Sol de Medianoche

Ella me había cambiado más de lo que yo había creído posible, sin dejar por ello de ser yo mismo.

¿Puede romperse un corazón muerto y helado? Yo sentí que el mío se hacía pedazos.

Amarla sería igual que una caída: un acto que no requiere el menor esfuerzo. En cambio, resistirme a su amor era lo opuesto a caer.

Tal vez permanecí así más tiempo del necesario, pero era un lugar muy agradable donde quedarse.

¿Puede un corazón muerto y helado volver a latir? Yo sentí que el mío estaba a punto de hacerlo.

Si debíamos recorrer el camino que nos llevaría al infierno, ¿por qué no disfrutar del viaje?

Había algo terriblemente erróneo en el orden del universo si alguien tan bondadoso y tan frágil no merecía un ángel de la guarda que la mantuviese a salvo.

Amarla sería igual que una caída: un acto que no requiere el menor esfuerzo.

No te avergüences. Si pudiera soñar, sería contigo. Y no me avergonzaría de ello

La envidia salvaje que emanaba de sus pensamientos -envidia de quienquiera que esa chica prefiriese por encima de él- puso nombre a mi emoción súbitamente.
Estaba celoso.