Sophie Saint Rose nos ofrece un divertido romance contemporáneo ambientado en una plataforma petrolífera. Rafaella Carrión tiene veintiocho años y es ingeniera petrolera. La joven fue criada en una plataforma por sus padres y nunca contempló dedicarse a otra cosa. Lleva dos años al mando del equipo que antes fue de su padre y, a pesar de parecer poca cosa, lleva a sus hombres derechitos como velas. Dickson Williamsburg es el presidente de una petrolera y está de vacaciones, en su yate, con su nueva novia. Decide acercarse a la plataforma para una inspección sorpresa cuando les pilla una tormenta. A partir de ese momento las cosas se descontrolan y empiezan a acumularse los desastres. Me ha encantado el libro. Es muy adictivo, fácil de leer y te atrapa sin remedio. Los protagonistas, y los secundarios, son geniales y consiguen que nos enamoremos de todos. Es muy bonita la relación de Rafaella con su equipo, la conocen desde que era una niña y la apoyan para que pueda quedarse con el trabajo de su padre. Dickson es algo prepotente pero solo al principio, poco a poco cambia. El romance entre Dickson y Rafaella parte de una rápida atracción mutua y va muy rápido, pero los varios sucesos y complicaciones frenan las cosas entre la pareja. Los malentendidos, y hay unos cuantos, nos aportan drama, mucha diversión y algún momento tierno. Son el complemento perfecto para la entretenida trama romántica. Os puedo decir que a punto estuve de leerme el libro del tirón, y puede que lo hubiera hecho de no haber estado en la sala de espera del médico, no veáis lo que me fastidió cuando me llamaron. Y en cuanto pude continué con esta divertida y entretenida historia. Es una de las novelas contemporáneas que más me han gustado de la autora, y os animo a darle una oportunidad. + Leer más |