Volverse loco, al menos de la forma en la que yo lo hice, consiste en estar completamente convencido de que nada pasa porque sí. Y esa idea, si la simplificamos, se reduce a sentir que tienes junto a ti a la asesora más sabia que pudieras encontrar: la vida. Todo aquello que se cruza en tu camino tiene como única misión responder a tiempo real a cualquier pensamiento o sensación que estés teniendo en ese instante. Cuando esa idea se instala en tu cabeza con la misma fuerza que tienes instalado que si no respiras te mueres, te aseguro que te conviertes en indestructible. |