Lo hipotético no necesariamente esta aunado a lo imposibleAhora, si yo tuviese la oportunidad de platicar cara a cara con un autor, sin ambages, sin las preguntas y respuestas ordinarias, estudiadas , clichés y preparadas , lo haría con Padura.La intención; tratar de entender como el medio en que se ha desarrollado como escritor, al paralelo de la más cruda degradación moral y social de la tan anunciada Renovación, apoyada en la Revolución Cubana impacta en su visión y se refleja en su literatura, . Porque sus personajes siempre rodando cuesta abajo y con apenas lo justo para sobrevivir un día mas, en todos los aspectos, mantienen esa feroz resistencia ,que los lleva al límite de la ilegalidad, y un poco más allá. Como se comprende la coexistencia de 2, 3 y hasta 4 Habanas diferentes, a las cuales el tiempo, auspiciado por los cambios sociales , políticos , económicos y culturales se ha llevado por delante la grandeza de la Isla, dejando solo pedazos inmisericordemente aplastados, hasta volverlos añicos. Habanas donde coexisten magníficas bibliotecas, en casas decrépitas, donde sobreviven la ley del mas fuerte y la ausencia de ley, donde todo tiene un precio, y este casi nunca es cuantioso.donde “ La neblina del ayer “ solo sirve para tratar de ocultar la memoria de hoy y la desesperanza de un mañana.Mario Conde, su creación, ex policía metido al comercio de libros, encuentra un filón en una antes orgullosa casa, al tiempo que un misterio acerca de una cantante e historias que unen ya desde antes de la Revolución, estos dos mundos, el de los muy poderosos con el de los mas desprotegidos, Una historia de mucha literatura, de literatura valiosa, de mucha historia, sumergida en los inicios de la primera Revolución Cubana, de Música cubana infaltable a toda hora y en todo lugar y de un misterio en el cual ni todos son inocentes ni todos son culpables, muertes gratuitas violencia como moneda corriente y una inquietud constante nutren esta novela, que tiene su solución, pero no un final, eso se queda al tiempo a la poca memoria que deje la neblina del ayer y definitivamente. Aquello estaba deseando ocurrir,
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El escritor Leonardo Padura departió con el público en el Auditorio del Centro Niemeyer en la presentación de «Personas decentes” (Tusquets).
Entrevistadora: Delia García Lobo.
«Personas decentes»
La Habana, 2016. Un acontecimiento histórico sacude Cuba: la visita de Barack Obama en lo que se ha llamado el «Deshielo cubano» —la primera visita oficial de un presidente estadounidense desde 1928—, acompañada de eventos como un concierto de los Rolling Stones y un desfile de Chanel, ponen patas arriba el ritmo de la isla. Por eso, cuando un exdirigente del Gobierno cubano aparece asesinado en su apartamento, la policía, desbordada por la visita presidencial, recurre a Mario Conde para que eche una mano en la investigación. Conde descubrirá que el muerto tenía muchos enemigos, pues en el pasado había ejercido de censor para que los artistas no se desviaran de las consignas de la Revolución, y que había sido un hombre déspota y cruel que había acabado con la carrera de muchos artistas que no habían querido plegarse a sus extorsiones. Cuando unos días después se encuentra un segundo cadáver asesinado con el mismo método, Conde deberá descubrir si las dos muertes están relacionadas y qué hay detrás de estos asesinatos.
A esa trama, se suma una historia que escribe el protagonista, situada un siglo antes, cuando La Habana era la Niza del Caribe y se vivía pensando en el cambio inminente que produciría el cometa Halley. Un caso de asesinato de dos mujeres en La Habana Vieja destapa la lucha abierta entre un hombre poderoso, Alberto Yarini, refinado y de buena familia, capo de los negocios de juego y de prostitución, y su rival Lotot, francés, que le disputa la preeminencia. El desarrollo de esos hechos históricos tendrá conexión con la historia del presente de un modo que ni el propio Mario Conde sospecha.