La princesa de Clèves

La historia trata de una joven que llega a la corte del rey Enrique II, la señorita Chartres, cuya belleza llama la atención de toda la corte. Su madre, Madame de Chartres, estaba decidida a utilizar la belleza incomparable de su hija para encontrarle un buen marido. El príncipe de Cléves acaba de aparecer, y se enamora inmediatamente de la joven de Chartres y con el consentimiento de su madre se casan. El problema es que la joven Chartres, ahora Princesa de Cléves, no ama al Príncipe de Cleves. Para colmo, apareció el Duque de Nemour, guapo y perfecto, y la princesa de Cleves se enamoró de él, y por supuesto él cayó a sus pies. Entonces comienza la acción.

La princesa de Cléves pasa su tiempo con dolor y desesperación para ocultar su creciente pasión por el duque de Nemour. Más tarde ocurrió un accidente con una carta recibida que fue a parar a manos de la princesa donde la amante le pedía que le fuera fiel, ésta creyendo que era a Nemour a quién iba dirigida la carta se deprime. La carta era del mejor amigo del duque de Nemour, un pariente de la princesa de Cléves, pero todos asumieron que era del duque. En una serie de sucesos desastrosos el asunto fue descubierto, y fue el Príncipe de Chartres quien sufrió las consecuencias. Fue entonces cuando el príncipe de Cléves comenzó a dudar de los sentimientos de su esposa, y ella, desesperada, admitió que estaba enamorada de otro hombre, pero no dijo quién era. El duque de Nemour escuchó toda la confesión.

El príncipe Cleves se mantiene alejado de su esposa, pero a pesar de no confiar en ella, está seguro de que no hará nada para romper el protocolo. Sin embargo, cuando descubrió que el duque de Nemour había abandonado la corte para ver a su esposa, envió a un espía. El espía le dice al príncipe que el duque había ido en la noche y al otro día con su hermana a verla, pero no terminó por contarle a detalle todo pues el principe de Cléves lleno de dolor no pudo dejarlo terminar de hablar y sacó sus propias conclusiones. Por desgracias ocurridas ahora es libre y decidida a no dejarse seducir por los encantos del duque que quería casarse con ella, la princesa de Cléves abandonó la corte.

¿Qué pasó para que sea libre? ¿Qué destino les dapara a cada uno? Fue todo un placer obtener estas respuesta ante uma historia que nos deja indefensos ante ella.

Una historía triste, imposible no sentir como traspasa en ti cada palabra y como entiendes a cada uno de los que forman este tríangulo amoroso, sin duda merece que le des una oportunidad de ser leída por ti y conocer a detalle todo el desenlace de estos tres.

Publicada en 1678 en Francia, La princesa de Clèves ha sido considerada tradicionalmente como la primera novela moderna, anticipándose a lo que será la novela psicológica. Algunos la catalogan también como la primera novela histórica francesa pero, esa apreciación es en cierto modo polémica puesto que, aunque la trama está contextualizada en la corte de Enrique II de Francia, en pleno siglo XVI, su autora es prácticamente contemporánea a los hechos. Cierto que la novela fue publicada en un principio de forma anónima, pero rápidamente fue atribuida a Madame de la Fayette, autora que hoy es considerada como una de las precursoras del feminismo, que vivió en una época, la de la pre-ilustración, llena de tabúes respecto a las mujeres, lo que la obligó a publicar muchas de sus novelas de forma anónima o bajo seudónimos. La primera edición en la que consta el nombre de Madame de la Fayette como su autora es de 1780.
La novela alcanzó rápidamente un gran éxito comercial, fue muy leída en los salones literarios e inspiró grandes debates públicos acerca de su autoría y acerca de su trama.
Con reminiscencias del amor cortés, La princesa de Clèves es la historia de una pasión amorosa ilícita, la historia de un triángulo amoroso y la historia de resistencia a esa pasión.
¿Y por qué esa resistencia en un mundo en el que las relaciones emocionales, amorosas y sexuales surgen al margen de los intereses políticos, económicos, sociales y familiares? ¿Es una novela tan ejemplar y moralista como defienden algunos?
Encontramos en la novela el tema del tormento de los celos, la seducción amorosa y la idea del matrimonio como un mero instrumento político para afianzar la posición económica y social de una familia. Aparece también el mito del don Juan, encarnado en el duque de Nemours, un don Juan vencido…
La princesa de Clèves quisiera amar a su marido y no lo ama y a su pesar ama a otro hombre que también la ama. Y con todo, ella se resiste a ese amor “romántico”, a esa pasión que más que pasión reconoce como obsesión, una obsesión que bien pudiera ser efímera. Y ante tal pensamiento se obstina en no ceder, en no sucumbir a tales emociones, más por respeto a sí misma y a un sentimiento de culpa que por respeto a las imposiciones sociales. Y una vez libre de elegir ¿por qué volver a caer en la trampa de un matrimonio? La princesa de Clèves no opta por la represión o la indiferencia sino por la razón y la libertad.
La princesa de Clèves es la antítesis de la Madame Bovary de Flaubert, es una defensa de la razón por encima de la pasión y lo romántico. Es también una profunda reflexión acerca de la naturaleza humana y una crítica a la sociedad, a la ética colectiva del todo vale, por ilícito que sea...
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Se me hizo muy pesada esta pequeña historia de amores en la Francia de 1678, aunque entiendo que la forma de contar lo que acontece estaría en línea en su época y sería fiel a la forma de vivir y sentir.
Pero se me ha hecho muy monótona la forma de narrar y luego tantísimos personajes de la corte francesa y otros lugares, que madre mía.
Y luego está el hecho de que no me gusta nada cuando nos negamos el poder tener lo que ansiamos de corazón por culpa de esos sentimientos culpables reflejo de nuestros actos.
Ese tipo de situaciones me sacan de mis casillas, pero así ocurre a veces.