Solaris

Lem se tomó muy en serio la parte de ciencia en "ciencia ficción". Esta obra es monumental no por su extensión, sino por el hecho de que en 1960 Lem ya había desmenuzado con ojo crítico la esperanza infantil de la humanidad de verse reflejados en las especies más extrañas de los planetas más distantes.
No hallaremos marcianitos verdes. Solamente la indiferencia colosal y majestuosa de un planeta-océano, ermitaño del tamaño de una estrella alumbrado por dos soles, que perfora con mirada incisiva las mentes humanas. Y luego materializa recuerdos con forma de personas- verdaderos fantasmas.
No es tortura, estrategia, nada. Quizá solamente el efecto colateral de una entidad titánica que es. Que existe y piensa.

Solaris es lento debido a las secciones en la biblioteca donde hay terminologías, apellidos y enteras bibliografías alrededor del planeta. Esta novela es una reflexión filosófica, casi nihilista, y una triste historia de amor también.
No es lo que esperaba. Ojalá hubiera habido más exploración, menos secciones de Kris leyendo artículos académicos solaristas, más chismes de los otros visitantes. Pero aquí lo que importa es la introspección.

📣 "Lo que anhelábamos: el Contacto con otra civilización. ¡Lo tenemos, hemos establecido ese Contacto! ¡Nuestra propia fealdad, aumentada como bajo un microscopio, nuestra necedad y nuestra vergüenza!".

Un relato de ciencia ficción, que ahonda en el drama humano que va al encuentro de posible vida en el planeta Solaris, el cual, a 1ra vista sólo presenta un extraño océano que termina siendo más de lo que parece ser. A pesar de ser un relato de ciencia ficción, ahonda en un drama en parte psicológico de los pocos tripulantes-científicos que están explorando la superficie del planeta y su particular océano. Estos científicos que fueron en pro de investigar y observar, se convierten al final en sujetos de estudio de sus propios límites mentales y psicológicos a través de personajes adicionales que entran en escena y que los confrontan con parte de lo más oculto de sus mentes, o eso es lo que vemos a través de su protagonista Kris, quien nos relata en 1ra persona su experiencia con las vivencias a su llegada a Solaris. Es un drama bastante entretenido, original, con muy buena ambientación y una historia que va evolucionando generando cierta tensión y suspenso que mantienen la atención del lector. El final es un poco apresurado y se alejo un poco de la historia detallada que veníamos conociendo, pero más allá de ello considero que se lee muy bien y es fácil verse inmerso en el escenario de la nave donde nuestro psicólogo-científico y astronauta nos relata su visita a Solaris.

Pocas cosas mueven al ser humano como lo desconocido, lo inimaginable, lo imposible. Lo indescrifrable. Pocas cosas nos desnudan en nuestras limitaciones como lo infinito.

La novela "Solaris" de Stanislaw Lem es uno de los más renombrados clásicos de la ciencia ficción. En ella, acompañamos al psicólogo Kris Kelvin en su recorrido por la estación espacial del planeta Solaris, con el objetivo de investigar desvíos conductuales en la tripulación.

A pesar de ser un claro ejemplo de ciencia ficción, la trama se vuelve mucho más enriquecedora en la construcción de un universo tanto astronómico como psicológico, filosófico y metafísico. En pocas palabras, el concepto de libertad en sí es puesto en jaque en base a las experiencias de la tripulación, en preguntas elementales como qué somos realmente y hasta qué punto tenemos control sobre nosotros mismos.

No hace falta explicitar que la prosa es impecable, es algo que ya se ha dicho infinidad de veces y que será dicho infinidad de veces más. Es precisamente la pluma del autor la que logra poner en el mismo plano a la filosofía, la metafísica, la religión, la moral, la psicología... y, por supuesto, la ciencia ficción.

De la ciencia ficción, esperamos aquello que todavía no es, pero que tal vez sea en algún futuro remoto. Pero si de Solaris, si de Stanislaw Lem, esperamos eso, solamente eso, la lectura será decepcionante.
Porque encontraremos eso, sí, pero también encontraremos a lo indescifrable.
Al infinito.

Lem sabe meternos, enclaustrarnos en la estación espacial igual que sus personajes están enclaustrados dentro de sí mismos. Todos vivimos en nuestra propia cápsula espacial. Y este es un tema de Solaris, la falta de comunicación entre los hombres. La incapacidad de mostrarnos ante los demás como somos, con los recuerdos que nos conforman porque esos recuerdos suelen ser dolorosos y, en parte, nos dejan en mal lugar o nos hacen demasiado daño.
Y, a raíz de este ensimismamiento, se plantea la cuestión de si el ser humano es capaz de relacionarse, comprender, respetar, siquiera, otra vida inteligente (o no) más allá de la suya. El ser humano se considera el centro de la creación, de la evolución y para medir a los demás seres se toma como medida. Sin embargo, no hay certezas de que la inteligencia se tenga presentar como una forma humana; más bien, al contrario, sería lo raro que tal posibilidad sea la cierta. En ese sentido hay un párrafo que es aplicable a las posibles vidas extraterrestres y a las propias civilizaciones que en nuestra historia han sido:
"No aspiramos a conquistar otras razas, tan solo deseamos transmitirles nuestros valores y, a cambio, recibir su herencia. Nos consideramos caballeros del Santo Contacto. Esa es otra falsedad. No buscamos nada, salvo personas. No necesitamos otros mundos. Necesitamos espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Con uno, ya nos atragantamos"
Queda claro que nos queda mucho para entrar en comunión, en armonía con el Universo. En todas ellas intentamos apropiarnos de unas civilizaciones sin haber conseguido que las nuestras estén comunicadas entre sí.
Solaris es una novela psicológica, filosófica científica, que, a veces, se pierde en descripciones detalladas que hacen su lectura algo costosa, pero que nos pone, como se ha mencionado, ante el espejo de nuestra incapacidad para comunicarnos, empezando por nuestro propio reflejo

El mejor resumen de Solaris, en el primer tercio del libro: Somos humanitarios y nobles. No aspiramos a conquistar otras razas, tan solo deseamos transmitirles nuestros valores y, a cambio, recibir su herencia. (...). No buscamos nada, salvo personas. No necesitamos otros mundos. Necesitamos espejos. (...). Aspiramos a dar con nuestra propia e idealizada imagen.

4/5 porque me dio rabia que el final no fuese más claro, pero el desarrollo de los sentimientos del protagonista me ha resultado muy coherente y eso ha sido genial.

Cuándo leí Solaris sentí que me iba a explotar la cabeza. La idea del planeta solaris es sumamente novedosa y no se ha visto repetida en otras obras de género. Planteamiento es impactante cuánto menos.
A veces se vuelve muy teórica cuándo habla de expediciones anteriores y el ritmo se vuelve lento, es una de las razones por las que no le he dado 5 estrellas. Luego está esa historia de amor que está de fondo y la vida de los expedicionarios que solo se insinúa.
Además, la novela está muy bien escrita e incluye un montón de temas científicos y de idas novedosas. Un clásico de la Ciencia Ficción.