Personas decentes

no me des más vueltas: lo importante es que tú tarde de domingo ha sido una estancia amable y merecida en el territorio esquivo de la felicidad.

lo que se puede considerar la esencia misma de la Historia. Y es la certeza de que el pasado nunca termina. Ni siquiera con la muerte. El pasado es todo lo que ha sido, cada instante que hemos sido y es tan empecinado que siempre decidirá lo que seremos. Si se borrara el pasado, dejaríamos de existir. Contra esa condena tremenda los hombres buscamos alternativas que hagan menos pesada esa carga inevitable. La más recurrida, claro está, es el olvido. Es una forma de ocultar alguna parte de la carga de ese pasado para poder lidiar con el presente y hasta tener la vanidosa pretensión de mejorarnos el futuro. En este país, donde tantas historias se reescriben., donde tantas cosas se funden bajo capas de olvido programado, mucha gente se empeña en reescribir su pasado, aunque sea en vano.

habían dejado en su ánimo una sensación de derrota más que de éxito, la evidencia de que la justicia es necesaria, pero no necesariamente justa.

Y por eso en la isla la gente decía que lo importante era tener FE: familiar en el extranjero

El problema siempre ha sido que la Historia no escrita no se puede leer

No me cabían dudas de la capacidad manipuladora de las masas que poseía aquel joven que hablaba de grandes aspiraciones sociales y a la vez disputaba el control del mezquino negocio de la prostitución en la zona de tolerancia.

Bertha Fontaine, conocida como la Petite, era una de esas mujeres que solo de verlas uno siente que se le corta la respiración.No tiene sentido intentar escribir lo que la naturaleza creó con tal esmero, pues las palabras nunca le harían, pues las palabras nunca le harían justicia.

¿La felicidad?
Porque no puede dejar de hacerlo, Mario Conde se pregunta qué es, cuánto dura, cuál es su consistencia real...

de una ciudad que soñó con ser la Niza de América y empezaba a parecerse a la Beirut bombardeada.