Leí hace unos años Confesiones, de la misma autora, y fue un libro que devoré de casi una sentada y que me dejó muy impactada. Esperaba lo mismo de esta lectura pero desgraciadamente me ha dejado bastante indiferente. Cinco niñas jugando en el parque. Un hombre se acerca de forma amistosa pidiéndoles ayuda. Se marcha con una de ellas y más tarde la niña aparece mu3rta. La madre de esta culpa a las otras niñas y jura vengarse de ellas si no encuentran al asesino. ¿Hasta donde estará dispuesta a llegar esa madre? Un thriller psicológico en toda regla, donde lo importante no es desvelar quién es el as3sino, sino el juego de saber si las cosas que pasan son fruto de la coincidencia o sí de verdad la mano vengadora de la madre está detrás de todo lo que les pasa a las niñas cuando ya son adultas. Me gusta el estilo que tiene la autora, que haya un primer capítulo donde te cuente los hechos y que el resto de capítulos estén centrados en cada uno de los implicados. Esto es igual que en Confesiones pero mientras el otro libro aporta algo nuevo a la trama principal, en este caso, no fue así. ¿Se lee rápido? Sí. ¿Engancha? También. Pero a partir del segundo testimonio como que perdí un poco el interés. Seguí leyendo porque tenía ganas de llegar al final y que la autora me sorprendiera como lo hizo en el anterior, pero este desenlace me ha resultado suuuper light. La resolución de todo no es impactante ni supone una gran revelación, mi reacción cuando lo leí fue "ah, pues vale." Creo que este es otro caso en el que las expectativas me juegan una mala pasada. Culpa mía por pensar que aquí iba a encontrarme otro Confesiones. Es una lectura entretenida y que se lee en un suspiro porque la autora sabe cómo enganchar al lector, pero tampoco os la recomiendo encarecidamente. Si no habéis leído nada de la autora, id de cabeza a por Confesiones. ¡Ese sí que es un gran libro! + Leer más |