Sharko

Algo menos de un año ha tenido que pasar para que mi adicción a Thilliez se viera colmada con esta nueva publicación. Un thriller al que nada le resta y todo le suma, en el que su autor nos propone navegar por el corazón mismo de la locura a la vez que coloca una espada de Damocles sobre las cabezas de sus dos personajes principales, el ex comisario Franck Sharko y la teniente Lucie Hennebelle. Una pareja de policías que se conocieron en medio del dolor y de la muerte y lograron edificar su amor sobre unos hechos dramáticos que los marcaron de por vida. Esta novela es la octava entrega de la serie y la sexta protagonizada por este tándem de personajes tan sufridos y de vidas tan intensas. Hoy os hablo de "Sharko" una novela que a pesar de ser autoconclusiva, os recomiendo que leáis en orden la serie para ver la evolución de sus protagonistas y los antecedentes de los dramas que perfilaron sus vidas, que son de especial interés.



"La felicidad debe ser la excepción, el sufrimiento es la regla".



La novela se inicia con un prólogo sangriento que no dejará a nadie indiferente y te tatuará a sus páginas desde la primera coma, tratando de comprender el horror que en él se va a desarrollar. Dos años han pasado desde que se cerró el caso "Pandemia" y en esta ocasión en Lucie se halla el origen de esta historia en la que el lado más oscuro de Sharko tratará de aflorar e imponerse.



Una llamada de la tía de nuestra protagonista va a desencadenar el peor de los horrores en el cuerpo policial en general y en la vida de esta pareja de investigadores en particular. Tras el fallecimiento de su tío, un inspector de policía retirado, llega a manos de Lucie el último caso que este llevaba off the record sobre la desaparición de una joven. Lucie decide continuar la labor de investigación que comenzó su tío y cometerá la imprudencia de allanar, saltándose todo procedimiento legal y en plena noche, la casa del sospechoso, Julien Ramirez, con tan mala fortuna que acabará con su vida. Ha sido en defensa propia y tras un duro forcejeo en el que ella ha estado a punto de perecer, pero a los ojos de la ley acaba de cometer un homicidio. En una fracción de segundo, todo lo que habían construido juntos, la duras pruebas superadas para conseguir llevar una vida normal, se volatiliza en mil pedazos porque Sharko se convierte en cómplice de asesinato al "tunear" la escena del crimen y esta situación lo pondrá psicológicamente al límite. Los dos llevaban a cuestas un pasado de marcado sufrimiento y parecía que el destino ya se había cebado lo suficiente con ellos. Lucie ha soportado mucho en su vida, pero la privación de libertad la aniquilaría y esto su marido no lo va a permitir…



Vista la naturaleza del crimen, el caso irá a parar al Departamento Criminal del 36 del quai des Orfèvres, ocupando Sharko el puesto de responsable del equipo. La decisión de maquillar la escena del crimen cambiará los parámetros esenciales de la investigación. El matrimonio se sumerge de lleno en un caso que los obliga a apoyarse mutuamente y funcionar en bloque porque un error, un lapsus, un mal reflejo y los dos se hundirán. Todo el equipo de la policía judicial perseguirá a un psicópata elaborando falsas hipótesis, siguiendo la estela de algo inexistente y Sharko se verá obligado a interiorizarlo todo y a poner buena cara porque el futuro de su familia pende de un hilo.



"Sharko" es un thriller oscuro de ritmo violento y trama laberíntica, sólida y adictiva, que no deja cabos sueltos, en el que la sangre supura a través de sus páginas, aumentando la tensión y ansiedad del lector a medida que avanza la investigación. Gracias a la corta extensión de sus capítulos, una prosa sencilla y fluida, una narrativa muy visual con grandes dosis de tensión que se convierte en el motor de la lectura, así como un narrador omnisciente con acceso a los diferentes personajes y escenarios, Franck Thilliez ha logrado salvar las dificultades para explicar de la manera más simple temas científicos complicados, consiguiendo integrarlo sin fisuras en una investigación policial vertiginosa en la que el tiempo corre en nuestra contra. Una vez más consigue arrastrarnos hacia una espiral de acción, angustia y suspense perfectamente dosificados. Sharko y Lucie vivirán una pesadilla dentro de la pesadilla, una especie de sueño imbricado en el que cada nivel se revelará peor que el anterior, siendo conscientes de que las dificultades son una ley inamovible de la naturaleza.



Destacable, una vez más, es la habilidad del autor en la construcción de personajes, quienes mantienen una continuidad psicológica y están cargados de matices, con sus debilidades y sus defectos. Logran brillar con luz propia y son capaces de originar empatía en el lector, incluso de hacerle partícipe de su dolor. En esta ocasión todo empieza con Lucie, quien se nos muestra más débil y vulnerable que en anteriores entregas, pero poco a poco irá cediendo parte de su protagonismo a Nicolas Bellanger, un personaje que después del caso Pandemia y tras un cúmulo de desgracias que le cuesta superar, se siente descolocado. Sus heridas continúan abiertas y sangrando. Está amargado y ante su impotencia para pasar página se consume a fuego lento, inmerso en una espiral de locura y dolor, mucho dolor.



De la mano de Franck Thilliez nos adentraremos en el universo del asesino, en ese mundo arrasado por el vicio, un terreno pantanoso del que se desborda la podredumbre y la furia. Todas las novelas de este autor contienen un trasfondo científico y esta última entrega no iba a ser menos, pero especialmente pone de manifiesto las relaciones entre sus protagonistas.



Sintetizando: "Sharko" es el octavo volumen de una serie protagonizada por dos personajes muy especiales y de profundo calado psicológico que, juntos, han logrado cimentar su relación sobre el dolor de su pasado, superando las adversidades. Un thriller negro como la desesperación y rojo como la sangre, un auténtico page turner de intrincada trama y ritmo desenfrenado que no dará tregua al lector. Una novela autoconclusiva cargada de tensión y marcado suspense, con la que he disfrutado y sufrido, que pone de relieve que todos ocultamos esqueletos en el fondo del armario, siendo necesario aprender a convivir con ellos. A estas alturas ya sabéis que yo califico con cinco estrellas a muy pocos libros, no digo más...
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29/10/22
Octava entrega y fin de la.saga .Como es habitual espectacular investigación con todos los detalles.Decir también que al acabar la trama principal de las anteriores,parece que te sabe a poco,ya que la trama principall es espectacular,aun así sigue la cronología .No creo que haya una novena,pero nunca se sabe.La historia de esta trata sobre la sangre y como siempre personas que se creen que están por encima de todo,perturbados.Y referente a la saga,sin palabras ,espectacular .Adictivos personajes además de las tramas,ahora entiendo él.éxito del autor ,no es para menos.Muy buen escritor y 110% recomendable la saga.Muchas gracias.

Pueden existir spoilers de las anteriores entregas.

Era evidente que con el título de esta nueva entrega de la saga más famosa de Thilliez, se hacía referencia a un caso mucho más personal para Sharko y Lucie. Así lo evidenciaremos cuando Lucie se implique en una pista que su tío, recientemente fallecido, estaba investigando. Parece que una mujer desapareció a manos de un hombre al que su tío ya seguía la pista, y Lucie decide saltarse todas las reglas de la legalidad y entrar en la casa del sospechoso a echar un vistazo.

Cuando está dentro todo sucede muy rápido, Lucie no da crédito a lo que ve en el sótano, ¿qué tipo de persona puede provocar semejante aberración? Después: un empujón, unos ojos oscuros llenos de ira que la miran, un forcejeo, unas manos que tratan de dejarla sin aire en los pulmones y una detonación que acaba con el cuerpo sin vida del hombre. A pesar de que Sharko no sabía nada de esa investigación, Lucie decide llamarle. No sabe cómo reaccionar ante lo que acaba de ocurrir. Ha matado un hombre, irá a la cárcel. Pero Sharko no piensa permitirlo, su familia no puede destruirse, además no es la primera vez que actúa ilegalmente. Altera la escena del crimen para que parezca un asesinato terrible y este acabe en manos del 36 Quai des Orfèvres de la policía judicial. Ellos mismos serán quienes lo investiguen.

Es así como sin quererlo Lucie destapará la vida de Ramírez, el hombre al que mató, un auténtico monstruo que parece tener relación con un grupo de tipo sectario que está obsesionado con la sangre. Y por ello, arrastran tras de sí numerosas desapariciones y muertes. ¿qué intereses hay detrás de esa sangre? ¿buscan jugar a vampiros o es algo mucho más cruel?

El grupo de investigación se enfrentará a uno de los casos más complejos y sangrientos (nunca mejor dicho) en el que han trabajado. Donde Thilliez vuelve a demostrarnos que es un maestro a la hora de desarrollar una trama coherente y aportar gran cantidad de información interesante. Esta vez relacionada con la sangre, las enfermedades, las sectas, el vampirismo, o algo tan extravagante y curioso como el bioarte. Una trama no apta para estómagos sensibles.

Como si no tuvieran suficiente con la complejidad del caso, o con el hecho de que hay cosas que no cuadran tras los "cambios" en la escena del crimen que realizó Sharko, la pareja de investigadores sufrirá por lo que pueda pasarle a su familia. Todo puede saltar por los aires si cualquiera de sus compañeros descubre que ellos están implicados en el caso.

A pesar de que Lucie mató a un hombre que no estaba limpio, la angustia y los recuerdos de lo que hizo no dejarán de acosarla durante toda la trama. Incluso Sharko, que siempre se muestra fuerte, parece resquebrajarse por momentos y sentiremos su debilidad ante lo que pueda pasar a su pareja. Además su compañero Nicolas, un gran investigador y un hombre que está sufriendo por lo ocurrido en la anterior historia, parece obsesionarse con el caso y demostrará que siempre está a la altura de las circunstancias, incluso cuando está en su peor momento personal.

Una de las cosas que pasa con Thilliez es que su mayor enemigo es él mismo, es inevitable no comparar sus nuevas lecturas con las anteriores, y muy complicado que siga manteniendo ese nivel de otras veces. En esta nueva entrega el nivel ha subido respecto a sus dos predecesoras y su autor sigue demostrando que está a la altura de los lectores más exigentes del thriller.

"Sharko" es una novela negra que vuelve a repetir las mismas pautas de entregas anteriores, una trama espeluznante, en la que destacan la ciencia y un tipo peculiar de maldad, aderezado con datos históricos y cierta crítica social. Impresiona la habilidad de su autor para convertir una historia tan compleja en una lectura de ritmo vertiginoso. Sumado a todo esto, la tensión aumentará al ser el caso más personal de Lucie y Sharko, un caso que podría acabar con dos grandes investigadores.

En definitiva, Thilliez demuestra una vez más estar a la altura de esta saga y se convierte en un autor que ningún amante del género debería perderse.

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Las cosas se le ponen muy mal a nuestra querida pareja de investigadores en esta entrega de la serie. El libro comienza con Lucie entrando en una propiedad privada sin estar habilitada para ello. Las cosas se le complican y, como resultado, el propietario acaba muerto. Desesperada, llama a Sharko. al no estar autorizada por la ley para entrar en dicha casa, lo que ha pasado sería calificado como homicidio y daría con sus huesos en una cárcel. Sharko no lo va a permitir.

Al grupo de Sharko le tocará la investigación del asesinato de esa persona y, en cuanto empiezan a tirar del hilo, ven que el muerto tenía muuuucho que esconder

Parecería que he contado mucho de la trama de la novela pero os aseguro que sólo he contado lo que pasa en los dos primeros capítulos (además, la sinopsis de la editorial cuenta mucho más...) Y es que la novela comienza muy fuerte, con un primer capítulo que te deja acongojado para todo el resto de la lectura. Y es que los que ya llevamos ocho entregas con Sharko y Lucie les hemos cogido mucho cariño. Han tenido que pasar por muchas cosas horribles, por cosas por las que nadie debería pasar, y además se hacen de querer. al lector le gustaría que, por una vez, su "padre" les dejase en paz. Pero no, Thilliez no sabe el significado de esa palabra y va a tener, a lo largo de todo el libro, tanto a sus dos protagonistas como al lector en un auténtico sin vivir.

Me quejaba en las reseñas de las últimas novelas que parecía que Thilliez se hubiese olvidado de Lucie y que dejaba a ésta en un papel un tanto secundario respecto a Sharko. Si bien Sharko nos encanta, todos sabemos el potencial que tiene Lucie y nos daba pena que el autor no lo aprovechase. Pues bien, en esta entrega Lucie vuelve a la carga y..., casi mejor que se hubiese quedado en su casita porque ay lo que nos hace sufrir.

Lucie va a hacer algo nada más empezar el libro que le va a causar muchos problemas. Algo que cualquiera de nosotros entendería -e, incluso, visto cómo transcurre la historia, aplaudiría sin reservas- pero algo que no podía realmente hacer. Y las consecuencias pueden ser catastróficas. Nosotros no queremos esas consecuencias, Sharko tampoco así que decide "maquillar" el asunto y despistar a su equipo investigador

Así que, en esta ocasión, sabremos desde el principio quién es "el asesino" pero eso resulta, si cabe, más intrigante que no saberlo. Porque querremos que ese asesino se salve y nos va a provocar mucha congoja ver que se van desvelando pistas. Pero no os creáis que toda la historia va a consistir en esto; no, hay mucho más: hay una investigación tremendamente difícil y una serie de crímenes que la muerte de Ramírez (la persona a quien mata Lucie) va a desvelar. Y os aseguro que son tremendos, no os los podéis ni imaginar.

Como siempre, Thilliez introduce datos "científicos" que dotan de mucha riqueza y originalidad a la trama (siempre me pregunto cómo es capaz de pensar en novelas tan tremendamente complicadas como las que nos ofrece) y lo hace de forma sencilla y fácilmente entendible para los legos en la materia. El tema que trata en esta ocasión me ha resultado fascinante y me ha hecho ver, una vez más, lo expuestos que estamos.

Dije que "Pandemia" (la novela anterior) era de las peores de la serie; pues bien, "Sharko" es de las mejores. Me ha encantado, sin un solo "pero". La he disfrutado -o sufrido más bien- de principio a fin, me ha mantenido en vilo, he sufrido muchísimo, me ha horrorizado en varias ocasiones y me he mordido las uñas.

Como siempre, repetimos personajes. Por supuesto, Sharko y Lucie serán protagonistas casi absolutos. También aparecerán los demás miembros del equipo y especialmente Nicholas que, tras lo ocurrido en Pandemia, está el hombre que no levanta cabeza

Los que ya habéis leído alguna novela de Thilliez ya sabéis que sus novelas son muy negras y brutales, con un toque científico, pero que también tienen mucho ritmo; podrían considerarse thrillers pues no dan respiro. Son novelas que enganchan muchísimo pero no porque recurra a ganchos fáciles o porque la lectura sea simplona -de hecho, al tener siempre elementos científicos, no puede decirse que sea una lectura simple- sino por el interés de lo que cuenta y los buenísimos personajes que las pueblan. Sharko, ya lo he dicho, me ha parecido buenísima, de lo mejorcito que ha escrito Thilliez


Conclusión final

Una serie que todo aficionado a la novela negra debería leer. En "Sharko" Thilliez está que se sale
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Siguiendo la pista de una investigación privada que estaba llevando su tío Anatole antes de morir, Lucie decide adentrarse por su cuenta y riesgo en la vivienda de un individuo sospechoso de secuestro. El sótano Julien Ramírez no solo la deja atónita sino que Lucie es sorprendida por el mismo, y tras un duro forcejeo acaba con su vida. Consciente de su situación: del allanamiento que acaba de cometer y los cargos que recaerán sobre ella… decide llamar a Sharko y, sabiéndose contra las cuerdas, juntos urden un plan, alterando la escena del crimen, con la intuición de que será el equipo del 36 el encargado de la investigación.

Tal y como pensaban a la mañana siguiente el caso llega al 36 del Quai des Orfèvres y allí se desplazará el equipo para intentar dilucidar quien mató a Julien Ramírez y por qué. Un dato que, por supuesto, Sharko y Lucie conocen de antemano y les llevará a vivir las horas más tensas de toda su carrera policial. Y es que además de correr el riesgo de ser descubiertos, moralmente se sienten mal al manipular la investigación de sus compañeros. Sin embargo, el caso va a dar mucho de sí ya que la víctima no era un alma cándida y tras su rastro parece haber un grupo extremista, que a través de unas curiosas prácticas relacionadas con la sangre está cometiendo una serie de asesinatos salvajes y absolutamente inhumanos.

Como en cada nueva entrega de Thilliez, cierta parte de la trama tiene tintes científicos y esta no iba a ser una excepción. En este caso, todo lo que rodea esa sangre nos va llevar a conocer una historia que me han resultado absolutamente fascinante: su forma de abordarlo, el desarrollo y cómo resuelve de forma impecabe. Y es que parece mentira como enreda este hombre y la cantidad de información que pone sobre el mantel para hilo a hilo ir llevando cada cosa a su sitio y dejar atados todos los cabos con la coherencia más absoluta.

Como ya podréis imaginar, he disfrutado al máximo de esta historia. El autor sigue fiel a su estilo con una prosa sencilla, una lectura ágil y una tensión límite que se mantiene a lo largo de sus casi seiscientas páginas, que han durado en mis manos poco más de dos días. Y aunque suene manido, la lectura te engulle de tal forma que no consigues pensar más que en avanzar, saber un poquito más, encajar algunas piezas, pero ni en tus sueños más optimistas logras intuir por donde te va a llevar finalmente la historia. Tatuadores, sectas, bioarte, asesinatos y experimentos atroces serán algunos de los ingredientes que vamos a encontrar en el que no dudo en calificar como uno de los thrillers del verano.

Aunque uno no quiera, después de un montón de entregas y a fuerza de conocere a ciertos personajes, es imposible no tomarles cariño. En esta ocasión Thilliez pone a Sharko y a Lucie al límite y esa desazón y tensión por la que van a pasar los protagonistas acaba implicando al lector que, aun consciente de sus actos, no desea que los descubran, porque en realidad Lucie disparó en defensa propia y se siente mal por ocultar información a sus compañeros, por dejarlos dar palos de ciego, pero ha de ser fuerte por su familia. Se aferrará a su timón: Sharko, que tendrá que ser muy fuerte. Su inconsciencia acabaría con su proyecto de familia y eso no lo va a permitir. Ellos van a acaparar gran parte del protagonismo junto con Nicolas Bellangher, que tampoco está pasando por su mejor momento. Lo sucedido en la anterior entrega le ha dejado deshecho y aunque parece haber perdido el rumbo sigue demostrando ser uno de los mejores activos del equipo.

Apostar por Thilliez es apostar sobre seguro y una vez más vuelve a demostrar que pocos como él son capaces de tensar tanto la cuerda con temas tan diversos e interesantes.

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