(…) aunque creas que lo que te ha pasado es demoledor y vergonzoso, nunca olvides que son cosas que le pasan a más gente todo el tiempo.
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(…) aunque creas que lo que te ha pasado es demoledor y vergonzoso, nunca olvides que son cosas que le pasan a más gente todo el tiempo.
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Tengo ganas de reír a carcajadas y de llorar a moco tendido y no puedo hacer ninguna de las dos cosas. Tenemos tendencia a callarnos las cosas por miedo a hacer daño. |
Y esa es realmente la sensación más dura: la de sentir que, por mucho que te esfuerces, no remontas y que la gente crea que en realidad no te esfuerzas.
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Que algo hoy te parezca imposible no significa que lo vaya a ser también mañana.
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fui plenamente consciente de la cantidad de opciones que tenemos cada segundo y, por culpa de eso, incluso parpadear era algo agotador porque con cada decisión estaba sacrificando millones de posibles vidas. |
Si eres una persona a la que le gusta el terror, te aconsejo jugar un día amirarte fijamente en un espejo o un escaparate dando por sentado que el reflejo en realidad es otra versión de ti tratando de empaparse de tus gestos para, cuando menos lo esperes, apoderarse de tu vida. |
Jamás intentes convencer a un loco de que lo que está viendo o sintiendo no es real, porque lo es.
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Al final vivir consiste en decidir e imaginar. Decidir si quieres ser la clase de persona que se levanta a beber agua o el que pasa de beber porque no quiere perderse parte de la peli. Imaginar dónde estarás dentro de diez años. Decidir si te gusta o no te gusta esta canción, libro, plato, pantalón, chaqueta, casa, gente… Imaginar que se harán realidad todos tus sueños. Decidir si harás esto o aquello porque a ti te viene bien y te acerca adonde tú quieres llegar o porque te lo piden otros. Imaginar que todo sale como quieres. Todo se reduce a decidir e imaginar. Especialmente cuando no tienes ni la más mínima idea de dónde estás. Decidir e imaginar es lo único que te permitirá que el día termine con el envase de quien eres un poquitín más lleno. El proceso es lento. Muy lento. Y a veces notarás cómo te rindes. |
Hablamos con la intención de convencer a los demás de que tienen que pensar como nosotros; hablamos simplemente por rellenar algún silencio mientras nuestra mente está pensando en cosas que no tienen nada que ver; hablamos de temas que nos dan igual solo por tener la sensación de que nos estamos integrando; hablamos de lo que ahora mismo esté de moda para que parezca que nos interesa estar al día; hablamos, hablamos, hablamos…, pero no decimos nada. La mayor parte del tiempo hablamos simplemente para no estar en silencio. Y, por supuesto, no escuchamos. |
¿Y si puedo rescatar las cosas que creo que me ayudaban por lo menos a sentirme un poco en paz porque las disfrutaba de verdad?
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?