Divorcio en buda

En “Divorcio en Buda” (1935. Título original “Válás Budán”) Sándor Márai cuenta la historia de un juez de familia del país Magiar ubicado temporalmente entre el fin de la Primera Guerra Mundial y antes del comienzo de la segunda, que debe resolver un caso de divorcio entre un ex compañero de colegio y su esposa a quien conocía de su juventud.
Casi la totalidad del libro transcurre en la descripción de estos tres personajes, sus historias personales, sus fobias, sus pasiones, en fin, toda una serie de acontecimientos que permiten empatizar con los personajes y comprender la razón de sus actos.
Es sorprendente cómo se puede leer en voz alta el pensamiento de una persona, Márai ha hecho de esto un arte.
El problema es que con la misma intensidad describe el pasado de los personajes y en esta historia creo quizás el autor se excede un poco con este recurso.
El juez, Kristóf Kömives aún joven pero con costumbres de viejo, es la personificación del deber ser. Hijo y nieto de grandes magistrados, no recibió afecto en su infancia y no descansa en su portación de apellido sino que se esfuerza por mejorar cada día. Por pertenecer al rubro, debo admitir que me impresionó la precisión de la descripción del pensamiento de un juez, quizás para mi lo mejor de la obra.
Por el otro lado su ex compañero, el Dr. Greiner a punto de divorciarse con una historia de vida desgarradora y su mujer, Anna Fazekas cuya avidez por lo material era comparable con la de Madame Bovary.
La narración se activa cuando la noche anterior a la audiencia del divorcio el marido llega a la casa del juez para informarle de la muerte de su todavía esposa. Allí comienza la verdadera historia. ....
Plus del libro, hay mucha reflexión filosófica y jurídica sobre la naturaleza civil y religiosa de la disolución del vínculo matrimonial y sus consecuencias.
En muchos pasajes me recordó al estilo narrativo de Zweig aunque no lució la historia con la maestría del austriaco.
En síntesis, fue mi primer libro de Márai, me gustó, volveré por estos caminos en breve y caso cerrado.
Libro leído con Maribel Calle.

5. de los libros que he leído de Márai este empezó siendo el que menos me estaba enganchando, luego poco a poco me comenzó a atrapar y del medio hacia el final ya no podía parar. Pero es que las últimas páginas, las conversaciones finales, los monólogos y reflexiones de esa parte, me dejaron alucinada. Cerré el libro y decidí comenzar una relectura inmediata. Qué disfrute, cuánto me ha gustado esta historia, qué bueno es Márai.

Aquí conocemos a Kristof, un burgués que es juez y que tiene una vida ejemplar: un buen matrimonio, con una esposa con la que tiene buena relación y dos hijos a los que adora; una buena casa; una excelente carrera profesional, que lleva a cabo con gran sentido del deber... En resumen, lleva una intachable vida burguesa. Pero últimamente nota malestar, ciertos mareos y pequeños ataques nerviosos que no sabe de dónde vienen ni tiene nada orgánico que los justifiquen (siente como si lo fuesen a descubrir, pero él no tiene nada que esconder, ¿qué iban a descubrir entonces?). Los tiempos son difíciles, estamos en la Budapest del período de entreguerras: la burguesía sufre, se están produciendo cambios en la sociedad, los jóvenes se rebelan se movilizan, se avecina una nueva guerra; la gente ya lo prevé, actúan como si ya fuese a pasar, se preparan para ella. Se vienen futuros cambios, despedida de lo tradicional, de lo antiguo para dar paso a lo nuevo, se respira nerviosismo en la sociedad. A Kristof no le gustan los cambios, piensa que sus nervios estarán relacionados con esos tiempos convulsos.

A su mesa llega un auto de divorcio que ha de atender: el divorcio de los Greiner, un tal Imre Greiner y su mujer que de soltera se llamaba Anna Fazekas. Los sitúa a ambos en sus recuerdos, Imre fue compañero de estudios y Anna una chica con la que tuvo varios encuentros de juventud. Los recuerda con cierta vaguedad... Este caso lo llevará a reencontrarse con Imre, y los dos pasarán toda una noche hablando, que le permitirá a uno hallar respuestas y sentido a ciertas cosas y al otro, descubrir secretos del alma escondidos y silenciados inconscientemente por mucho tiempo.

Una novela espectacular. Se ha convertido en mi preferida de Márai (por el momento). La recomiendo muchísimo, teniendo en cuenta que el estilo de Márai no es ligerito, es para leer con calma y se basa mucho en reflexiones y monólogos, pero yo personalmente disfruto mucho de su escritura.

* spoiler alert ** Es el tercer libro que leo de este autor y sin dudas el tema de los desamores es un punto común de las novelas de Sandor Marai. La novela está ambientada en Budapest.
La sensación de lentitud y puntillismo en la manera de narrar de Sandor me atrapó y me desencantó. A veces quería saber que más pasaba en la historia y otras me perdía en esas descripciones maravillosas.
Las descripciones del mundo de la justicia, los despachos de los jueces con su diferenciación jerárquica, marca detalladamente el escalafón judicial. La profesión judicial se heredaba en las familias, era casi una obligación si pertenecías a una familia de jueces, seguir el mismo camino.
Pinta la sociedad de la época de manera detallista, cómo las mujeres buscaban maridos en los bailes, la falsa apariencia de los ágapes de los miembros de la clase media que hacían malabarismos para sobrevivir con sus ingresos recortados.
El personaje principal, Kristóf Kömives, un juez que se dedica a divorcios, es una persona totalmente tradicional y conservadora, con una marcada educación religiosa. Siente desprecio por los matrimonios modernos que elegían separarse. de hecho define al divorcio como : Los divorcios son errores tristes y a veces nefastos que conducen a los últimos compases de una tragedia humana que empezó por la eterna escena del balcón y termina ante el juez.
La novela sigue desarrollándose con la descripción de la vida de este juez en los tiempos de las dos guerras mundiales. Todo bajo su visión del mundo: muy estructurado, aburrido, me animaría a decir con una vida vacía. Hasta que llega el momento que se cruza en una noche de conversación, más que conversación, de monólogo del marido de Anna. Esa noche es la previa al juicio de divorcio de esta pareja Greiner.
Esa pareja que el juez tenía que disolver y Anna era la mujer de la cual estuvo enamorado platónicamente.
En esa noche de confesiones, quedó de manifiesto que los dos amaban a la misma mujer, que el marido de Anna sentía celos del juez, aunque haya sido un amor platónico, creo que también envidiaba su estilo de vida, su clase, su historia familiar.
Greimer increpa al juez para que reconozca su amor a Anna, cosa que ya no tendría sentido debido a que ella tomó la decisión de suicidarse, y su marido siendo médico y teniendo la posibilidad de salvarla, la deja morir, acompañándola en ese viaje…como pensando si no es mía que no sea de nadie.

Debo admitir que no tenía muy claro como enfocar esta reseña debido a la gran reputación que tiene el libro.
Por un lado, entiendo perfectamente qué es lo que ha cautivado tanto a tantísimos lectores. El libro está muy bien escrito y la capacidad de Sandor pera crear unos personajes extremadamente humanos es maravillosa. El escritor ha sabido llegar a la esencia de los entresijos que posee la personalidad humana y ha conseguido plasmarlos en la novela de manera muy natural.
Por otro lado, y es por la que me han entrado grandes dudas, también me ha parecido un libro demasiado lento y con pocos sobresaltos y yo soy una chica más de acción literaria por eso creo que es una de las razones de más peso por las que Divorcio en Buda y yo no hemos terminado de encajar. El libro es un monólogo constante que abarca capítulos y más capítulos y masticando continuamente lo mismo.
La novela comienza con la llegada de un expediente de divorcio a Kristof, el abogado encargado del caso. El divorcio está protagonizado por el Dr. Greiner que es un antiguo compañero de clase de Kristof y por Anna un amor del pasado. Esta situación dara lugar a cavilaciones y pensamientos de la vida del pasado y actual de Kristof que abarcarán la primera mitad del libro.
La segunda mitad vendrá de la mano del Dr. Greiner que se verá en la tesitura que tener que acudir a casa de Kristof a altas horas de la noche para explicarle todas las redundancias al rededor de las situaciones de su vida y de la de Anna que les han conducido al punto en el que su matrimonio se encuentra.

Sándor Márai fue un escritor de monólogos, de tensiones internas en sus personajes, de tiempos detenidos. Creó dramas psicológicos alrededor de personajes ordinarios.

Crear una novela donde el personaje tiende a hablar en monólogo, donde escasean los diálogos cortos, donde los personajes llegan a ser reiterativos con sus ideas, no es fácil, no cualquiera lo hace bien y tiene como resultado una obra maestra como la que hoy les presento.

Hay un hilo narrativo que no solo se teje alrededor de sus personajes, sus acciones, sus pensamientos, sus vidas, sino que también incluye las del lector, haciendo con esto un libro espejo-ventana.

Aquí tenemos una obra rica y profunda donde hay respeto a la palabra. Una obra de olores y colores pero sin llegar a ser un libro descriptivo (¿se acuerdan cuándo les hablé del infodumping?), las casas, el cielo, las calles, las personas, todo narrado de una manera exacta.

En esta novela, el lector intuye desde el principio que algo se va a quebrar. Vemos temas como la pasión, la amistad, la fidelidad, el silencio, la verdad, la realidad y la muerte. Esa lucha entre la razón y la pasión, cuándo darle prioridad a una o la otra.