Historia de un canalla

El lenguaje utilizado es claro, natural, haciendo que los diálogos haga más rápida su lectura, si bien su lectura se me ha echo bastante larga en ocasiones, la historia no es mala, pero no es el mejor libro que he leído de la autora.
Una cosa tengo clara, he llegado a odiar a Thomas, eso es innegable, su actitud no me gusta nada, el final me gustó, aunque da la sensación de que se queda un poco abierto pero puedes intuir lo que pasó. Tal vez si hubiera sido más corta, la hubiera disfrutado mucho más.

Todavía no tengo claro hasta que punto esta novela me ha gustado, y hasta que punto la he odiado. Julia Navarro ha podido plasmar la maldad de las personas de una manera escalofriante. La manera de escribir de esta escritora nunca me decepciona, pero en este caso ha habido unas cuantas cosas que no me han gustado. Cada vez que Thomas nos cuenta una parte de su vida, se cuenta también unos párrafos en cursiva sobre cómo debería haber actuado que están totalmente de sobra, al menos la mayoría. Estos párrafos se hacen muy pesados, y por las opiniones que he leído, no he sido la única que ha hecho lectura vertical de ellos.
Aparte de eso, creo que la novela es demasiado larga y que muchas de las cosas que se cuentan están de sobra. Y un pequeño fallo que encuentro es que para estar la novela contada en primera persona, se nos cuentas sentimientos o pensamientos de otros personajes que Thomas no debería conocer.
En conclusión, creo que esta novela es muy ambiciosa, que tiene fallos, pero que no por ello se convierte en un mal libro. Es largo y a veces pesado, pero la manera en la que está escrito, el realismo y la dureza, lo convierten en una buena obra.
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Si, la historia de un canalla, de un hombre mal nacido sin escrúpulos ni arrepentimiento de ello. No esperes encontrar en esta historia un mínimo de sinceridad, perdón, caridad y humildad. Más bien, esta es la historia del antagonista de todas las historias, es la historia del malo de la película, del canalla que quiere siempre salirse con la suya. ¿Lo conseguirá?

Atrapante, el hilo de la historia te hará viajar desde la vieja Europa a la más moderna América.

Thomas Spencer nace con una mancha en el alma. Avergonzado desde niño por sus orígenes hispánicos atormenta a su madre y mantiene el pulso con su padre y su hermano, modelo genético de un americanismo bien marcado. Thomas no se siente bien en su propia piel y ese resentimiento será arrastrado durante toda su vida.

Nuestro personaje principal no evoluciona; o más bien sí, evoluciona su mal, su "canallismo" arrasa con todos los personajes que encuentra por el camino. No llega nunca a saber cómo es el amor, lo siente como una posesión y un seguro de vida ante las difíciles decisiones que deberá tomar.

Para leer esta novela deberás ponerte en la piel de Thomas. Mucho me temo que si no es así pocas páginas podrás leer sin que el estómago se te revuelva. Cuanto más leerás más despreciarás a su protagonista y más desearás saber como continúa.

Julia Navarro sorprende, al menos a mí adicto a sus novelas, con un giro inesperado en la temática de esta historia. Acostumbrado a historias basadas en conflictos religiosos, como La Sábana Santa, o historias basadas hechos reales, Dime quién soy; esta es sin duda una novela para la perversión y la reflexión sobre la maldad existente, el poder del dinero, la fraternidad, y las relaciones de pareja. Es ella misma, Julia Navarro, quien define este libro como "asfixiante".

La muerte persigue al protagonista y algún que otro personaje secundario lo sufre. Quién más carga con estas muertes es su pareja, una mujer atada a él, enamorada en un principio y sufridora luego de las infidelidades, ataques paranoicos, deslealtad y un amor imposible.

Julia Navarro detalla muy bien los caracteres de los personajes secundarios pudiendo así profundizar en sus vidas. Son muchos, y por ello es importante definirlos bien. Muchos reaparecerán sobre las páginas cuando ya creías que nada nuevo tendrían que aportar, y sorprenden.

Muchas son las opiniones sobre los dobles pensamientos del protagonista. "Debería haber hecho... pero no lo hice", así es como el protagonista pretende que el lector sea consciente aún más de su maldad. Tras actuaciones de dudosa reputación, u obras llenas de maldad Thomas Spencer deja claro al lector que es consciente de su maldad y para ello Julia Navarro introduce en sus pensamientos unas reflexiones de buenas obras en las cuales se narra como debería haber sido la situación en el caso que Thomas no fuese un canalla. Yo comparto la opinión sobre éstas reflexiones, no es que sobren, pero hacen que la lectura sea lenta y puede ser que canse al lector al releer una situación desde otro punto de vista.

A través de los viajes descubrimos ciudades como Londres o Nueva York, incluso España, de la que habla especialmente bien. No se centra esta vez la autora en las descripciones de dichas ciudades pero la historia tampoco lo requiere.

Ni es una historia feliz ni adorarán a su personaje principal, pero no se la pierdan.
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