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ISBN : 8466352414
Editorial: Debolsillo (23/01/2020)

Calificación promedio : 3.75/5 (sobre 61 calificaciones)
Resumen:
Gustav von Aschenbach, un reconocido escritor alemán, decide visitar Venecia para pasar allí los meses de verano. Coincide en el hotel con una familia polaca y descubre el ideal de belleza en el joven hijo de la familia, Tadzio. Aschenbach observa cada vez más al chico y cae en una especie de enamoramiento que le sirve para reflexionar sobre temas como la verdad y la belleza. La devoción por Tadzio se da en el plano platónico, pues el temor al rechazo impide que el ... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (25) Ver más Añadir una crítica
Ros
 15 May 2023
“No se trata de hablar, no se trata de callar: se trata de abrir algo entre la palabra y el silencio.”
Roberto Juarroz, un gran poeta, dio a luz esta frase, puso sentido a algo distinto que se sitúa en medio. Esta perla escrita, hoy me sirve a mí, para encabezar una reseña, para resumir algo a lo que volveré más adelante.

Thomas Mann, el autor, parece decantarse por dotar a Gustav Aschenbach, su protagonista, por la superioridad, amamantado a los pechos de la introspección , el ser acariciado por la solvencia de la soledad, cuyo pensamiento emancipado e intelectualizado lo elevará por encima del otro.

La novela, esta Muerte en Venecia, parece albergar en su seno la cuestión vital a resolver del ser humano, me dejo caer o me aferro.
El abismo o el sentido profundo de continuas resurrecciones a través de la belleza, de la creación intelectual, como sujeción ante la siempre posible caída y ante el desmoronamiento.

El protagonista, Gustav parece despertar de un sueño, el de su vida de éxito y aclamación y se descubre como pesadilla de la que quiere y necesita huir , escapar, emigrar de todo y de todos, si es que esto fuera posible, y sobre todo, alejarse de él, de su trabajo, de sus esfuerzos, de su insufrible responsabilidad con su obra.

En él urge una ruptura plena, integral, absoluta, quizás viajar, hallar otras cosas de las que puedan darse en otras tierras, en otros confines, capaces estas, de deportarlo lo más lejos posible de todo aquello que ha venido siendo su vida.

El gusto y el carácter de Gustav Aschenbach por envolverse con los ropajes de la soledad lo configuran, en esta novela, como taciturno, confuso, inseguro y pesimista.
Un hombre que ocupa una cara de la moneda cuyo reverso se llena con seres sociables, abiertos, que quizás , sin demasiados motivos para ello, se sienten felices, seguros y confiados.

Una misma moneda con dos caras que se oponen, que representan la vieja unidad de los contrarios.

La novela se empieza a desplegar en un ambiente culto, hedonista, muy intelectualizado en el que un hombre, un escritor, se encuentra inmerso en plena crisis existencial.

Gustav Aschenbach, lo hemos dicho, hombre solitario que permanece constantemente debatiendo consigo mismo, arropado por la soledad y seguro en ella, está notando como cada célula viviente de su cuerpo comienza a tomar el camino que parece llevar al final, no al de etapa, no al de ciclo, sino a ese otro que se escribe con letras mayúsculas y perecederas que pesan como plomo y que al unirse forman el sustantivo decadencia y final.

Busca en su cabeza un destino, el lugar después de la escapada. Escudriña, duda y por fin se decide por Venecia.

El primer desencuentro se producirá en el vaporetto que lo lleva a uno de los hoteles del Lido, rodeado por música, alegremente chabacana , y un viejo enjuto y seco con la cara maquillada, con el objeto de parecer más joven, desdentado y exageradamente sonriente, se dirige a Gustav, el escritor siente un profundo rechazo, desprecia esa terrible caricatura.

Un posterior desencuentro se dará cuando el gondolero que lo ha de llevar al hotel, se muestra absolutamente rebelde a obedecer las órdenes que le da Gustav. Y otro más, en el hotel cuando percibe las incorrecciones y mala educación de algunos huéspedes.

Ya en el hotel, en el bellísimo hotel, ya en su habitación, al abrir la ventana, siente como le golpea el cuerpo el pavoroso bochorno del siroco.

Si sumamos estos acontecimientos antipáticos para un hombre como Gustav y el insoportable ambiente del siroco, podremos comprender que quiera abandonar Venecia, aún a pesar de que había mirado y había visto a un adolescente, a un joven, a un efebo de no más de catorce años, cuya belleza superior no necesitaba ser contada, ni ser explicada.

Gustav dejará el hotel, pero un hecho fortuito le obligará a volver de regreso, han extraviado sus maletas y debe quedarse.

Ahora es momento de retomar aquello que escribió Roberto Juarroz y que ha encabezado esta reseña, Gustav Eschenbach, verá, observará y se cruzará a diario con el joven Tadzio.

En ningún momento, en ninguna página, en ninguna línea de la muerte en Venecia aparecerán estos dos personajes dirigiéndose una sola palabra, qué falta hará esta cuando la belleza , la hermosura y la pureza, hace innecesarias y ruidosas las palabras.

A esta exuberancia, a esta plenitud, a este algo superior no le pedimos voz, le rogamos solamente que nos permita seguir contemplando lo que a todas luces, sabemos divino.

En la muerte en Venecia de Thomas Mann lo que queda en medio, lo que ocupa el centro entre la palabra y el silencio, es la mirada, el gesto, la seducción, es la explosión de los cinco sentidos, vista, oído, olfato, y los que quedan fuera, el gusto y el tacto, se intuyen y se desean.

Las miradas y los gestos del maduro Aschenbach y del joven Tadzio parecen perseguirse, y desde luego, en casi todas las ocasiones turban su mirada.
Otras veces la apartan para poder volver a Tadzio con más fuerza, con más determinación, a la manera que ya nos lo contó Sthendal cuando nos proponía que debíamos apartar la mirada de la obra de arte, para no desmayar y poder volver a ella con más fuerza.

Gustav Aschenbach siente una Venecia sucia decadente, llena de callejuelas imposibles y un olor penetrante y desagradable lo va inundando todo, es el hedor del desinfectante. En Venecia hay cólera , las autoridades lo niegan pero la evidencia se manifiesta en cada rincón de la ciudad.

Thomas Mann en Tadzio, parece haber rescatado una figura perteneciente a la estética griega clásica.

Tadzio no solo reúne las características físicas de una belleza armónica, es que además su gestualidad es de una armonía contundente, baste para ello, recordar el momento en el que el joven entra en el mar y parándose con agua hasta un poco más allá de los tobillos levanta el brazo para señalar algo inconcluso, algo que no sabemos muy bien qué significa pero que es de una belleza sublime. Quizá el anuncio de la despedida.

Los días se sucederán imponiéndose las miradas, los gestos y el entusiasmo de Gustav al poder contemplar a diario, aquello que pedimos que no nos ciegue para poder seguir contemplándolo eternamente, como imprescindible sustento para no desfallecer.

Todo va sucediendo con un orden organizado desde lo sublime que adorna, que cruza por la palabra y el silencio sin rozarlo siquiera.

En Venecia el cólera se hace fuerte, los viajeros van dejando los hoteles, y volviendo a sus lugares de origen. La familia de Tadzio también lo hará, pero para el joven y su familia hay un día más de playa , para Gustav también, sentado en una hamaca en la arena, se dispone a contemplar lo excelso , lo sublime, para lo que no existe un adjetivo terrenal que pueda nombrarlo.

Gustav con su cara maquillada, a la manera del hombre que despreció en un principio, con sus mejillas coloreadas en un rosa excesivo, sus labios tintados por el carmín, su cabello canoso ennegrecido, y sus pestañas y cejas oscurecidas también, ya que el imperativo es ser y sentirse joven, necesita sentirse apto para que sus miradas hacia Tadzio le ofendan un poco menos.

La muerte en Venecia es una novela casi de obligada lectura. Para la persona que escribe esta reseña, se trata de una de las obras imprescindibles, capaz de recoger en cada una de sus páginas, la verdad de la existencia.

Leyendo esta novela en algún momento, tendremos que apartar la vista de ella para recogernos y pensar.

Y por cierto, la película, que se hizo de esta obra, dirigida por Visconti recoge con enorme solvencia la esencia del libro, es también una bellísima obra de arte.
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Keoki
 16 August 2022
El escritor alemán Gustav von Aschenbach, que ronda los 50 años de edad, se encuentra en una pequeña crisis artística a la que quiere poner remedio viajando a Venecia en busca de inspiración. Es la segunda vez que viaja a dicha ciudad, y en la primera ocasión tuvo que marcharse antes de tiempo porque, según el propio Gustav, el clima de la ciudad le pone enfermo.

En esta segunda ocasión parece que la salud del escritor vuelve a resentirse, pero, de pronto, eso deja de importar cuando von Aschenbach conoce a Tadzio, un bello joven polaco de 14 años, que se aloja en su mismo hotel.

A partir de aquí el alemán se encapricha, se enamora del joven polaco, y vamos viendo cómo Gustav va comportándose de manera mucho más desenfrenada, lo cual es muy distinto a cómo se ha comportado durante toda su vida, siendo un hombre recto de la época. El autor describe fenomenalmente cómo afronta el escritor su amor, regalando al lector pensamientos muy profundos sobre la belleza y sobre la felicidad, entre otros.

La novela tiene una prosa fantástica, con unas magníficas descripciones del pensamiento del escritor, así como de la propia ciudad de Venecia.

Ahora viene lo que no me ha gustado, lo he intentado obviar, pero he sido incapaz de ello. Gustav von Aschenbach se pasa toda la novela persiguiendo al joven Tadzio, de 14 años (sí, 14 años). No llega a establecer contacto físico con el joven, se nombra en varias ocasiones que ese es un amor platónico, pero personalmente eso no lo puedo concebir así. Para mí, el señor escritor está acosando a un niño, yo no puedo verlo ni como amor, ni como belleza, yo eso no lo veo normal, de hecho fuera espectador de un caso así en la vida real lo consideraría denunciable.

Y eso es básicamente lo que ocurre en la novela, no voy a desvelar nada del final. Novela, eso sí, maravillosamente escrita. Si alguien me pregunta si la recomendaría, mi respuesta será una cara de póquer. Lo que sí que tengo claro es que leeré más sobre el autor, porque me ha gustado cómo escribe (ha sido mi primera novela de Thomas Mann).
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brownchoco
 19 October 2022
Un escritor alemán en su decadencia que necesita desconectar viaja a una Venecia pobre y decadente en donde se enamorara de un adolescente. Una narración en la que no sucede prácticamente nada salvo nada más y nada menos que el tormento interior que vive nuestro protagonista,este se verá locamente atraído por el joven sin que en ningún momento se acerque a el.solo admirara su belleza desde la distancia.Es muy fuerte la lucha interna que sufre entre ese amor deseado pero prohibido,la moralidad está por encima,es tan fuerte su deseo que llegara renunciar a todo e incluso a el mismo. Es una lectura con bastante simbología, exigente, por lo que habrá que realizarla de forma pausada y reflexiva para poder analizar muchos de sus fragmentos,no apta para cualquier lector,sin embargo no deja de ser una joyita literaria que recomiendo
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anais_i
 18 October 2022
Un clásico de la literatura, La muerte en Venecia es un libro para leer con tiempo, porque es breve (no llega a las cien páginas) pero desarrolla un tema complicado. La atracción de un escritor mayor (más de cincuenta años), von Aschenbach, hacia el joven Tadzio (aproximadamente doce años).

Aschenbach, en Munich, siente “deseo de viajar; deseo tan violento como un verdadero ataque, y tan intenso, que llegaba a producirle visiones”. Estaba pasando por una crisis creativa, no podía trabajar como él deseaba hacerlo, “como si a su obra le faltase el fervor de esa alegría ágil que, como ninguna otra cualidad, produce el encanto del público”. Decide cambiar su veraneo habitual en la casa del campo por “aire lejano y sangre nueva”. Decide irse a la playa. Y elige Venecia como destino.

Como todo lo vivido por Aschenbach en esta novela, el viaje y la llegada a Venecia tiene muchas preguntas, muchas miradas críticas y sensaciones desagradables, al punto que describe una Venecia diferente a la de los libros; casi fea e inhabitable. Hasta que descubre a Tadzio. Y en él, descubre la belleza que estaba buscando con tanta necesidad para poder trabajar en sus escritos. Y, encontrar al Tadzio, encuentra también todo un dilema moral. Porque no sólo admira la belleza del joven, sino que siente atracción (¿sexual?) hacia él. Esa atracción tiene una puesta en palabras por parte de Mann que resultan maravillosas. Pura poesía para describir las sensaciones de Aschenbach, sensaciones que contadas de otra forma, podrían transformarse en un relato pornográfico.

Como corresponde a la época, el final es aleccionador. Termina como debe terminar. Les recomiendo la lectura de esta pequeña gran novela. Les va a dejar pensando.
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RocioPV
 19 January 2023
Sospecho que la mayoría de las novelas comienzan en la mente de sus escritores como una confusión de imágenes, impulsos, significados dispersos y algún tipo de trama vaga. Uno espera que el libro terminado contenga una cierta verdad más amplia, aunque esa verdad es imposible de expresar completamente en palabras. Un gran libro como este es probablemente demasiado complejo y estratificado para ser traducido de una vez por todas. Nosotros los lectores también somos parte del proceso continuo de traducción. Ninguno de nosotros lee exactamente el mismo libro, incluso si las palabras son idénticas.

Esta es una novela hermosa, rica en atmósfera y patetismo, y una prosa descriptiva excepcional que perdura. Gustav Aschenbach, un escritor sexagenario, está de vacaciones en Venecia cuando ve por primera vez a Tadzio, un joven de catorce años, en la playa. Lo que comienza como una leve fascinación progresa a la adoración sexual y desciende a la locura obsesiva. El ritmo aumenta, toca lo macabro, y cuando termina la historia nos quedamos un poco atónitos.

El autor explora la experiencia de un hombre mayor que, en su juventud, habiendo tenido empuje, ambición, pasión y gran éxito/reconocimiento en su arte, como escritor, siente que todo esto se desvanece en su vejez, encuentra su pasión revivida nuevamente (como proyección sobre un muchacho joven) cuando está en Venecia, antes de morir. No es más que un hombre que busca la belleza cuando su vida ya no es bella.

En el corazón de la historia hay una pasión, ilícita, desalentadora, pero implacable: comienza como un accidente y se convierte en un desastre. Inicialmente pensé que esta novela sería una "Lolita 2.0", pero no podría haber estado más equivocada (aunque las inspiraciones de la vida real son bastante incómodas). de hecho, hay una obsesión enfermiza que es, como mínimo, ambigua. Aun así, es principalmente platónico, y la belleza, el envejecimiento, el amor y la muerte se convierten en los temas centrales, explorados en una prosa apasionada. Tal es la pasión que se deja entrever entre la líneas que sospecho que Mann se está proyectando bastante sobre el personaje principal, Gustav. El estilo de Mann es intencionalmente vago pero lleno de significado, aunque muchos de los elementos centrales de la trama están decididamente abiertos a la interpretación, emplea una prosa tan reflexiva y una expresión de personajes que la ambigüedad misma encuentra significado dentro del contexto.

Ahora bien, ¿me gustó? Pues sí, aunque no me encantó. Hubo algunas cosas que me impidieron disfrutar totalmente de la lectura. La principal lucha que tuve fue con el hecho de que la comprensión que hice de él no hizo una gran conexión conmigo. Dicho esto, incluso con lo que debe haber sido una traducción compleja y difícil, el poder de la prosa y los maravillosos ritmos e imágenes de los que el autor es claramente un maestro, causaron una gran impresión.
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Las críticas de la prensa (1)
Infolibre29 September 2020
Una novela corta -en parte autobiográfica- del notable escritor alemán.
Leer la crítica en el sitio web: Infolibre
Citas y frases (14) Ver más Añadir cita
RosRos15 May 2023
Hablaba del sagrado temor que acomete al alma noble cuando se le aparece un rostro semejante al de los dioses, es decir, un cuerpo perfecto.
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anais_ianais_i16 October 2022
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
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LionesLiones15 August 2021
Amaba el mar por razones profundas : por el ansía de reposo del artista que trabaja rudamente, que desea descansar de la variedad de figuras que se le presentan en el seno de lo simple e inmenso ; por una tendencia perversa, opuesta enteramente a las exigencias de su misión en el mundo, y más tentadora, por eso, a lo inarticulado, desmedido y eterno; a la nada.
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MariMari04 February 2018
El sol aturdía y embrujaba el intelecto y la memoria de tal forma que el alma, arrebatada, olvidaría por completo su propia situación, quedando como suspensa y embargada en la contemplación del más bello de los objetos que el sol ilumina; en efecto, sólo merced a un cuerpo conseguiría entonces elevarse a más altas consideraciones.
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marta_lomarta_lo21 June 2020
Diez años después había aprendido, desde su escritorio, a representar el papel de hombre importante, a administrar su fama, a ser amable y expresivo en su correspondencia, necesariamente breve (pues mucho se le pide a quien consigue éxitos y es digno de fiar).
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El gran escritor mexicano, Juan Villoro, recientemente galardonado con el “Premio Gabo 2022”, visita el foro de Léemelo para deleitarnos con una interesantísima plática sobre las lecturas que marcaron su vida y el amor que siente por la literatura. Junto a la actriz y conductora de este programa, Sofía Espinosa, descubrimos cómo nació su emblemático poema "Con el puño en alto" que publicó a propósito del sismo que sacudió a México en 2017. Lecturas: -“Rayuela” de Julio Cortázar -“Crimen” y castigo” de Fiódor Dostoyevski -“Los orígenes del Doctor Faustus” de Thomas Mann
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