El reino de los malditos Vol. 2: Los siete círculos del infierno

El miedo es poder aquí. Cuanto mayor es tu miedo, mayor es el poder que nos das.

—Mi hogar es tu hogar, Emilia.

—Dímelo —susurró.
—¿El qué? —dije casi sin aliento.
—Que soy tu pecado favorito.

Tienes el aspecto de un hermoso cataclismo.

Las raíces del amor y del odio se hallan en la pasión.

Todo estaba demasiado frío. El sueño haría que todo eso desapareciera. Y entonces podría soñar. Con mi hermana. Con mi vida antes de haber invocado a un demonio. Y con la época en la que había creído como una tonta que el amor y el odio no estaban ni cerca de ser la misma emoción.

El destino puede tender la mano, tratar de guiarnos por ciertos caminos o intervenir, pero en última instancia, somos libres de elegir nuestro propio sino. Nunca lo dudes.

Los deseos son necesidades más complejas que los meros pecados. A veces son buenos. Otras veces reflejan inseguridades.

El destino puede tender la mano, tratar de guiarnos por ciertos caminos o intervenir, pero en última instancia, somos libres de elegir nuestro sino. Nunca lo dudes.

Los nombres tienen poder. Los títulos son una demostración de poder.