente se hace respetar por todos sus subordinados que le miran desde lo alto