Renacer en las Maldivas es una historia de amor con tintes de superación personal. Una mujer decide hacer un viaje a las Maldivas para intentar sanar las heridas de su divorcio; allí conocerá a un hombre que le cambiará la vida. Los ingredientes necesarios para una historia de este tipo están presentes: sexo, pasión, una pizca de superación personal, etc, etc., pero no hay nada más. No hay defecto, ni sustancia. Se echan en falta muchas cosas: emociones, un nudo que nos apachurre el corazón, un momento que nos quite el aliento, una descripción que nos invite a ese paraíso donde los amantes se encuentran y se funden. Son 88 páginas de esta historia y es un acierto que sea tan corta. Creo que su autora fue consciente de que no necesitaba más para decir lo que quería expresar y hacernos llegar. Las ideas del autodescubrimiento, de reconciliarnos con nosotros mismos y volver a emocionarnos con la vida, son las cosas que llamaron mi atención, junto con el escenario (las Maldivas), para acercarme a esta novela, pero creo que esas buenas ideas y ese destino no pasaron de la superficie. + Leer más |