Un alma sin cuerpo es tan inhumana y espantosa como un cuerpo sin alma. Por cierto, lo primero es una rara excepción y lo segundo es el pan nuestro de cada día.
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Un alma sin cuerpo es tan inhumana y espantosa como un cuerpo sin alma. Por cierto, lo primero es una rara excepción y lo segundo es el pan nuestro de cada día.
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El tiempo no tiene divisiones que marquen su paso, no hay truenos ni trompetas que anuncien el inicio de un nuevo mes o año. Incluso cuando empieza un siglo, somos nosotros los mortales quienes tocamos las campanas y disparamos los cañones
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La vanidad carece de grandeza, y la grandeza, por tanto, no puede ser vanidosa.
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La única manera sensata y religiosa de contemplar la muerte es considerarla y sentirla como parte integrante, como la sagrada condición sine qua non de la vida, y no separarla de ella mediante alguna entelequia.
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Hay tantas clases distintas de estupidez! Y seguro que la inteligencia no es la mejor de ellas.
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El tiempo no posee ninguna realidad. Cuando nos parece largo es largo, y cuando nos parece corto es corto; pero nadie sabe lo largo o lo corto que es en realidad
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Procure recordar que la tolerancia se convierte en un crimen cuando se tiene tolerancia con el mal.
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Yo ataco el análisis sólo cuando lleva en sí mismo el penetrante sabor nauseabundo de la tumba.
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Ocurre de la misma manera con ese humanismo que no se deja implicar en ninguna contradicción, que no se hace culpable de ninguna recaída en la hipocresía cristiana, cuando ésta se decide a ver en el cuerpo el principio malo y adverso.
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La hostilidad del espíritu contra la naturaleza, su orgullosa desconfianza contra ella, su noble obstinación en el derecho a la crítica ante esa potencia mala y contraria a la Razón. Es servil aceptar dicha potencia y acomodarse a ella. Acomodarse interiormente.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises