Gótico

—La casa no está hecha para el amor.
—Todos los lugares están hechos para el amor —protestó ella.
—No, este sitio no, y esta familia, tampoco. Puede uno investigar, remontarse dos, tres generaciones, tantas como haga falta. No hay rastro de amor. Somos incapaces de tal cosa.

Quizá pensaba que también eran culpables. Quizá perdió la razón. No lo sabemos. Se lo he dicho, están malditos, y la casa está embrujada. Hay que ser muy idiota o muy valiente para vivir en una casa embrujada.

Los muros hablan conmigo. Me cuentan secretos. No los escuches, Noemí, tápate los oídos con las manos. Hay fantasmas, pero son reales. Tarde o temprano tú también los verás.

Eres caprichosa, pero también eres terca cuando se trata de todas las cosas incorrectas. Ha llegado el momento de emplear esa terquedad y esa energía en una tarea que sea útil. Aparte de las lecciones de piano, no te has comprometido con nada en tu vida.

me encantaría leerlo mee causa intriga

Algunos cuentos de hadas terminan con sangre.

—Los muros hablan conmigo. Me cuentan secretos. No los escuches, Noemí, tápate los oídos con las manos. Hay fantasmas, pero son reales. Tarde o temprano tú también los verás.

Tienes que venir, Noemí. Tienes que salvarme. Ya me gustaría ser capaz de salvarme sola, estoy atada a este lugar, hilos fuertes como el hierro atraviesan mi mente y mi piel.

¿Has oído usted alguna vez que alguien se muera de miedo? Bueno, eso es lo que dijeron, que se murió de miedo. Que tenía los ojos desorbitados, la boca abierta y que tenía todo el aspecto de alguien que a visto al diablo.

La madera, el cristal y un techo no constituyen un mundo.