Flojo, muy flojo. La deriva a la que el equipo creativo está encauzando la serie tiene pinta de no llevar este barco a ningún buen puerto. El capítulo "la noche más mortal de mi vida" parece simplemente sacada de un guion de principio de los sesenta. Justo cuando Miller había dado un golpe sobre la mesa y sentado bases para una evolución mucho más profunda tanto de personajes como de tramas. Para terminar de arreglarlo, el guionista se aferra a un personaje que me temo que vamos a tener durante unos cuantos números más: Micah Sinn. Se salva un poco por el dibujo, que es bastante equilibrado. |