Debo admitir que no tenía muy claro como enfocar esta reseña debido a la gran reputación que tiene el libro. Por un lado, entiendo perfectamente qué es lo que ha cautivado tanto a tantísimos lectores. El libro está muy bien escrito y la capacidad de Sandor pera crear unos personajes extremadamente humanos es maravillosa. El escritor ha sabido llegar a la esencia de los entresijos que posee la personalidad humana y ha conseguido plasmarlos en la novela de manera muy natural. Por otro lado, y es por la que me han entrado grandes dudas, también me ha parecido un libro demasiado lento y con pocos sobresaltos y yo soy una chica más de acción literaria por eso creo que es una de las razones de más peso por las que Divorcio en Buda y yo no hemos terminado de encajar. El libro es un monólogo constante que abarca capítulos y más capítulos y masticando continuamente lo mismo. La novela comienza con la llegada de un expediente de divorcio a Kristof, el abogado encargado del caso. El divorcio está protagonizado por el Dr. Greiner que es un antiguo compañero de clase de Kristof y por Anna un amor del pasado. Esta situación dara lugar a cavilaciones y pensamientos de la vida del pasado y actual de Kristof que abarcarán la primera mitad del libro. La segunda mitad vendrá de la mano del Dr. Greiner que se verá en la tesitura que tener que acudir a casa de Kristof a altas horas de la noche para explicarle todas las redundancias al rededor de las situaciones de su vida y de la de Anna que les han conducido al punto en el que su matrimonio se encuentra. + Leer más |