Decepcionado. Después de esperar con muchas, muchas ganas, este mítico título (born again), y después de arrancarlo con muchas ganas y optimismo, llegamos a la conclusión y no puedo expresarlo con otra palabra: decepcionado. Todo va bien hasta la mitad. El dibujo de Mazzuchelli es bueno, la narrativa de Miller es buena, Kingpin da más miedo que nunca, a pesar de que su violencia ahora es más burocrática que física, y Murdock ve cómo su vida se ha arruinado sin que apenas sepa la forma en que ha ocurrido. Se avecina un renacimiento, un resurgimiento de las cenizas, un "nacer de nuevo" que lo haga más fuerte y capaz. Se avecina un enfrentamiento con el señor del hampa, pero todo lo que ocurre es que meten en escena a un supersoldado adicto a los estimulantes, un villano que no pega ni con cola en este arco en el que los villanos eran gánsteres con traje de tres piezas, y aparece en escena el capitán américa para arreglarlo todo. El desenlace es malo. Flojo. Muy flojo. Tan flojo que ha hecho que me desmerezca la espera del regreso de Miller y la primera parte de este prometedor arco. En fin, es lo que tiene ir con el listón demasiado alto. Pero eh, que no es mi culpa. Born again está considerada una de las mejores historias del hombre sin miedo. Discrepo. + Leer más |
Frank Miller es uno de los autores más polémicos y complejos de nuestro tiempo. Sus cómics han cambiado la forma en que entendíamos a los superhéroes, e historias como Born Again y El regreso del Caballero Oscuro siguen conservando toda su fuerza pese al paso de los años.
Sus películas han revolucionado la forma de adaptar las viñetas a la gran pantalla, creando con Sin City una experiencia visual inolvidable. Sin embargo, también es el autor de obras que tanto la crítica como el público han criticado duramente, como la xenófoba novela gráfica Holy Terror o la confusa adaptación al cine de The Spirit. ¿Qué se esconde tras la figura de este autor que nos fascina y disgusta a partes iguales?