Crímenes reales

Samantha Kolesnik, en ”Crímenes reales”, se adentra en el universo oscuro y retorcido de Suzy y su hermano Lim, hermanos que han soportado abusos indescriptibles a manos de su progenitora. Sin previo aviso, la pareja se embarca en una escalofriante ola de asesinatos , comenzando con su propia madre.

En esta historia la autora elabora una narrativa escalofriante que explora las profundidades de la depravación humana y los efectos angustiosos del trauma en la psique. Estamos ante un intenso estudio de personajes que ahonda en las complejidades del estado mental de Suzy mientras se precipita hacia una locura irremediable.

Escrito en primera persona, entramos directamente en la historia, ahí en primera fila leyendo y sin poder hacer nada, porque Kolesnik nos ofrece una mirada íntima al caos que gira a medida que la mente dañada de Suzy se desquicia. La prosa es cautivadora, nos hará sentir incapaces de apartar la mirada, mientras se cuestionan las líneas trazadas entre víctima y monstruo. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero demasiado pronto traerá a nuestra memoria la novela "La chica de al lado" de Jack Ketchum, en su retrato inquebrantable de brutalidad cruda, y las emociones complejas que evoca.

Nos asombramos ante la escritura de Kolesnik y esa capacidad que posee para crear una atmósfera de terror e inquietud palpable, lo que convierte esta narrativa en una experiencia de lectura perturbadora. Ella no se resiste a profundizar en los rincones más oscuros de la naturaleza humana, obligándonos a confrontar verdades incómodas sobre el abuso, la violencia y las consecuencias duraderas que tienen en la mente humana. La descripción que hace del vínculo entre los hermanos es pavorosa. Su relación no está arraigada en el amor tradicional, sino más bien en una conexión primordial forjada a través del sufrimiento, la experiencia compartida y la comprensión mutua. Explora hábilmente las formas en que su trauma ha dado forma a sus identidades e influido en su descenso a la violencia y la locura.

A medida que el control de Suzy sobre la realidad se debilita, la novela se adentra en temas de identidad y autodescubrimiento. La protagonista se enfrenta a la pregunta de si puede escapar del ciclo de violencia y abuso que ha definido su vida. ¿Pueden el amor y la redención curar las heridas infligidas por toda una vida de dolor y sufrimiento, o está ella destinada a convertirse en el mismo monstruo del que ha tratado de escapar tan desesperadamente? Tristemente, a menudo nos encontramos, como adultos, que nos hemos convertido en las cosas que no nos gustaban de nuestros padres.

En sus páginas se crea un entorno que es a la vez sombrío y nihilista, reflejando la búsqueda desesperada de los personajes de un significado y propósito en un mundo que parece desprovisto de esperanza. En medio de la oscuridad, sin embargo, hay momentos de luz y belleza que brillan, mientras Samantha Kolesnik equilibra hábilmente el implacable horror de la novela con momentos de ternura y humanidad.

No es una lectura amable ni apta para lectores sensibles, ya que trata temas increíblemente difíciles que incluyen abuso, violación, crueldad animal y asesinato. Sin embargo, para aquellos lo suficientemente valientes como para aventurarse en sus sombrías profundidades, ofrece un viaje inquietante y estimulante a la capacidad humana para la crueldad y la resistencia. La exploración de la novela sobre el trauma y la supervivencia es oportuna y atemporal, e invita a los lectores a reflexionar sobre las complejidades de la naturaleza humana y hasta dónde llegan las personas para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos.

Aquí se demuestra un talento notable para crear personajes difíciles y una narración cautivadora que es a la vez aterradora y profundamente humana. Con su inquebrantable exploración de los aspectos más oscuros de la humanidad. “Crímenes reales” marca la llegada de una nueva y audaz voz en el horror y la ficción transgresora. Sin duda, esta novela dejará una impresión duradera en nosotros, los lectores, desafiándonos a confrontar las propias percepciones de victimismo, redención, y el poder de la conexión humana frente a un sufrimiento inimaginable.

Son temas que invitan a la reflexión y dejan una huella duradera en todos los que se atrevan a explorar sus páginas.

La Biblioteca de Carfax trajo una nueva joya literaria que agradecemos los lectores españoles. Es el tercer libro de la colección Deméter con maravillosa ilustración de cubierta de Kim Martín.

Colecciones como esta hacen poderosa a nuestra biblioteca personal.

Muchas veces nuestro hogar, ese espacio que debería ser el sitio en el que nos tendríamos que sentir seguros y a salvo, es la fuente de todos nuestros horrores. Y si ya es difícil imaginar que ese lugar es el origen de las pesadillas de cualquier adulto, imaginen cuanto peor es la situación si solo eres un niño o un adolescente. Una persona desamparada que ha sido maltratada de todas las maneras posibles por aquellos que deberían ser tus cuidadores y protectores. Hoy quiero hablarles de Crímenes reales, de Samantha Kolesnik, una novela corta que nos habla de la manera en la que el abuso a veces rompe a las personas más allá de lo imaginable, una historia dura y desgarradora sobre cómo la violencia genera más violencia. de la forma en que es incluso capaz de crear monstruos.

«Dormir era tan peligroso como despertar. No había escapatoria de mi madre».

El libro nos cuenta la historia de Suzy, una adolescente que vive junto a su hermano Lim y su madre. Una chica a la que le encanta leer sobre crímenes violentos y que tiene como pasatiempo mirar revistas con fotos de asesinatos. Nos parecería que es una afición quizás un tanto tétrica o perturbadora si no descubriéramos casi de inmediato que esa es la menor de las preocupaciones que deberíamos tener sobre la joven. Suzy vive un verdadero infierno dentro de su hogar. Su madre no solo la maltrata de manera psicológica y la humilla de todas las formas posibles, sino que la somete a abusos sexuales de manera constante.

Hasta que un día, cansada de soportar los abusos de su madre nuestra protagonista responde con contundencia. Y tras ese primer paso, tanto ella como su hermano Lim se verán envueltos en una espiral de violencia que la llevará a descubrir su lado más oscuro. Uno que quizás ella sospechaba que tenía pero que puede resultar aterrador. Y que te hace preguntarte hasta qué punto somos la consecuencia de las cosas que nos pasan y sobre las que no tenemos ningún control. Ya solo con los dos primeros capítulos tú como lector estás esperando que pase algo que la ayude a huir de todo ese horror, pero cuando se sufre tanto y por tanto tiempo, a veces escapar no es suficiente.

«Más firme que ninguna escritura era la creencia de que no importaba cuán feo u horrible pudiera ser un niño, al menos la madre del niño lo querría. Tal vez el mayor daño a la sociedad había sido la perpetuación de ese mito, pues nos había dejado huérfanos a Lim y a mí. Nos había dejado huérfanos a todos. Los no deseados. Los abusados. Los violados».

Samantha Kolesnik pone el foco sobre un tipo de horrores en los que no queremos ni pensar: en los abusos que sufren los niños y los adolescentes por parte de sus madres. Las únicas personas que, en teoría, los deberían querer de manera incondicional. Una violencia que preferimos ignorar que existe porque es demasiado doloroso imaginar lo contrario, algo que deja a las víctimas que los sufren en total indefensión. El tipo de abuso que causa huellas tan profundas en el cuerpo y en alma de quienes lo padecen que puede resultar imposible para ellos pensar en la redención. Creo que desde que leí La chica de al lado, de Jack Ketchum (mi reseña) no sufría tanto con un libro.

Abusos, monstruos, violencia, culpa, dolor y cicatrices que no se ven… Crímenes reales, de Samantha Kolesnik es una novela durísima pero que vale la pena leer. Aunque no es un libro que se pueda recomendar a la ligera ya que, si viniese con advertencia de contenidos, debería incluir unos cuantos como violación, asesinato o violencia contra los animales. Con este tercer título de la colección Deméter, dedicada a la novela corta, La biblioteca de Carfax confirma una vez más que están apostando por un horror del que nos mueven y nos hace reflexionar. La traducción de Shaila Correa es increíble, como siempre, y la cubierta de Kim Martín es espectacular. Si quieren darse un paseo por lo peor de la maldad humana tienen que darle una oportunidad. Hacedlo con cuidado, porque aunque en el mundo hay muchos Creadores y Constructores también se pueden topar con algún gusano.

¿Han leído Crímenes reales? ¿Les llama la atención?
Enlace: https://inthenevernever.blog..

El otro día cuando visité @libreriaagapea me hice con un ejemplar de esta magnífica colección de @labibliotecadecarfax. En principio no me llamó la atención pero gracias a Patri de @book_istrish se vino conmigo a casa, menudo acierto!
Me duró una noche, ya que una vez que te metes en la historia, es muy difícil parar.
Nos encontraremos la terrible adolescencia de Suzy y nos preguntaremos constantemente si los monstruos nacen o se hacen a medida que van pasando por situaciones brutales. Samantha Kolesnik ha logrado introducirme en la mente de una psicópata tan profundamente que me ha dado terror empatizar con ella. No me extraña que haya sido tan elogiada esta obra entre los amantes del terror.
No quiero contar nada más allá de lo que ya he dicho porque narra situaciones muy violentas, incómodas y tremendamente impactantes, más que nada porque vienen de manos de una adolescente y eso es lo más terrible de todo.
Si quieres algo que te sorprenda, te enganche y a la vez sea algo más transgresor en el género, sin duda te lo recomiendo, porque tiene ese efecto de querer seguir leyendo por mucho que lo que te cuente sea bastante incómodo.
No le pierdan la pista a la autora porque promete.

Es una historia perturbadora, oscura,llena de maldad. No solo es un recorrido por la mano ejecutora de los crímenes, ahonda en la mente de Suzzy y en como ella entiende lo que está sucediendo a su alrededor.

Estremece porque es real, no se tratan de espíritus o fantasmas, si no del mal humano, de cómo puede sobrevivir una persona cuando siempre ha visto y se ha criado en la cara oscura de la vida.

¿Los monstruos nacen o se hacen? La novela invita a esta reflexión. Nos muestra como para lo que uno es antinatural y aborrecible, para otros puede convertirse en algo normal, instinto,supervivencia, modo de vida. Una profunda visión de verdades incómodas, pero que por desgracia existen.

La autora nos hace un análisis psicológico de la protagonista, Suzy, sus pensamientos más retorcidos, como dirige su vida hacia un futuro incierto y sin esperanza. La tensión es palpable durante toda la novela.

Si os gustan las historias de este tipo seguro que disfrutáis, si sois algo sensibles con estos temas (hay muchos) mejor pasar de ella, porque no encontraréis ni un ápice de felicidad en este libro.