Aprovechad la primavera de vuestros años juveniles y consagraos a sus ternezas. No perdáis sus instantes; a la belleza la borra el tiempo, y presto acude la edad del hielo, que trueca los placeres en tristezas.
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Aprovechad la primavera de vuestros años juveniles y consagraos a sus ternezas. No perdáis sus instantes; a la belleza la borra el tiempo, y presto acude la edad del hielo, que trueca los placeres en tristezas.
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"Prefiero un vicio tolerante a una virtud obstinada" Moliére |
BERALDO. Cuando recibáis la toga y el birrete de médico, adquiriréis también toda esta sabiduría, y seréis después más hábil de lo que os pensáis. ARGAN. ¡No me digáis! ¿Se sabe discutir sobre las enfermedades sólo con poseer tal indumentaria? BERALDO. Sí; no se necesita más que hablar, vistiendo una bata y un gorro como ésos, y cualquier galimatías se vuelve ciencia pura, y cualquier tontería, una razón |
ANTOÑITA. (A ARGAN.) Señor, hay un médico que desea veros. ARGAN. ¿Y qué médico? ANTOÑITA. Un médico de la medicina. |
ARGAN :Y andad con cuidado en lo que decís, porque este dedito que aquí veis me dirá en seguida si mentís.
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ANGÉLICA. Pues la gran prueba de amor está en someterse a la voluntad de aquella a quien se ama.
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TOMÁS. (Saludando a ARGAN una vez más.) También con el permiso del señor, os invito a venir a presenciar, uno de estos días, por simple diversión y solaz, la disección de una mujer, sobre la que he de hacer mis comentarios. ANTOÑITA. La diversión será agradable. Hay quien invita a ver una comedia a las personas amadas, pero ofrecer una disección es algo muchísimo más galante. |
...hace suyas ciegamente las opiniones de nuestros antecesores, y que nunca ha querido comprender ni escuchar las razones y experiencias de los pretendidos descubrimientos de nuestro siglo con respecto a la circulación de la sangre y otras opiniones de la misma calaña.
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Yo, querido hermano, no me impongo el deber de combatir la medicina; y cada cual, por su cuenta y riesgo, puede creer lo que le venga en gana. Lo que digo es puramente entre nosotros, y me hubiera gustado poderos sacar del error en que vivís, y, para divertiros, llevaros a ver alguna de las comedias de Moliére. |
Es el primer libro publicado por Carlos Fuentes.