Dónde puedo alquilar una primavera

Para Alicia, divorciada y con dos hijos pequeños, su mundo ha dado un giro de 180 grados, y aunque ha sido una decisión suya, se enfrenta a su nueva realidad en un piso de alquiler en un barrio obrero de Madrid.

Es precisamente su llegada a este bloque de apartamentos lo que va a marcar un antes y un después en su vida. Aquí, los vecinos más allá de compartir el espacio de la escalera, mantienen una relación tan cercana que en ocasiones parecen una familia.

El bloque se organiza en 3 plantas y en cada planta 2 pisos. de esta manera los capítulos van a ir saltando de un piso a otro, narrándonos la vida y relaciones de sus habitantes. Esta es una novela fácil de leer, cuyos protagonistas e historias parecen reales. Además, podemos conocer el marco temporal de la novela por su referencia al incidente del Madrid Arena.

Aunque como he mencionado, la autora narra situaciones de la vida cotidiana, sin embargo me ha costado creer en la buena relación que tienen todos los vecinos, la libertad/facilidad con la que se meten en la vida de los otros y los discursos larguísimos que se marcan, siempre con una intención moralizadora, motivadora, etc.

Es un libro fácil y rápido de leer, que aunque me ha llegado a emocionar, en el fondo no he llegado a conectar tanto con la historia por esas cuestiones que os he comentado, la intención de presentar siempre una especie de “moraleja”, en ocasiones se me ha hecho bastante previsible y en ocasiones hasta lento (sobre todo los discursos de algunos de los vecinos).

"Dónde puedo alquilar una primavera" (precioso título, por cierto) contiene una historia muy sencilla que gira en torno a la nueva vida de Alicia tras su divorcio y a las nuevas personas que a raíz de su mudanza a un piso de alquiler van a influir en su vida de un modo u otro.
El libro se divide en tres partes tituladas Verano, Otoño e Invierno para finalizar con un epílogo llamado, como no podía ser de otra manera, Primavera. A su vez, cada una de estas partes se divide en varios capítulos cortos también titulados según el piso, la persona o el tema que traten, división esta que facilita la lectura y sitúa de forma conveniente al lector para que en ningún momento se sienta confuso con respecto a los personajes.
El libro tiene una trama simple y en cierto modo previsible, los giros y sorpresas son escasos y la novela se centra más en las preocupaciones vitales de los personajes, en sus miedos, sus dudas y sus problemas cotidianos y que no son otros que los que podemos tener todos en algún momento de nuestras vidas. El amor, el divorcio, los hijos, la crisis, la adolescencia, la enfermedad o la soledad son solo algunos de los temas sobre los que reflexionan sus protagonistas en diálogos que a veces acaban convirtiéndose en monólogos cargados de mensajes que, todo hay que decirlo, en ciertos momentos dotan a la novela de un tono más aleccionador que entretenido.
Los personajes están correctamente retratados, son fácilmente identificables y se perciben muy reales y creíbles contribuyendo a ello el lenguaje tan coloquial y popular con el que se expresan. Son además personajes que desprenden generosidad, amistad y lealtad a raudales a pesar de todos los problemas a los que se enfrentan y de los que no parecen poder escapar nunca.
Hay una escena que me ha parecido fuera de lugar y del todo injustificada en la trama, me refiero a un episodio que recuerda a la tragedia del Madrid Arena; también reconozco que en ocasiones me he sentido saturada del aire de autoayuda que desprenden las divagaciones de los personajes, y a veces incluso defraudada por lo estático de la trama.
Sin embargo, otras me he visto identificada en las preocupaciones que acosan a los vecinos e incluso he soltado alguna que otra carcajada -como con la reacción de Arturo cuando Fernando le hace la respiración artificial creyendo que estaba muerto-; pero lo mejor de todo ha sido recordar aspectos fundamentales de la vida que por obvios muchas veces ignoramos hasta que, como hace esta novela, viene alguien a decirnos "están ahí".
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Compré esta novela casi descatalogada de oferta y de la que no había leído reseñas ni lo había visto en su momento. La historia es sencilla, cotidiana, está bien. Mujer recién divorciada con dos hijos se traslada a un barrio humilde en una comunidad de vecinos que se conocen de toda la vida y se ayudan los unos a los otros. A ratos emotiva, a ratos aburrida... No he llegado a conectar 100% y es debido a la forma de escribir de la autora, que no me ha entusiasmado. Está bien demostrar que sabes colocar las comas en su sitio, aunque un par se han colado, pero los diálogos me ponían de los nervios. Por ejemplo: Ay, hijo, sí, sí, lo sé, (...). No es una lectura que vaya a recordar dentro de unos años.