Llevaba mucho tiempo queriendo leer esta novela gráfica y por fin se alinearon los astros y nos colocamos uno frente a la otra. La historia es dura, cruel y sencillamente compleja: es un mundo oscuro que observa la caída de los ídolos de barro. Cuando era pequeña sentía mucha más simpatía por Batman, el vengador de Gotham, con toda esa aura de misterio que lo acompañaba, ese ímpetu transformador del dolor en acción. El símbolo de aquello que temía y que ahora le pertenecía. Sin embargo, conforme he ido creciendo, madurando, leyendo y viendo adaptaciones de las mil historias que protagoniza el hombre murciélago, he aprendido que lo que admiraba de él no era más que la ilusa sensación de justicia (ahora sé que en realidad es el neoliberalismo lo que había detrás de la máscara). Su poder, como ya lo puso en pantalla el Batman de Zac Snyder, es ser rico. Bruce Wayne es un fascistoide multimillonario que se cree por encima de la ley. Que acoge bajo su ala a los que se toman la justicia por su lado, los que se dejan llevar por el odio, la ira, la venganza. El regreso del caballero oscuro ahonda en esos temas y en cómo Wayne, a sus 55 años, no es capaz de colgar el traje y beber en paz una copa de vino; Batman sobrevive, Batman ataca. Batman, con los años, ha dejado de ser un disfraz de un joven enfadado con el mundo. Batman consume a Bruce, lo devora. El caballero de la noche lo es hasta el final. + Leer más |
Frank Miller es uno de los autores más polémicos y complejos de nuestro tiempo. Sus cómics han cambiado la forma en que entendíamos a los superhéroes, e historias como Born Again y El regreso del Caballero Oscuro siguen conservando toda su fuerza pese al paso de los años.
Sus películas han revolucionado la forma de adaptar las viñetas a la gran pantalla, creando con Sin City una experiencia visual inolvidable. Sin embargo, también es el autor de obras que tanto la crítica como el público han criticado duramente, como la xenófoba novela gráfica Holy Terror o la confusa adaptación al cine de The Spirit. ¿Qué se esconde tras la figura de este autor que nos fascina y disgusta a partes iguales?